martes, 9 de enero de 2007

¿De qué se reiría?

"Esas tristes palmas de Patxi López y el PSC sólo logran que retumbe mucho más ensordecedor aún el mutismo unánime de Ferraz, ante la liturgia solitaria del suicida que lentamente se anuda la soga al cuello."

Imposible no ver a aquel príncipe Miskin contemplando su sonrisa frente Mariano Rajoy ante la puerta de La Moncloa. ¿De qué se reiría? Imposible delante del obsceno impudor de esos labios felices no pensar en el otro paciente psiquiátrico que arribó a San Petersburgo también subido a un vagón de ferrocarril. Miskin, el hombre bueno que no fuera capaz de encontrar Diógenes. Miskin, el de la dulce mirada y los largos monólogos que nunca nadie conseguiría descifrar jamás. Miskin, el puro, el huérfano, el cándido. Miskin, el rencoroso, el errático, el iluminado. Imposible no reconocer al personaje de Dostoyevski en esos labios risueños que se restregaban contra la nada en todas las portadas de los periódicos de ayer. ¿Pero de qué se reiría?

Imposible ante el espectáculo de su mueca pueril, absurda, histérica, sin sentido, no recitar mentalmente a la Oriana Fallaci de El Apocalipsis, la que ya no necesitaba sobreactuar porque se sabía a punto de morir: "En la mayoría de los casos el que se sienta sobre el trono de la autoridad política es un hombrecillo cualquiera que tuvo la fortuna de ganar la lotería (...) Para entrevistarlos estuve jornadas enteras con ellos, y puedo garantizarle que en cinco de cada diez casos se trataba de pobres gilipollas."

Imposible frente a ese rictus grotesco no recalar en aquella otra vieja historia. Sobre todo, tras otear los venablos envenenados de la viceautista de cuota, Maite Fernández, el Personaje del Año que –quizá por eso mismo– ya tampoco semeja capaz de comportarse como una persona ni siquiera el Día de Difuntos. La otra vieja historia, esa que cuentan de la noche que se congelaron las cataratas del Niágara; aquella en que todos los habitantes de las cercanías se despertaron aterrados porque, por primera vez en sus vidas, habían escuchado el silencio. Y es que esas tristes palmas de Patxi López y el PSC sólo logran que retumbe mucho más ensordecedor aún el mutismo unánime de Ferraz, ante la liturgia solitaria del suicida que lentamente se anuda la soga al cuello

Imposible no adivinar –otra vez– el infalible instinto de supervivencia de Fouché, el latido de sus siete vidas que ahora se esconden bajo la máscara barbuda que responde por Pérez Rubalcaba. Imposible no entrever en sus palabras al New York Times al girondino que supo organizar el Terror para Robespierre, cambiar su cabeza por la suya en thermidor, servir como probo ministro de la Policía a Napoleón, y ser el primero en acurrucarse bajo el manto del Rey al comprender que todo estaba perdido en Waterloo.

Imposible ante esa sonrisa necia, ida, enloquecida, no invocar a Espriu: "A veces es necesario y forzoso que un hombre muera por un pueblo, pero nunca un pueblo entero debe morir por un único hombre: acuérdate de esto siempre, Sefarad."

¿Pero de qué se reiría?

José García Domínguez
Libertad Digital,
09-01-2007

La paz de los imbéciles


"Se contarán por miles los que saldrán a la calle a gritar paz y, por supuesto, diálogo sin saber que lo hacen en nombre de los objetivos terroristas de ETA."

El comunicado de los criminales de ETA ha dejado claro que el "proceso de paz" con el Gobierno sigue abierto. He ahí el principal argumento para que nadie en su sano juicio "simule" manifestarse contra ETA cobijado en la palabra más querida por ETA. Es el mundo al revés. Ante esta ceremonia de la confusión, instalada por ETA y el Gobierno, debemos actuar con cautela, especialmente a la hora de utilizar la palabra paz. Ejemplar ha sido la crítica contundente que ha hecho Rouco Varela a quienes demandan una paz abstracta siguiendo el "razonamiento" perverso de ETA: busquemos la paz porque estamos en guerra. Rouco Varela ha sido preciso al razonar: "En España no falta la paz porque haya guerra, sino porque hay terroristas que amenazan la vida y la libertad de sus semejantes." La sutileza de Rouco Varela me anima a ratificarme en lo escrito por mí hace unos días en El Mundo de Andalucía.

Sí, porque los ciudadanos, las víctimas del terror, no estamos en guerra con nadie, deberíamos usar la palabra paz con sumo respeto a la verdad, al Estado de Derecho, que es la condición de la paz. Sin embargo, muchos imbéciles creen que por pronunciar la palabra paz, o decir que están por la paz recibirán un palmadita de reconocimiento a su estulticia. Pobres. El problema es que embaucan a buenas personas hasta mancharlas e infectarlas con sus gazmoñerías cobardes. Se contarán por miles los que saldrán a la calle a gritar paz y, por supuesto, diálogo sin saber que lo hacen en nombre de los objetivos terroristas de ETA. Penoso. El Gobierno autonómico vasco ya ha convocado una manifestación con el falso lema "Por la paz y el diálogo" a la que se ha adherido, naturalmente, el PSOE-PSE. Los llamados "sindicatos de clase", en Madrid, también han convocado una manifestación al servicio del Gobierno con un lema parecido: "Madrid por la paz", pero por su mala conciencia y peor mala fe se han obligado a agregar: "contra el terrorismo". Aunque estos lemas ya sólo engañan a los inmorales que quieren engañarse, no puedo dejar de recomendar que se abstenga de asistir a esos aquelarres sindicales.

Digámoslo sin rodeos. Estos lemas "por la paz" sólo son ilustraciones de los objetivos del nacionalismo y el terrorismo, a saber, "si queremos que no haya más muertos, aceptemos las demandas políticas de los terroristas". Y a eso se dedica la izquierda en general, y el Gobierno en particular, a "persuadir" a los ciudadanos de que la mejor manera de acabar con los terroristas es uniéndose a ellos. He ahí la principal tarea de Zapatero en el Gobierno, que no piensa cambiar ni un milímetro. Por lo tanto, olvídense de que el PSOE vuelva al Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo. Nada ni nadie, excepto Prisa, hará cambiar al socialismo su alianza con el nacionalismo y el terrorismo.

Naturalmente, en esta labor conjunta del nacionalismo y la izquierda, hay "accidentes trágicos", como llama Zapatero a los atentados terroristas, que obligan a revisar los métodos de adoctrinamiento, a priorizar los tiempos y las asignaturas de esta perversa pedagogía que conducirá, finalmente, a la población a entregarse a su "tolerante" doctrina universal de que todo vale para alcanzar la paz. Así, uno de esos "accidentes", utilizando el inmoral lenguaje del presidente, ha sido el atentado criminal de Barajas, que debe servir antes para insistir y promocionar la doctrina de la "paz", o sea, entregarse a los criminales, que para combatir y derrotar a los asesinos. A partir de ahora, todo lo que haga este Gobierno, naturalmente, incluidas las manifestaciones bochornosas que le convoquen los famosos "sindicatos de clase", no tendrá otro objetivo que persistir en que sólo alcanzaremos la paz entregándonos al dictado: paz por territorios.

"Paz por territorios" sigue siendo la coincidencia entre Zapatero y los terroristas. Es el estro trágico que eleva al criminal a hombre político. Es, repito, el mundo al revés. Los responsables de este invento son el Gobierno, los sindicatos, cientos de periodistas y miles de profesorcitos alabando a la famosa palomita... No se dejen engañar con la palabra paz. Digan verdad.

Agapito Maestre
Libertad Digital, 09-01-2007

PSE y Batasuna se reúnen en secreto para tratar de salvar el 'proceso' con ETA

El representante de Batasuna pidió al Gobierno que le dé unas semanas para encauzar la situación / Otegi consultó con ETA el comunicado en el que pide a la banda que vuelva a su compromiso de marzo.

