jueves, 5 de febrero de 2009

Los carteles publicitarios del 'Plan E' de Zapatero son más caros que muchas de las obras

Es probable que José Luis Rodríguez Zapatero jamás haya oído hablar de Aldehuela de Periáñez, uno de los 8.107 municipios que han reclamado su trozo de pastel del fondo de 8.000 millones de euros ideado por el Gobierno para la creación de empleo. Y es también posible que los 47 habitantes de ese recóndito pueblo soriano no sepan aún que, a cambio de que Zapatero financie su humilde proyecto (1.392 euros para instalar un cubrecontenedor de basuras), tendrán que ir acostumbrándose a la presencia de la enorme -y obligatoria- valla publicitaria que les recordará quién paga la obra. Todavía más dudoso resulta que tan modesta inversión vaya a servir para crear un solo puesto de trabajo en Aldehuela de Periáñez, pero lo que sí es seguro es que el cartel, de 12 metros cuadrados, no sólo será más grande que el cubrecontenedor, sino también más caro: entre 1.500 y 2.500 euros.

El de Aldehuela de Periáñez no es, ni mucho menos, un caso aislado. En más de un centenar de los 30.907 proyectos presentados por ayuntamientos de toda España para beneficiarse de ese fondo para el empleo, el presupuesto de las obras es inferior al coste que tendrán las vallas publicitarias. Un coste que, según los cálculos del PP, puede superar los 2.500 euros por unidad si se incluyen los gastos de transporte y montaje.

El municipio leridano de Sanauja, por ejemplo, ha solicitado la adecuación del alumbrado de acceso al centro social de la localidad, que asciende a 1.755 euros. En Benimarfull (Alicante), el Ayuntamiento ha presupuestado 1.995 euros para sustituir las farolas de una de las calles del pueblo. Para la reforma de la Casa Consistorial de Ciruelos (Toledo) se ha fijado un importe de 2.351 euros. En la localidad riojana de Hornillos de Cameros quieren acondicionar la fuente de la Plaza de Mayo por 2.477 euros...

La abultada lista se alarga todavía más si se incluyen en ella los proyectos -algunos ciertamente peculiares- cuyo coste iguala o supera por muy poco el precio de los carteles propagandísticos del Gobierno: un circuito de motocross en Moraleja de Sayago (Zamora) por 3.000 euros; una "cámara higiénica municipal" en María de la Salut (Mallorca) que asciende a 3.687 euros; la rehabilitación del centro social de Amurrio (Álava) por 4.012 euros; un equipo anticalcificador presupuestado en 4.424 euros para Aldealpozo (Soria)...

"En sitio visible"

Una resolución del Ministerio de Administraciones Públicas repasa minuciosamente las características que deben reunir los carteles publicitarios. Y no pasa por alto ningún detalle, desde el tamaño (4 metros de largo por 3 de alto) al material (aluminio o acero galvanizado), pasando por la ubicación ("en el exterior de la obra y en sitio visible", o en la entrada al casco urbano cuando se trate de municipios de menos de 200 habitantes), la fijación al suelo (dos tubos de acero de 2,5 milímetros de espesor con recubrimiento de 7 milímetros), el diseño (que incluye el logotipo Gobierno de España) y, por supuesto, el mensaje central ("en rojo Pantone 186 sobre fondo blanco"): Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo. Es decir, el tan publicitado como discutido Plan E de Zapatero contra la crisis.

El líder del PP, Mariano Rajoy, ya criticó la semana pasada al Gobierno por "derrochar" más de 60 millones de euros -lo que, según sus cálculos, costarán las vallas publicitarias- en "propaganda barata para mayor lucimiento de Zapatero". Y este jueves, su portavoz en la Comisión de Administraciones Públicas del Congreso, Rafael Merino, volverá a exigir a la ministra, Elena Salgado, que revoque su decisión de obligar a instalar esos carteles junto a las obras del Plan E. "Es un disparate que se gaste esa cantidad en propaganda y no en políticas sociales o en atender a las 800.000 familias que tienen a todos sus miembros en el paro", sostiene Merino. "Pero lo que resulta, además, esperpéntico, es que las vallas cuesten más que muchas de las obras", añade el diputado del PP.

Hasta el socialista Pedro Castro, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), ha remitido una carta a Salgado en la que reclama a la ministra que, al menos, acceda a que el tamaño de los carteles publicitarios varíe en función de la dimensión de la obra, en lugar de que todos deban tener, sea cual sea la envergadura del proyecto, una superficie estándar de 12 metros cuadrados.

Esa obligación puede dar lugar a situaciones tan absurdas como la del cubrecontenedor de basuras de Aldehuela de Periáñez, cuya instalación persigue, precisamente, ocultar ese tipo de contenedores para evitar su desagradable impacto visual en los vecinos y visitantes. Un impacto que, sin duda, sí garantizan las enormes vallas propagandísticas del Plan E.


el confidencial

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