jueves, 7 de diciembre de 2006

Libertad obligatoria

Hoy, recien llegada de Vitoria, he querido recordar con vosotros aquellas palabras que tanto nos conmovieron. Porque nos siguen haciendo falta. Porque lo que con ellas se denunciaba, sigue ocurriendo aún. Es verdad que hace algún tiempo que ETA no asesina; pero todos sabemos que está preparada para hacerlo.Y sigue matando nuestra libertad. Y lo hará mientras exista. Porque ETA es como una garrapata, que aguarda quieta, con su propio sentido del tiempo, la llegada de la víctima elegida para aferrarse a ella y chuparle la sangre. Porque les conocemos, porque les sufrimos, porque somos europeos y recordamos cómo ha sido necesario enfrentarse a otros totalitarismos, hemos aprendido que sólo si los derrotamos, si los expulsamos definitivamente de nuestras vidas -como quien extermina a una garrapata-, podremos vivir en libertad.

Bajo ese lema -provocador, lo reconozco--, que venía a recordar el de otra manifestación de Basta Ya : "No al Nacionalismo Obligatorio", el 25 de enero de 2003, Basta Ya convocó en Bilbao el primer acto de conmemoración del veinticinco aniversario de la Constitución que se celebró en toda España. Nosotros, quienes no disfrutamos de los derechos que la Constitución nos reconoce como ciudadanos españoles, queríamos así expresar que necesitábamos que la Ley nos protegiera; queríamos exigir a los poderes públicos que hicieran lo preciso para "obligar" a que esa Ley, nuestra Constitución del 78, se cumpliera también en Euskadi. Reclamábamos la Libertad por Ley.

Nos adelantamos unos cuantos meses, once para ser exactos, a las celebraciones oficiales. Bien es cierto los constitucionalistas vascos teníamos más necesidad que ningún otro español de reivindicarla. Era el año de las elecciones municipales. Un año en el que, una vez más, las elecciones iban a celebrarse en el País Vasco sin cumplir el requisito constitucional que garantiza la igualdad de derechos activos y pasivos de los ciudadanos ante cualquier proceso electoral.

Parece que han pasado mil años; pero aún no se han cumplido cuatro. Fue en el mes de mayo de ese mismo año cuando un grupo de intelectuales , entre los que se encontraban Fernando Arrabal, Bryce Echenique, Michael Burleigh, Paolo Flores d'Arcais, Jorge Edwards, Carlos Fuentes, Nadine Gordimer, Günther Grass, Juan Goytisolo, Carlos Monsivais, Bernard-Henri Levy, Paul Preston, Sunsan Sontang, Mario Vargas Llosa o Gianni Vattimo publicaron en la prensa de toda Europa un manifiesto titulado Même si... que decía lo siguiente:

"Aunque los europeos ejercen el derecho constitucional de votar con saludable rutina democrática pocos imaginan que en un rincón de Europa el miedo y la vergüenza oprimen a los ciudadanos.

Aunque la memoria del Holocausto sea honrada en Europa por el deseo de rehabilitar a las víctimas de la barbarie e impedir que el horror vuelva a cometerse, pocos europeos saben que hoy mismo en el País Vasco ciudadanos libres son injuriados y asesinados.

Aunque parezca mentira: hoy los candidatos de los ciudadanos libres del País Vasco están condenados a muerte por los mercenarios de ETA y condenados a la humillación por sus cómplices nacionalistas.

Aunque ciudadanos del País Vasco sean asesinados por sus ideas, y miles hayan sido mutilados o trastornados, los atentados se realizan y celebran en una penosa atmósfera de impunidad moral propiciada por las instituciones nacionalistas y por la jerarquía católica vasca.

Aunque los partidos nacionalistas aprovechan las garantías constitucionales de la democracia española, ciudadanos libres del País Vasco deben esconderse, disimular sus costumbres, omitir la dirección de su domicilio, pedir la protección de escoltas y temer constantemente por su vida y la de sus familiares.