Miembros de la dirección del Partido Socialista de Euskadi (PSE) y de Batasuna se reunieron después del atentado del día 30 de diciembre en Madrid que costó la vida a dos personas. Los contactos, que en un primer momento fueron indirectos y que culminaron con un encuentro secreto al máximo nivel, se han venido produciendo a lo largo de la última semana, a pesar de las declaraciones efectuadas por el presidente del Gobierno asegurando que, tras el atentado contra el Aeropuerto de Barajas, el «diálogo» que era la base del proceso había «llegado a su fin».


En los contactos habidos entre la dirección de ambos partidos, los representantes radicales solicitaron al Gobierno unas semanas de tiempo para tantear cuál era su propia situación respecto a ETA y tratar de encauzar a sus bases más recalcitrantes. Esa solicitud, que debía efectuarse a través de los socialistas vascos, ocupó parte de la conversación y la representación abertzale, tras plantearla, deslizó la idea de lo difícil que podía volverse la situación si no se le concedía ese plazo.

De los encuentros que los dirigentes de Batasuna, con su portavoz Arnaldo Otegi a la cabeza, han tenido en la última semana con el resto de los partidos políticos y con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, éste es sin duda el más controvertido de todos. Porque mientras el resto, incluido el Gobierno vasco, desde inmediatamente después del atentado, mostró su apuesta por que las negociaciones prosiguiesen, tanto el Partido Socialista como el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, aun manejando hábil y ambiguamente en algunas ocasiones las posibilidades semánticas sobre la continuidad o no del proceso, sí han querido trasladar la imposibilidad de que el diálogo con la formación ilegalizada fuese a proseguir.

En los contactos que se han producido, además de la petición de tiempo para intentar reconducir la situación y de la reflexión sobre lo difícil que se volvería ésta en caso de que al final de dicho plazo nada se hubiese conseguido, la dirección de Batasuna también se comprometió a intentar pactar con la banda una respuesta relativamente autónoma respecto al atentado.

Se trataba de realizar una formulación que no llegaría a la condena del asesinato de los dos ciudadanos ecuatorianos pero que, según los interlocutores abertzales, iría más lejos de lo que nunca había ido la formación ilegalizada.

El portavoz de Batasuna, efectivamente, realizó sus consultas entre los miembros de la Mesa Nacional y también, y esto es fundamental, con algunos de los más destacados miembros de Ekin, organismo en el que está incluida ETA. En definitiva, la declaración leída ayer en un hotel de San Sebastián fue consultada previamente y se le puso el tope a Otegi de hasta dónde podía llegar.

No en vano, Otegi pidió ayer a ETA que «mantenga intactos los compromisos» del comunicado de alto el fuego hecho público en marzo pero sin realizar alusión alguna -ni mucho menos de condena-, al atentado de Barajas. Otegi propuso, así, que se haga borrón y cuenta nueva, que se vuelva al principio de la tregua como si el atentado no se hubiese producido, para así poder centrarse en lo único en lo que Batasuna es protagonista y de lo que puede sacar rentabilidad, que es la mesa de partidos en la que estaba previsto que se abordaran las cotas de mayor autogobierno para Euskadi.

Las negociaciones secretas para la constitución de la mesa han resultado un foro que, además, ha convertido a sus dirigentes en interlocutores, una condición que ha librado a algunos de ellos de sufrir las consecuencias inmediatas de algunos de los procedimientos judiciales que tienen abiertos. En su comparecencia, Otegi, le puso al Ejecutivo las condiciones que se deben cumplir: que se mantenga a distancia de los acuerdos políticos, que pare las medidas judiciales y policiales y que si los partidos vascos apuestan por la autodeterminación o la independencia, se comprometa a que estas decisiones van a poder ponerse en marcha.

En esas condiciones, por tanto, la banda terrorista estaría de acuerdo en volver a los términos del mes de marzo. Pero esto no garantiza necesariamente que no se vayan a producir nuevos atentados dado que, según ha podido saber este periódico de fuentes solventes, ETA, al menos hoy por hoy -y cuando hasta la izquierda abertzale está esperando que haga público de manera inminente un comunicado-, no tiene la intención de anunciar que renuncia de manera expresa a la violencia.

