viernes, 17 de diciembre de 2010

Cambio de culpable. Por José Antonio Navas

Primero fue Bush, luego los mercados y todo hace indicar que en adelante será Merkel la que atraiga las críticas del Gobierno socialista en su afán de justificar como sea la inoperancia ante la crisis. Zapatero exige siempre una cabeza de turco en la que expiar sus responsabilidades y la canciller alemana viene al pelo en la nueva Europa a dos velocidades que va a surgir de la actual cumbre de Bruselas.

Después de sacar adelante la prórroga del estado de alarma, el presidente español ha vuelto por donde solía, con un ejercicio típico de voluntarismo, para convencerse a sí mismo y a sus incondicionales de que el Consejo Europeo iba a ser lo más parecido a un paseo militar. Error de vista o falta de tacto porque Alemania no está por la labor de suavizar las condiciones de los futuros procedimientos de rescate en el Viejo Continente. Más bien al contrario, la praxis germana se orienta hacia un reparto más equitativo de los daños, en sintonía con las tradicionales suspensiones de pagos en el mundo corporativo, donde cada palo ha de aguantar su vela y los acreedores financieros tienen también que sufragar la parte correspondiente del eventual quebranto.

En Europa se ha acabado lo que se daba y la consecuencia la va a pagar en primera instancia el Tesoro Público, que ya ha tenido que afrontar un sobrecoste de refinanciación que le ha obligado ayer a pagar la subasta de deuda a un tipo de interés desconocido en los últimos diez años.

Los inversores han decidido trasladar a precio el mayor riesgo que han de asumir, por lo que España necesita apresurar la catarsis económica si quiere recuperar el crédito internacional y evitar una debacle financiera en los próximos meses. El Gobierno debe cambiar rápidamente el diapasón de su estrategia política ante la crisis porque ahora es más importante encontrar soluciones que buscar culpables.


ABC - Opinión

0 comentarios: