sábado, 2 de diciembre de 2006

República de las Bananas


De Blair a Schwarzenegger, Al Gore y Ségoléne Royal / El Reporte Stern

"El problema del cambio climático repentinamente ha escalado en la atención de la conciencia pública de forma extraordinaria. En los países europeos no hay un día en que no se hable en los periódicos. Los hombres políticos han debido correr a reparo para encontrar respuestas e ir más allá de las conocidas frases piadosas de circunstancia, suficientes hasta hace poco para salvar la cara".

Reporte Stern:

Así explica en el diario italiano La Repubblica, Anthony Giddens, sociólogo británico autor de decenas de libros, la mutación ocurrida en la opinión pública europea sobre la crisis ecológica que atraviesa la civilización moderna. Dicha atención contrasta con la práctica indiferencia de los medios mexicanos y estadounidenses.

De Al Gore a Tony Blair, de Arnold Schwarzenegger a Ségolène Royal, los líderes occidentales están descubriendo la crisis ecológica, seguramente con mucho tiempo de retardo respecto a la dimensión actual de los problemas. Será válido también en este tema afirmar que ¿vale más tarde que nunca? Está por verse.

Según Giddens, "es necesario que las cuestiones, por vez primera, se conviertan en parte integral del conjunto de derechos y de obligaciones que constituyen el contrato de ciudadanía entre gobierno y ciudadanos, involucrando también el sistema fiscal y el welfare. Se debe partir del principio guía que el ambiente no puede ser considerado por más tiempo un bien sin costo".

También los políticos italianos han descubierto que "el ambiente es la nueva frontera", como declaró recientemente el ministro de Desarrollo económico Pierluigi Bersani.

El ex vice presidente Al Gore se ha convertido en un apasionado activista ecológico, autor de un libro y de una película, "Una verdad inconveniente", que está por ser estrenada en las pantallas mexicanas.

Mientras la revista italiana Limes afirma que "la próxima guerra será por el ambiente", el mundo político occidental ha leído con terror el Reporte Stern. En efecto. El pasado 30 de octubre fue presentado el primer estudio a gran escala sobre los efectos del cambio climático preparado por un economista. Su autor, Nicholas Stern, académico de impecable reputación -según lo definen los medios europeos- tuvo el cargo de Jefe economista en la Banca Mundial.

Su tesis, la que fue recogida por Tony Blair, afirma que el calentamiento del planeta amenaza con devastar la economía mundial, provocando una crisis peor que la provocada por la Gran Depresión de 1929 o más grave de la generada por las dos Guerras Mundiales. Blair hizo suyas las afirmaciones de Stern, como ya señalamos, y los medios británicos recogieron sus afirmaciones. Blair no encontró la misma sensibilidad en los medios estadounidenses y mucho menos entre los halcones caídos de la Casa Blanca. Por el contrario, la Administración Bush sigue negándose a enfrentar el calentamiento global.

La investigación de Stern presenta una "visión apocalíptica del planeta Tierra en el futuro próximo", advierte la revista italiana Panorama.

"Si no se interviene sobre las emisiones de anhídrido carbónico, en el 2050 el cambio climático podría provocar la contracción de la economía global en un 20 por ciento, amenazar la extinción del 40 por ciento de las especies vivas y empujar a emigrar a 200 millones de prófugos por el efecto de las inundaciones y de la sequía".
Dichas previsiones alarmaron a Blair quien dijo que "el Reporte Stern ha destruido las últimas argumentaciones de quien no quiere actuar contra los cambios climáticos".
Quizá Blair está soñando en convertirse en ecologista al estilo de Al Gore. Tal vez por esto ha dejado en las manos de su sucesor in pectore, Brown, la cuestión del cambio climático quien por otro lado ha sido promotor del Reporte Stern.

La conversión de Blair, cocausante del desastre iraquí y criticado en el pasado por los grupos ecologistas por su escaso interés e el combate de la contaminación atmosférica, no deja de generar sonrisas irónicas por la afirmación del Primer Ministro británico de que afrontar el cambio climático "es un imperativo moral". Blair insiste en que hay que crear una economía global a bajo costo y propone a Europa reducir las emisiones de gases de invernadero en un 30 por ciento para el 2020 y en un 60 por ciento para el 2050. El primer paso concreto fue el nombramiento como Consejero Especial de Gran Bretaña de Al Gore.

La moda verde ha contagiado también a la oposición política británica. David Cameron, el líder Tory que probablemente desafiará a Blair en las próximas elecciones políticas ha viajado al Polo Norte para verificar los daños causados por el efecto sierra y se traslada todos los días en bicicleta a su oficina vestido de traje. Cameron, como reporta Panorama, ha invitado a las mamás británicas a llevar a sus hijos a la escuela en bici. Una conversión sorprendente para un líder conservador. No menos impactante fue la transformación de Terminator.

Como se recordará, el gobernador republicano de California, Arnold Schwarzenegger, se reunió con Blair para sentar las bases de un eje Londres-San Francisco con la presunta intención de reducir las emisiones contaminantes. Terminator le envió una carta a Bush en la que criticó "la ausencia de una política federal coherente contra el efecto sierra". Pero los demócratas no se quedan atrás. Tom Vilsack, gobernador de Iowa, y candidato a las primarias demócratas para la presidencia de EU, ha convertido a su Estado en el principal productor de etanol y biodiesel de su país así como de energía eólica.

La socialista francesa Ségolène Royal, también insiste en crearse un perfil verde. El pasado mes de julio apareció en una revista ante la imagen de un puma, especie en vías de extinción. Y ha declarado su deseo de llevar a cabo una inversión masiva en energías renovables. La primera ministra alemana Angela Merkel ha declarado que el cambio climático ocupará un lugar clave en las iniciativas alemanas al frente de la Unión Europea y del G-8 durante 2007.

Eduardo Lliteras (Por Esto!)(21/XI/06)

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Sursenejer, Segolena zapatejá... hum, grandes cerebros al servicio de una gran causa.