La organización terrorista está manejando otros tiempos, considera que este proceso no se debe circunscribir necesariamente a una legislatura, y el método de trabajo que va a intentar imponer es el de -en caso de que se reinicien las negociaciones-, enviar un toque de atención al Ejecutivo en caso de que éste no cumplimente determinadas expectativas.

Ayer, en su comparecencia, Otegi, flanqueado por los miembros de la mesa de interlocución, Rufi Etxebarria y Arantxa Santiesteban, como si se tratara de una declaración solemne, desde un atril y en presencia de las banderas del País Vasco y Navarra, le perdonó la vida al Gobierno públicamente. Aseguro que el Ejecutivo había realizado una «gestión pésima de la tregua» pero que la izquierda abertzale sabe que no es ocasión de «buscar el desgaste» o el «reproche». Aseguró que los partidos con los que se había reunido le recordaron que tenía «especial responsabilidad en lo que había ocurrido» y él quiso entender que le estaban pidiendo, no que se distanciase de ETA, sino que «recondujese» la situación.

«Materializables»

Así pues, recogió «el guante», asegurando que todo diálogo se debe hacer «en ausencia de violencia» -otorgó a esta frase la misma interpretación que le dio en Anoeta y que tan escaso efecto ha tenido-; pidiéndole a ETA y al Gobierno que «manifiesten su compromiso con el diálogo político multilateral» -es decir que no boicoteen la mesa de partidos en la que sólo éstos, incluida Batasuna, han de tener la decisión-; y exigiéndole al Ejecutivo que garantice «que los proyectos han de ser no sólo defendibles sino materializables».

Las últimas semanas del proceso han generado ciertas tensiones en un sector de los socialistas vascos que no se han sentido identificados con decisiones adoptadas desde el Ministerio del Interior como las detenciones posteriores al robo de armas o el endurecimiento de la postura inicial de «suspensión» del proceso -que no ruptura- que expresó el presidente tras el atentado.

Ángeles Escrivá
El Mundo, 09-01-2007

Dudosas virtudes cercenadas

"El Gobierno como tal no tenía nada, apenas la palabra de Rodríguez y la constancia de sus cercenadas y laicas virtudes teologales: fe en sí mismo, esperanza en la ETA y falta de caridad para con las víctimas."

Escandaliza a no pocos analistas que el Gobierno careciera de un plan B para la eventualidad de que fallara el "proceso", cuando lo asombroso es que no tuviera un plan A. En realidad, el Gobierno como tal no tenía nada, apenas la palabra de Rodríguez y la constancia de sus cercenadas y laicas virtudes teologales: fe en sí mismo, esperanza en la ETA y falta de caridad para con las víctimas.

El porqué de tanta fe en su propia "energía y determinación", renovada según nos dejó ver con el asesinato de dos personas –una vez superó la narcolepsia en Doñana–, es cosa que maravilla. El uso que ha de darles, misterio mayúsculo. Salvo que aceptemos de una vez por todas que Rodríguez está determinado a hacer de los etarras gente respetable, y que a ello aplicará toda su energía.

La esperanza en la ETA logró contagiársela a todo el gabinete, al partido entero y los palmeros de la prensa. Así pudo el marmóreo Rubalcaba reaccionar al atentado de Barajas exhibiendo su franca decepción: "no me esperaba esto". Se esperaba lo otro: que los asesinos no asesinaran. Ello tras convencerse de que las cartas de extorsión a empresarios no eran tales, o que eran anteriores a la gran esperanza, o que los destinatarios se las inventaban, o, ya a la desesperada, que venían redactadas con mucha educación.

A los ecuatorianos también los han matado con mucha educación, sosteniendo los criminales que la tregua no se ha roto. Va a ser un gran consuelo para los familiares. Una tregua compatible con el asesinato, la voladura de infraestructuras, el uso de centenares de kilos de explosivos renuentes, como en el 11-M, al análisis químico (¡hay que ver que explosivos tan limpios se fabrican hoy en día!) constituye toda una demostración de los prodigios que el "proceso" opera sobre la realidad.