Aunque sea frecuente la tentación de ignorar lo que sucede, pedimos a los ciudadanos europeos que el próximo 25 de mayo (día de las elecciones municipales en España) declaren el estado de indignación general: en memoria de las víctimas que en el País Vasco mueren por la libertad, en honor de los que hoy mismo la defienden con el coraje que un día no muy lejano conmoverá a Europa".

Seguramente pocos de los que siguen este blog recuerdan ese manifiesto. Representó un hito; fue la primera vez que un grupo de intelectuales de fuera de nuestras fronteras se levantaban colectivamente para denunciar en Europa la situación de sometimiento en la que vive una parte de la ciudadanía vasca. Por fín un grupo de intelectuales de Europa y América se atrevieron a equiparar las prácticas de ETA con el fascismo que asoló Europa y del que aún guardamos horrorizada memoria.

Por fín alguien que no lo sufría en sus carnes se atrevió a calificar como mercenarios a los responsables criminales de esa limpieza ideológica que tiñe de indignidad el nombre de los vascos.

Por fin gentes de relieve nacional e internacional tuvieron el valor de señalar a los cómplices políticos de este horor.

Por fin alguien alejado del miedo cotidiano y de la subjetividad humana que la persecución conlleva, comprendió y denunció que los partidos nacionalistas aprovechan las garantías constitucionales de la democracia española, mientras ciudadanos vascos temen constantemente -con razón- por su vida y por su seguridad.

Por fin un prestigioso grupo de intelectuales calificó como "cómplices de la humillación" a las instituciones nacionalistas y a la jerarquía católica vasca.

Por fin los ciudadanos libres del mundo, de esta Europa que gusta de reconocerse en los valores de la democracia, de la justicia y la libertad, tuvieron la oportunidad de escuchar y comprender que, si no reaccionan, lo que hoy ocurre en el País Vasco será dentro de algunos años un horror y una vergüenza colectiva. Por fín alguien comprendió que si los europeos todos no se dan por concernidos y actúan para acabar con quienes practican el terror y con quienes se aprovechan de ello; que si no se declara el día de la indignidad cada vez que hay un proceso electoral en el que no existe igualdad real a la hora de elegir y ser elegido; que si no se da esta batalla hasta el final, hasta derrotar y deslegitimar radicalmente el totalitarismo que ETA representa, sus hijos y sus nietos, los de los europeos de hoy les preguntarán algún día qué hicieron ellos mientras otra limpieza ideológica se perpetraba en una parte de Europa.

Hoy, recien llegada de Vitoria, he querido recordar con vosotros aquellas palabras que tanto nos conmovieron. Porque nos siguen haciendo falta. Porque lo que con ellas se denunciaba, sigue ocurriendo aún. Es verdad que hace algún tiempo que ETA no asesina; pero todos sabemos que está preparada para hacerlo.Y sigue matando nuestra libertad. Y lo hará mientras exista. Porque ETA es como una garrapata, que aguarda quieta, con su propio sentido del tiempo, la llegada de la víctima elegida para aferrarse a ella y chuparle la sangre. Porque les conocemos, porque les sufrimos, porque somos europeos y recordamos cómo ha sido necesario enfrentarse a otros totalitarismos, hemos aprendido que sólo si los derrotamos, si los expulsamos definitivamente de nuestras vidas -como quien extermina a una garrapata-, podremos vivir en libertad.

Dentro de unos pocos meses volverá a haber elecciones municipales. Los etarras se preparan para volver a las instituciones democráticas sin dejar de ser terroristas. No quiero ni pensar que sería esto si lo consiguieran. Ójala el Même si.., el espíritu que ese manifiesto representa, vuelva a instalarse entre nosotros, los constitucionalistas. Ójala lo que nos unía en aquellos años que parecen tan lejanos, vuelva a sobreponerse a lo que nos separa. Lo que nos separa es pura coyuntura; lo que nos une, pura necesidad de supervivencia democrática. Hagamos política.

"Hay personas para quienes la política no es mera universalidad, sino legítima defensa". Cesare Pavese.

Rosa Díez
Basta Ya, 07-12-2006

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