sábado, 25 de noviembre de 2006

Intelectuales y políticos asturianos analizan el éxito de Ciutadans

Tres escaños, de la nada al todo. Un fenómeno nuevo, inesperado, «ligado a una idea revolucionaria», como dice el filósofo Gustavo Bueno. La irrupción de Ciutadans en el 'Parlament' ha cogido por sorpresa a todos los observadores de la realidad política catalana postelectoral, generando una cascada de reacciones diversas y encontradas a la que tampoco escapan intelectuales y políticos asturianos. ¿Dónde está la razón del éxito? «Es un voto de castigo a los políticos catalanes», asegura el coordinador de IU, Jesús Iglesias.
«No es así, han encontrado un hueco para un discurso no nacionalista en una comunidad con una fuerte presencia nacionalista», matiza el portavoz del PSOE, Fernando Lastra. ¿Es un fenómeno extrapolable a Asturias? «Es muy difícil», señala el sociólogo Rodolfo Gutiérrez. «Seguro que muchos asturianos votarían una opción así», contrapone Ramón Punset, catedrático de Derecho Constitucional. Conclusión: Ciutadans ha dado el golpe.
Hay quien piensa, en todo caso, que todo tiene su truco. «La repercusión ha sido superior a la esperada por la alta abstención», opina Francisco Bastida, catedrático de Derecho Constitucional, que asegura que la escasez de votantes ha «sobrevalorado» el peso real que, en circunstancias más normales, tendría Ciutadans en el Parlamento catalán.
Bastida considera que en épocas de «desencanto» es habitual la aparición de alternativas políticas ajenas al sistema vigente, caso de las incursiones en este mundo de José María Ruiz Mateos o Jesús Gil. Sin embargo, precisa que la iniciativa tiene fecha de caducidad, dado que su origen está más en un «voto de castigo» que en otra cosa.
Gustavo Bueno, como filósofo que es, tiene una forma más 'filosófica' de analizar la cuestión. «Al hablar de ciudadanos, este partido tiene un componente derivado de la revolución francesa y ligado a la idea revolucionaria de la patria de los ciudadanos», señala. El pensador asturiano considera que, entre otras razones, su éxito electoral tiene que ver con la desazón entre muchos militantes del PSC por su labor al frente del tripartito.
¿Quién se esconde tras el voto a la formación que lidera Albert Rivera? Bueno lo tiene claro. «Es la opción», agrega, «de quienes se sienten, sobre todo, españoles, y que no separan Cataluña de España sino que las sitúan en dos escalas diferentes».Siempre hay, en todo caso, visiones discordantes con la tendencia general de circunscribir este fenómeno a la realidad política catalana y juzgar inviable su expansión.
Ramón Punset, catedrático de Derecho Constitucional, pone esa nota diferenciadora. Aunque afirma que el ascenso de Ciutadans tiene mucho que ver con la disconformidad de una parte de los electores del PSC por su «política ultranacionalista», estima que el «cansancio» general de muchos votantes con el sistema político tradicional haría factible el éxito de una opción similar en cualquier región española.
Rodolfo Gutiérrez, catedrático de Sociología, también tiene su versión. Con todas las cautelas que se desprenden de una sorpresa política como esta, Gutiérrez intuye que el éxito de Ciutadans viene de los votos 'robados' a PSC y PP pero avanza que, de cara al futuro y a una posible consolidación, la clave pasa por movilizar al electorado que hoy está situado en la abstención «agobiado por el discurso catalanista».
El apoyo de FAES
Las diferencias de interpretación se extienden también a los representantes de los partidos políticos. El portavoz del PSOE en la Junta, Fernando Lastra, asegura que el voto a esta nueva alternativa no es un castigo «desde el momento en que ejercitan un discurso político, no apolítico ni antipolítico».
Lastra argumenta asimismo que se trata de un fenómeno «barcelonés, no catalán» que se ha producido en una ciudad cosmopolita en la que, en su opinión, «a mucha gente no le importa el debate identitario» que ha marcado la política catalana en los últimos meses.Jesús Iglesias, por su parte, sí aprecia una reprimenda de los ciudadanos a los políticos, que han visto «deteriorada» su imagen a consecuencia de polémicas como el 'Estatut'.
El líder de IU introduce un matiz relevante al destacar que detrás de la financiación y los apoyos personales a Ciutadans se encuentra, entre otros colectivos, la fundación FAES que preside Aznar. «Es un contrasentido que el PP vaya a las urnas con dos candidaturas», indica.En el PP, como no podía ser de otra manera, las cosas se ven de una forma diferente. Su presidente, Ovidio Sánchez, insta al PSOE a reflexionar «porque parece que este movimiento seguirá creciendo a su costa».
Andrés Suárez (El Comercio Digital) (03/XI/06)

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