martes, 12 de diciembre de 2006

Tu risa


Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.

No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de plata que te nace.




Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí todas
las puertas de la vida.

Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, por que tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.

Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.

Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
por que me moriría.


Pablo Neruda Los versos del capitán

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Admiro cierta parte de la obra de Neruda, pero también tengo en casa algunas ediciones de sus libros, hoy retiradas, con sus poemas totalitarioa. Por ejemplo, la oda a Stalin, Creo recordar que empieza así: "Stalin, Stalin, Oh Stalin..."
Ideas compartidas con Allende, por cierto, quien aspiraba a convertior Chile en "una segunda Cuba". Lo que no excusa, ciertamente, los 3.200 muertos del pinochetismo, el exilio y el dolor de las víctimas y de sus familiares, que no se borrará NUNCA.

Enrique Suárez dijo...

Un poema no es una obra, poseo alguna edición suya de la Editorial Progreso de Moscú. Pero también Neruda fue el encargado de fletar el barco que llevó a América a muchos españoles durante la Guerra Civil, que enfermos de republicanismo, hubieran tenido o una vida mala o una muerte impropia, en la época del franquismo posterior. Nadie es perfecto, pero a mi, personalmente, este poema me encanta