miércoles, 3 de noviembre de 2010

Rajoy se explica

El PP decide mostrar algunas cartas sobre sus planes de gobierno a riesgo de perder apoyos.

Desde que los cambios en el Gobierno han animado las alicaídas filas socialistas, el PP ha modulado algo su inflexible decisión de moverse lo menos posible: ha sustituido a Zapatero por Zapatero-Ru-balcaba, ZR, como objetivo de sus ataques; y ha deslizado algunas pistas sobre lo que hará si gana las elecciones. Rajoy ha elegido una entrevista con este periódico para avanzar que su modelo de programa contra la crisis se parecerá al de Cameron y se ha referido a algunas leyes aprobadas en estos años que se propone cambiar si tiene mayoría.

La estrategia de la inmovilidad parte de la constatación de que la ventaja que las encuestas dan al PP se debe menos a un trasvase de votos hacia los conservadores que a la desmovilización del voto de centro-izquierda, tentado por la abstención. Y a la evidencia de que las medidas de ajuste impuestas por la crisis hacen perder votos a chorros a quien las propone. Cameron perdió puntos en las encuestas cuando adelantó algunas, y eso que evitó concretar su alcance, que resultó más drástico de lo previsto.


Pero la acusación de que carecía de otro programa que el "Váyase, señor Zapatero" ha acabado por afectar a un punto débil de Rajoy: su escasa credibilidad. No es solvencia lo que transmite cuando habla de economía y su especialista en la materia, Montoro, no es desde luego comparable a un Rodrigo Rato, por ejemplo. En la tesitura de elegir entre la acusación de carecer de programa contra la crisis y la de tenerlo pero ocultarlo, ha optado por desvelar algunas propuestas en términos bastante genéricos.

Así, critica que Zapatero haya centrado los recortes en salarios de los funcionarios, obra pública y pensiones, pero no dice de dónde recortaría él, dado que asume la prioridad de reducir el déficit. Y apenas roza el dilema (eje del debate en todos los países) entre esa prioridad y la de mantener los estímulos a la recuperación; dice que una bajada de impuestos puede producir más ingresos, pero Cameron subió el IVA nada más llegar a Downing Street.

En materia de derechos sociales, Rajoy dice que corregirá la ley del aborto, que tiene recurrida, en lo relativo a si las menores deben tener la última palabra en la decisión. No le gusta que se llame matrimonio a la unión entre personas del mismo sexo, como también opinó el Consejo de Estado; pero en lugar de decir que aceptará lo que al respecto decida el Tribunal Constitucional, que deberá pronunciarse sobre el recurso presentado por el PP, se reafirma en su decisión de modificar la norma, lo que ya ha provocado quejas en sectores de su partido.

Es un ejemplo de lo que hasta ahora ha tratado de evitar el PP: tener que concretar medidas que, sobre todo en materia económica, pero no solo, pueden demostrar que, si gana, hará recortes más drásticos que los que han hundido al PSOE en las encuestas. Lo que podría despertar a una parte del electorado socialista.


El País - Editorial

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