viernes, 25 de marzo de 2011

Moody's, mejor que MAFO. Por M. Martín Ferrand

A la rebaja de la calificación del Reino de España se añade ahora la de un buen lote de instituciones financieras.

LA única obligación exigible a un buen aficionado al cante jondo es asistir en respetuoso silencio a la actuación de sus cantaores preferidos y, en todo caso y en el momento oportuno, colocar en su sitio un ¡olé! litúrgico y admirativo. Moody's es a la economía mundial lo que un habitual de los tablaos al cante. Sus calificaciones, unas al alza y otras a la baja, hacen vibrar o languidecer los mercados. En lo que a nosotros respecta, cabe señalar que los competidores de Standard & Poor's y Fitch nunca colocan sus olés en el momento que desearían sus, según los casos, víctimas o beneficiarios. Ahora, la centenaria agencia de calificación crediticia le ha rebajado las suyas a tres decenas de instituciones financieras españolas, Cajas mayormente. Popular, Sabadell, Bankinter y otros bancos de menor cuantía tendrán que pagar más por su pasivo y, dada la situación, con mayor gravedad les ocurrirá lo mismo a Caja Madrid, Bancaja, CAM y demasiados etcéteras más. Llueve sobre mojado. A la muy reciente rebaja de la calificación del Reino de España se añade ahora la de un buen lote de instituciones financieras y, entre ellas y para mayor significación, la del Instituto de Crédito Oficial, uno de esos organismos de nuestro exuberante modelo administrativo que está sin ser, no se sabe muy bien para qué sirve y tiende a participar en el salvamento de náufragos.

Son muchas, exquisitas y solventes las voces que en estas páginas pueden valorar, y valoran, estas peripecias sintomáticas de nuestra situación económica. Lo que me interesa señalar, como contraste de lo económico, es la responsabilidad política que le cabe al respecto al Banco de España, a su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y al Gobierno que, al concluir el mandato de Jaime Caruana, le encaramó a tan alto pedestal. El personaje, más conocido por lo que pudiera ser un bordado en la pechera de su camisa —MAFO—, se ha integrado plenamente en la lentitud de percepción de los fenómenos económicos que define a José Luis Rodríguez Zapatero, retrató a Pedro Solbes, no remedia Elena Salgado y obra en consecuencia. Tampoco, como su mentor, vió venir la crisis y, cuando la sintió sobre sus hombros, lejos de la reacción resolutiva que engrandece a los políticos que son capaces de ellas, se escondió en la concha del técnico. Así hemos asistido en los últimos años, va para tres, a una descomposición del sistema financiero, especialmente de las Cajas, que, pasito a pasito, siguen preparándose un acomodo de futuro que bien les venga a quienes, en el pasado reciente, han construido y administrado su decadencia. Moody's mejor que MAFO.

ABC - Opinión

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