La explicación es que el proceso se autorregenera, como los seres vivos. Ahora está acabado y... ¡zas! ¡De inmediato reaparece, decidido y enérgico! Con las víctimas aún de cuerpo presente, los subordinados vascos del señor Rodríguez ya se estaban dando la lengua otra vez con la ETA. Que sí, que sí, que Batasuna es la ETA, el mismo sujeto según la Justicia. Por eso para negar la condición terrorista del interlocutor que les ha descubierto El Mundo, los socialistas tienen que pasarse primero las sentencias del Supremo por el arco del triunfo. Sin problema.

No hay pues plan B ni había antes plan A. Lo que hay es un proceso que se justifica en sí mismo, pues, como dice la muchachada mediática progre, ¿qué otra opción cabe? ¿Qué les parecería, por ejemplo, aplicar la ley? Por probar, más que nada.

Juan Carlos Girauta
Libertad Digital, 09-01-2007

Los presos de ETA anuncian la vuelta a la lucha para lograr la autodeterminación y la amnistía

El Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) ha anunciado el inicio de una nueva "trayectoria de lucha" para reivindicar la autodeterminación y la amnistía, según un comunicado difundido en la edición digital del diario Gara.
El EPPK tenía previsto hacer este anuncio el pasado sábado en un acto convocado por el Movimiento Pro Amnistía en el Velódromo de Anoeta de San Sebastián y que fue finalmente prohibido por la Ertzaintza.

En su comunicado, los presos etarras advierten de que a partir del próximo mes de febrero trabajarán por aunar fuerzas con amplios sectores de la ciudadanía vasca en pro de sus dos demandas, ya que, en su opinión, "la trayectoria democrática que conlleve a la autodeterminación y la amnistía será una trayectoria de lucha" y asegura que tiene la "total determinación de darlo todo en esta lucha"
Los presos de ETA acusan a España y Francia de comtinuar "por el camino de la represión", afirman que ésa es la actitud que "hunde" el proceso y matizan que la expresión "más cruel" de esta práctica se encuentra en las prisiones y pone como ejemplo al etarra Ignacio de Juana.
Ningún Gobierno, continúa el comunicado, logrará hacer uso de los presos "como moneda de cambio para desfigurar un proceso que tiene que acarrear la autodeterminación, la territorialidad y la amnistía".
El Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) ha anunciado el inicio de una nueva "trayectoria de lucha" para reivindicar la autodeterminación y la amnistía, según un comunicado difundido en la edición digital del diario Gara.
El EPPK tenía previsto hacer este anuncio el pasado sábado en un acto convocado por el Movimiento Pro Amnistía en el Velódromo de Anoeta de San Sebastián y que fue finalmente prohibido por la Ertzaintza.
En su comunicado, los presos etarras advierten de que a partir del próximo mes de febrero trabajarán por aunar fuerzas con amplios sectores de la ciudadanía vasca en pro de sus dos demandas, ya que, en su opinión, "la trayectoria democrática que conlleve a la autodeterminación y la amnistía será una trayectoria de lucha" y asegura que tiene la "total determinación de darlo todo en esta lucha"
Los presos de ETA acusan a España y Francia de comtinuar "por el camino de la represión", afirman que ésa es la actitud que "hunde" el proceso y matizan que la expresión "más cruel" de esta práctica se encuentra en las prisiones y pone como ejemplo al etarra Ignacio de Juana.
Ningún Gobierno, continúa el comunicado, logrará hacer uso de los presos "como moneda de cambio para desfigurar un proceso que tiene que acarrear la autodeterminación, la territorialidad y la amnistía".

ABC.es (09/01/07)

ETA mantiene alto el fuego y se atribuye el atentado de Barajas

ETA reivindicó el martes el atentado de Barajas, pero dijo que el alto el fuego permanente decretado el pasado marzo continúa vigente, según un comunicado en la página web del diario Gara.
El 30 de diciembre una potente furgoneta bomba explotó en el aparcamiento del aeropuerto madrileño de Barajas, matando a dos personas, las primeras víctimas mortales de la banda desde mayo de 2003.

En el comunicado remitido a Gara, redactado en euskera, la banda armada dice que no pretendía "causar víctimas", criticando que la policía no hubiera desalojado el aparcamiento pese a las tres llamadas de aviso realizadas con una hora de antelación.

Tras el atentado, el Gobierno afirmó que el proceso para lograr la paz en el País Vasco iniciado hace nueve meses quedaba roto.

Al plantear seguir manteniendo el proceso, la banda aseguró que en el futuro la oportunidad para desarrollarlo "llegará a través de un acuerdo político que recoja los derechos y mínimos democráticos que se le deben a Euskal Herria", según la traducción de Gara.

Pese a mantener el alto el fuego, ETA dijo que "responderá" si el PSOE "mantiene sus ataques".

ETA culpa al Gobierno y al PSOE de obstaculizar "sin cesar al proceso democrático" abierto hace nueve meses, aparente referencia a los procesos policiales y judiciales contra los miembros de la banda, que han continuado durante estos meses.

También tuvo palabras de reproche para el PNV por actuar "contra la izquierda abertzale, alimentando la línea del Gobierno español".

SÓLO UN CAMINO

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no quiso comentar el comunicado durante una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados con ocasión de la reanudación de las reuniones con los portavoces parlamentarios, que pretende que sean cada 15 días.

"A ETA sólo le queda un camino, sólo uno, que es poner fin a la violencia", dijo el ministro.

Sin embargo, en una entrevista publicada el martes en el diario The New York Times, Rubalcaba aseguró que no habrá otra "tregua creíble con ETA".

"La próxima vez que anuncien una tregua, todo el mundo dirá: 'Una tregua como la de Barajas'", afirmó.

Rubalcaba retomó los contactos con los portavoces de los grupos parlamentarios para analizar la nueva situación abierta tras la ruptura del proceso de paz. El titular del Interior busca con estas reuniones unir a todas las fuerzas políticas en la lucha contra ETA.

La ronda arrancó con el portavoz del Partido Popular, Eduardo Zaplana, que definió la reunión como "cordial, pero sin novedades de fondo" y aseguró que el Gobierno sigue sin detallar su posición de manera clara y que debería "explicar qué piensan hacer, sin la ambigüedad permanente en la que están instalados".

El lunes, el portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi pidió a ETA que mantenga el alto el fuego y los "compromisos y objetivos" presentados en marzo.

Batasuna se ha distanciado de los atentados y ha expresado su solidaridad con las víctimas pero no ha condenado la violencia, requisito para que el partido vuelva a la legalidad y pueda tomar parte en las elecciones de la próxima primavera.

SWISSINFO (09/01/07)

Rubalcaba dio un ultimátum a ZP: o anunciaba la ruptura con ETA o dimitía


Zapatero afronta la primera crisis en su Gobierno y en el Partido desde que llegó a La Moncloa. El ministro del Interior advirtió al jefe de Gabinete que iba a ir más allá que Pepiño Blanco para enmendar el error presidencial tras el atentado de Barajas. El responsable de Defensa, José Antonio Alonso, tampoco apoyó a su amigo Zapatero. Un sector del PSOE, en especial del Grupo parlamentario, ha barajado la dimisión de ZP, y éste advierte que no olvidará la ‘traición’. Su respuesta a Rubalcaba llegó el jueves desde la ‘zona cero’: continuó hablando de paz. El responsable de Interior no ha contado con el esperado respaldo de la vicepresidenta primera, De la Vega. Además, Montilla ha aprovechado para vengarse del cántabro

Dicen que el Ministerio del Interior trasforma a las personas, porque el político que ocupa ese cargo siente de una forma especial el dolor provocado por el terrorismo. Debe ser cierto, dado que Hispanidad ha podido saber de fuentes socialistas de toda solvencia, que el responsable de la Seguridad Alfredo Pérez Rubalcaba dio un ultimátum a su jefe de filas antes de su rueda de prensa (2 de enero) en la que afirmó, rotundo que el “proceso de paz estaba “roto, liquidado y acabado”. De tal forma contradecía a ZP, quien el mismo 30 de diciembre, día del atentado de ETA insistió en no hablar de ruptura del proceso de paz, a pesar de que los periodistas se lo preguntaron por tres veces.

