martes, 23 de noviembre de 2010

Rubalcaba contra Gallardón. Por Ignacio Ruiz Quintano

Si Gallardón cambió la Plaza de la Villa por la de Cibeles fue porque tiene varias salidas para mejor escapar de sus acreedores.

En el periódico global en español quieren que Rubalcaba («El Alfredo», como le dicen en Barcelona con gracejo catalán) le lleve la libreta de hule al manirroto de Gallardón. ¿Por qué a Gallardón en Madrid y no a Barreda en Toledo con su Caja de Ahorros ni a Griñán en Sevilla con sus «sans-culottes» de «¡A las mariscadas!»? Cosas del Alfredo, el tío que presume de saberlo todo de todos, o sea, «totus tuus» (no «totus tous», que diría Bono). «Al Alfredo lo he encontrado como una máquina, sabe de todo», declara el cuate Jáuregui, otro de la época de las latas de fabes a don Segundo Marey en su cabaña de Heidi en Colindres, la tierra de Revilla, el estadista de las latas de anchoas. El Alfredo sabe todo de todos, sabe de todo y sólo reposta en Total. Ahora que está en la campaña catalana, el Alfredo podría entrar en el bar de Moe y decir: «¿El saben aquel que diu del Faisán...?» Y sus cuates: «¡Pero este tío lo sabe todo!» El partido de Zapatero ya sólo es un tren de la bruja, y Rubalcba, ¡cráneo privilegiado!, la bruja de los escobazos, entre los que se incluye la eutanasia, penúltima de aquellas conquistas nazis en los años treinta (descristianización, aborto, eugenesia, eutanasia...) que repugnaban incluso a Largo Caballero. (La última, como se sabe, fue la del pleno empleo, que todo podría andarse.) El caso es, como diría un castizo, que el Alfredo tiene el mango que no tiene Gallardón, razón por la cual el periódico global en español va a intentar desalojarlo de la Alcaldía... por socialdemócrata. Pero Gallardón no es tonto, y si cambió la Plaza de la Villa por la de Cibeles fue porque la Casa de Correos, como la Maison Balzac, tiene varias salidas para mejor escapar de sus acreedores. Del gran Balzac, precisamente, le va a venir a Gallardón la solución de sus problemas. Esa solución, en el próximo folio.

ABC - Opinión

0 comentarios: