sábado, 10 de noviembre de 2007

Turiel tilda de «salvajada jurídica» considerar autores del 11-M a los muertos de Leganés

El letrado de Trashorras denuncia la «presión política» sobre el caso, que se instruyó mal «desde el principio»
Gerardo Turiel, letrado de José Emilio Suárez Trashorras, no es partidario de la «teoría de la conspiración», pero ayer, en una conferencia ofrecida en el despacho de abogados Mijares de Oviedo, puso en duda incluso que los suicidas de Leganés fuesen los autores de la masacre. «¿Dónde están las pruebas?», se preguntó. Turiel se mostró inmisericorde con la instrucción realizada por Juan del Olmo -«mal hecha desde el principio», dijo- y llamó la atención sobre las lagunas que pesan sobre el caso, como el origen de la mochila de Vallecas. Para Turiel, hubo presión política para condenar a los acusados.
Oviedo, L. Á. VEGA

Nueve días después de la sentencia del 11-M, que condenó a José Emilio Suárez Trashorras a 34.715 años de prisión, su letrado, Gerardo Turiel, se despachó ayer contra el fallo en una videoconferencia organizada por el despacho ovetense Mijares. En el acto, Turiel no sólo denunció la «presión política» existente para que se condenara a los acusados, sino que también afirmó que el sumario instruido por el juez Juan del Olmo «está mal hecho desde el principio».

El letrado ovetense calificó de auténtica «salvajada jurídica» que se considere autores de el 11-M a los siete muertos de Leganés, entre ellos Serhane ben Abdelmajid, «El Tunecino»; Jamal Ahmidan, «El Chino», y el argelino Allekema Lamari. «¿Dónde están las pruebas?», se preguntó. No obstante, Turiel se declaró contrario a la llamada «teoría de la conspiración», en unas manifestaciones recogidas por «Europa Press».

El abogado definió el sumario de Del Olmo de «procedimiento inquisitorial» y criticó que se hubiese mantenido el secreto durante tantos meses, lo que se tradujo en indefensión. A ello hay que sumar la negativa a practicar pruebas solicitadas por los abogados. Los defensores se enteraron medio año después de que los trenes habían sido desguazados.
El abogado de Trashorras denunció que «la mayoría de las pruebas se sostiene sobre declaraciones de testigos que fueron elevadas a hechos probados». Ahí está el caso de Trashorras, condenado por el testimonio de Gabriel Montoya, «el Gitanillo». Además, «hay atestados policiales que se convirtieron en pruebas periciales a lo largo del proceso. Pero un testigo policial no es un perito».
Turiel destacó que todavía existen dudas sobre la aparición de la mochila de Vallecas, «ya que ninguno de los agentes de la estación del Pozo afirmó haberla visto», y sobre el motivo por el que se descubrió el piso de Leganés. Aunque, según el letrado de Trashorras, la afirmación «más asombrosa» que contiene el fallo es «dar por hecho» que los suicidas de Leganés fueron los autores materiales del atentado.

Turiel dijo no comprender el motivo por el que la «gran negligencia» de la Policía no haya supuesto procedimiento alguno. «¿Cómo es posible que un coche circule lleno de explosivos y la Guardia Civil lo deje pasar en dos ocasiones?», se preguntó.

«La sentencia», entiende, «trata de salir del paso y dar una respuesta rápida a un atentado terrorista». Para Turiel «hay muchas lagunas», y duda de que terminen aclarándose. También criticó la puesta en escena de Bermúdez en la lectura de la sentencia, ya que «sólo se tenía que haber limitado a leer los hechos probados y el fallo y no dar otros matices durante la lectura de la sentencia», indicó el abogado asturiano, en alusión a las críticas implícitas a algunos políticos y medios de comunicación.



La Nueva España

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