lunes, 24 de mayo de 2010

ZHood. Por Félix Madero

CUANDO al mismo tiempo se repiten Historia y cine el riesgo de hacer el ridículo resulta estremecedor y la tragedia deviene en farsa con escandalosa facilidad.

La han tomado con los ricos y por eso el PSOE tiene una estrategia: dar la impresión de que el rico pagará la factura. Ahora que llega el Robin Hood de Ridley Scott veremos a Russell Crowe yendo a por ellos. Pero eso es cine. Nuestro Robin, nuestro ZHood ya no es hoy el hábil arquero de la propaganda y el batiburrillo. En Elche le montaron ayer un mitin para explicar las bondades del Plan E. Ahora que se sabe que aquello fue un despropósito; ahora que sabemos que lo que gastamos en hacer aceras impedirá construir carreteras y vías para el AVE, Zapatero rebobina la historia y resucita unas inversiones que en cualquier país con sentido crítico hubieran terminado con el que soltó millones sin vigilar su ejecución.

Hace falta mucha fe para que los barones socialistas le digan que si explica bien las cosas pueden remontar las encuestas. ¿Explicar qué y a quién? Con independencia de que un argumento así declara lo que se piensa de los ciudadanos, conviene preguntarnos cuándo fue la última vez que se explicó el presidente. Mejor dicho, cuándo fue la última vez que nos dijo la verdad.


La verdad como explicación. Pretenden explicarnos que la crisis es el fracaso, y claro, el que compra semejante disparate tiende a exculpar a éste ZHood que lejos de Sherwood impresiona a ediles y munícipes. Robín resulto ser un hábil arquero, defensor de los pobres y siempre dispuesto a amargar a los enriquecidos ilegítimamente. El auténtico era reflexivo y dedicaba un tiempo a trazar su estrategia. Nuestro ZHood habita un mundo de impresiones ininteligibles, un montón de farfolla que hace que esté siempre en disposición de ejecutar. No piensa, no barrunta, no compara: ejecuta.

Ayer reunió a sus concejales para darles ánimo. Pero la magia dura poco. Al brujo se le ve el cartón, y debajo del cartón los ediles vieron un agujero negro a punto de explotar. Pero no dirán nada, creen eso de que si explican bien lo que pasa remontarán. Y si no lo creen no dirán nada. Qué pena que Zapatero no contara ayer a los suyos lo que dice el presidente griego Papandreu: que son los ciudadanos los que pagan la mala gestión. Aquí Zapatero mira para otro lado mientras un fotógrafo capta su rostro de perdedor agotado, sobrepasado. ¿Mala gestión la mía? Un poco de seriedad, señores, dice el presidente. No improviso, sé lo que pasa, me hago cargo, asumo la responsabilidad, estoy con los que sufren la crisis, los que pagan la mala gestión de... ¿Rajoy?

Creo que los ricos están temblando. Es lo que tiene la carcajada espasmódica, que parece que estás llorando. Pero es risa. Mucha risa. Y un poco de pena también. Y por cierto, si le gustó Gladiator no se pierda la última de Ridley Scott. Lo de menos son los ricos. El honor. Sólo importa el honor. Cine, ya digo.


ABC - Opinión

0 comentarios: