miércoles, 24 de noviembre de 2010

El patriota en el abismo. Por Edurne Uriarte

Quienes toman el patriotismo como Zapatero, los nacionalistas vascos y los regionalistas canarios, deciden sostener al piloto incapaz.

En términos militares, los usados por las FF.AA. estadounidenses para medir el estado de la defensa en función del nivel de riesgo, España ha alcanzado en las últimas horas el DEFCON 2. Alarma total. Con el récord histórico de la prima de riesgo y una desconfianza generalizada de los mercados sobre las capacidades de nuestro país para afrontar la situación.

El problema de los DEFCON aplicados a los sistemas políticos es que el Ejército encargado de activar y coordinar los recursos para responder a la alarma es el Gobierno. Y ese Gobierno se centraba aún hace unos días, estallada la crisis de Irlanda, en publicitar su «nueva agenda social» y en criticar planes de recortes como el de Cameron. Que es como si el Ejército americano se dedicara a unas jornadas intelectuales sobre el pacifismo en plena crisis nuclear con su peor enemigo. A lo que ha seguido la pertinaz negación de la gravedad de la situación, el eterno DEFCON 5 en el que vive el presidente. Y se ha rematado este lunes, sólo unas horas antes del record de nuestra prima de riesgo, con una acusación de antipatriotismo para los críticos del Gobierno.

En medio del derrumbe, queda así el patriotismo español definido por uno de sus más furibundos detractores, Zapatero, como la pasividad y la aquiescencia con el Gobierno que dirige la nave hacia la colisión final. Y el patriota en el borde del abismo, que es en esta crisis lo mismo que el ciudadano ante la supervivencia, tiene poco que hacer. Pues aquellos que piensan del patriotismo algo parecido a Zapatero, los nacionalistas vascos y los regionalistas canarios, han decidido sostener al piloto incapaz, en la falaz creencia de que el desastre no les afectará.

No está claro que otro Gobierno pueda evitar la colisión, piensan algunos. Entre el patriota Zapatero y los patriotas PNV y CC, ni siquiera habrá ocasión de comprobarlo. A tiempo, quiero decir.




ABC - Opinión

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