lunes, 1 de febrero de 2010

Más morosidad de la reconocida

EXPERTOS consultados por ABC advierten de que los bancos y cajas de ahorros españolas están soportando una mora superior a la que reconocen en sus balances contables: en el caso de las cajas, se trata de una tasa media del 8 por ciento de impagos frente al 5 por ciento reconocido; en el caso de los bancos, esa tasa es del 6 frente al 4 por ciento. Se trata de cifras que las entidades consiguen camuflar con ejercicios de ingeniería contable, pero que no hacen sino retrasar la llegada necesaria de un ajuste que, tarde o temprano, tendrán que acometer. Hasta el momento, las reformas impuestas por el Banco de España para endurecer los niveles de provisiones que han de alcanzar las entidades sólo han sido parcialmente satisfactorias porque su impacto no se está advirtiendo en la reducción de la morosidad, que sigue constituyendo un factor de riesgo en el sector financiero español. No es casual, pues, que estos expertos consideren probable que a lo largo de 2010 haya entidades que comiencen a presentar números rojos en sus balances de resultados.

Hasta ahora, en especial en el caso de las cajas de ahorros, todas las advertencias para que saneen sus cuentas han sido prudentes, posiblemente para no generar más incertidumbre y una alarma social que habría perjudicado seriamente al sistema financiero. Sin embargo, los mensajes que transmite el Banco de España desde hace más de un año sí son nítidos: o se producen procesos de fusión -en las distintas variables que se están contemplando (frías, virtuales o por mera absorción)- o, sencillamente, siempre queda como solución la drástica alternativa de la intervención. Los datos que hoy publica ABC son una muestra de que el proceso ya iniciado de fusiones, debido al estado real de los balances de muchas cajas de ahorros, debe continuar y de que los ritmos sugeridos por el banco emisor deben cumplirse sin dilaciones. Lo contrario será una contribución de las entidades en condiciones más precarias al enconamiento de un conflicto que afecta a millones de clientes en toda España, con cuyo dinero no valen las bromas. Lo ocurrido con Caja Castilla-La Mancha -ahora el Banco de España propone inhabilitar durante cinco años a su ex presidente y sancionarle con una multa de 150.000 euros- ha de ser una excepción. Lamentable, pero excepción. La ingeniería contable, por legítima que sea, nunca es el mejor remedio para encubrir la realidad. Perpetuar un problema nunca hace que se resuelva por inercia; por el contrario, suele hincharse hasta convertirse prácticamente en irresoluble y con consecuencias nefastas.

ABC - Editorial

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