El enfrentamiento fue explícito. El cántabro, siempre fidelísimo a La Moncloa, parecía transformado : le advirtió a Zapatero lo que iba a decir en la rueda de prensa, y realizó la advertencia en forma de ultimátum: o se le permitía oficializar la ruptura con la banda o presentaba la dimisión. En Moncloa no daban crédito a la amenaza y respondieron con el silencio. Rubalcaba oficializó la ruptura con las precitadas palabras: el proceso quedaba “roto, liquidado y acabado”. Había llegado mucho más allá que Pepe Blanco, quien se limitó a reinterpretar a Zapatero, al dedicarse a la hermenéutica: “Suspender el diálogo (con la banda) significa que se paraliza el proceso”.

En el Grupo Parlamentario, que Rubalcaba ha controlado durante años, se empezó a hablar de una dimisión de Zapatero, algo que nunca, a pesar de la depresión post-atentado, ZP no se ha planteado jamás: si presentas la dimisión corres el riesgo de que te la acepten. El único que se destapó, asimismo por presiones de Moncloa, fue Diego López Garrido, sucesor de Rubalcaba, escudero fiel que enseguida inició una maniobra de distracción: atacar al PP y exigirle unidad de acción frente al terrorismo, lo mismo que sugirió el jueves 4 de enero Zapatero, cuando, al fin, se decidió a visitar la Zona Cero.

ZP, recuperado del fracaso, ha insistido en su ansia de paz, al tiempo que promete venganza ante los traidores. Es consciente de que se enfrenta a su primera crisis en el Gobierno y en el Partido, porque el mazazo de Barajas ha sido más fuerte que cualquier otro. Con su gran olfato para discernir la orientación de los votos, ZP ha comprendido que Barajas puede ser su tumba política, el monumento a su más grave error político. Por tanto, ha iniciado una campaña para conseguir todo tipo de apoyos en Gobierno, partido y baronías regionales, y ha cosechado más de un éxito en esa campaña. Por de pronto, le ha llegado una inesperado apoyo desde Barcelona, del hombre que le propinó el primer bofetón. José Montilla, el presidente de la Generalitat no ha perdonado a Rubalcaba su labor de zapa del 1 de noviembre del pasado año 2006, jornada electoral en Cataluña, cuando el ministro cántabro intentó que en el PSC aceptaran a Artur Mas como presidente de la Generalitat tras un pacto de Gobierno con los socialistas. Se trataba de conseguir que venciera el pacto Zapatero-Mas, y la ulterior entrada de los nacionalistas de CIU en el Gobierno de España. Ahora, Montilla, sorprendentemente, ha apoyado a ZP para dejar en mal lugar a Rubalcaba: el presidente de la Generalitat apuesta por la continuidad del proceso de paz, aunque también por la suspensión del diálogo : postura monclovita en estado puro.

Zp también ha buscado el apoyo de su vicepresidente primera, Teresa Fernández de la Vega de quien podría decirse, como se afirmaba del ministro de Exteriores soviético, Andrei Gromiko, que “sería capaz de sentarse sobre un cubo de hielo si así se lo ordenan sus superiores”. De la Vega, ante el enfrentamiento interno, ha mantenido un ominoso silencio, especialmente llamativo en el caso de una portavoz del Gobierno. Al final, cuando la situación se ha clarificado y la niebla ha permitido vislumbrar los contornos de los dos bandos, ha optado por el oficialismo, ha abandonado a Rubalcaba y se ha apuntado a la ambigüedad del mensaje presidencial: suspendo el diálogo pero continuó buscando, hoy más que nunca, la paz. Y si el PP no se apunta al proceso estará traicionando las ansias de paz de los españoles. Maestra de la ambigüedad, De la Vega tiene muy claro que lo primero, es mantener su cargo, más que nada para que el feminismo no pierda posiciones en el Gobierno.

Hispanidad.com (07/01/07)