domingo, 7 de marzo de 2010

Un comunicado infamante

EL comunicado conjunto de los gobiernos español y venezolano sobre ETA constituye una claudicación ante las ofensivas declaraciones de Hugo Chávez contra la Justicia española y los claros datos que se han conocido de la relación de su régimen con la organización etarra. El documento suscrito por ambos ejecutivos desmiente los hechos que se recogen en el auto de procesamiento dictado por el juez Velasco contra miembros de ETA y las FARC, que ofrece informaciones muy precisas de la connivencia del régimen chavista con la alianza de ambas organizaciones terroristas. La firma del Gobierno español en ese papel implica que asume el desmentido del Ejecutivo venezolano a las manifestaciones del juez Velasco. En el colmo del sarcasmo, el Gobierno devolverá el auto al magistrado para pedirle aclaraciones. O sea, que, en lugar de pedir explicaciones a Chávez, se las pide al juez que apunta a la colaboración del régimen bolivariano con una banda terrorista que ha asesinado a casi mil compatriotas. No cabe mayor indignidad. Esta desautorización a la Justicia española es un acto inadmisible de desistimiento de los intereses nacionales. Por principio, un Gobierno de España no puede tomar partido por un régimen al que un juez español está atribuyendo un acto de colaboración con organizaciones terroristas.

En vez de poner en funcionamiento los mecanismos diplomáticos necesarios para preservar la dignidad nacional frente a las bravuconadas de Hugo Chávez, el Gobierno ha vuelto a optar por su sectarismo ideológico, dando prioridad a su identificación con los regímenes totalitarios de Centroamérica frente a sus deberes como máximo responsable político de los intereses nacionales. Es vergonzosa la rapidez con la que ambos gobiernos han urdido este comunicado conjunto. España se está convirtiendo en el palmero de las dictaduras populistas de Iberoamérica por efecto de una política exterior que premia el tercermundismo ideológico y abandona la seriedad y el rigor . No es gratuito el fracaso de la presidencia española de turno en Europa, ni la absoluta falta de respeto con que nos tratan los caudillos autócratas . Chávez no se merecía un comunicado conjunto que lavara su cara, ni a España le interesan sus declaraciones de condena a ETA: la colaboración se demuestra con hechos concretos -detenciones y extradiciones de etarras, desmantelamiento de campamentos conjuntos- y los hechos que se conocen evidencian que la Venezuela de Chávez se ha convertido en un santuario etarra.

ABC - Editorial

0 comentarios: