sábado, 19 de junio de 2010

Nerea Alzola. A ver cómo explican esto. Por Maite Nolla

Es inevitable recordar que el partido sí ha pagado el abogado de algún tesorero millonario que está acusado de aprovecharse del partido para hacerse, eso, millonario, y que a Nerea Alzola la zurraron por pegar carteles del PP.

Recordarán que en 2007 Nerea Alzola y otra militante del PP fueron agredidas mientras pegaban carteles del PP en el País Vasco. Pese a lo que se haya podido publicar, lo cierto es que la abogada de Nerea Alzola renunció a defenderla y por parte del juzgado le dieron plazo para que designara a otro abogado. Es decir, ni ella renunció, ni llegó a un acuerdo ni nada de eso. Hasta la fecha era el partido el que les pagaba los gastos judiciales, pero, sin previo aviso, respecto a Nerea Alzola lo han dejado de hacer. Y para justificarlo, desde el PP no han dudado en mentir, dándose ellos mismos versiones contradictorias. Al final, dicen que la renuncia de la abogada –que previamente se había desmentido– es por desavenencias respecto a la estrategia procesal, que no deja de ser un bonito eufemismo.

Aceptando incluso esta última versión, lo que no se entiende es que el PP no ofrezca a Nerea la posibilidad de que designe a otro abogado, lo cual nos lleva a pensar que las cosas son como parecen y que lo único que ha querido el PP es culminar un proceso que empezó hace cosa de un año. La identificación de Nerea Alzola como perteneciente a ese grupo peligroso de políticos que algunos han calificado de forma despectiva como el "sangilismo", la llevó a no poderse presentar como candidata a presidir el partido en su provincia, luego fue expedientada y ahora se queda sin abogado. Y no sólo eso, sino que tiene que aguantar que mientan y que la dejen sola. Es inevitable recordar que el partido sí ha pagado el abogado de algún tesorero millonario que está acusado de aprovecharse del partido para hacerse, eso, millonario, y que a Nerea Alzola la zurraron por pegar carteles del PP.

Todo ello, en las mismas fechas en las que Regina Otaola anuncia que se retira de la política y se va del País Vasco para poder trabajar, porque a ninguna de las dos les crecen jaguars en el garaje, ni tienen casas en Baqueira.

Como decía Federico esta semana, el PP del País Vasco ha pasado de ser un motivo suficiente para votar al PP, a ser uno de los motivos para no hacerlo. También es verdad que tal y como está España, cuando hasta Toxo pide un cambio de gobierno, cada día que pasa es más necesario que se vaya Zapatero y que le sustituya cualquiera que pase por ahí, aunque éste sea Mariano Rajoy y su partido. Eso no les quitará la mancha de ser los responsables de que María San Gil, Nerea Alzola y Regina Otaola se hayan ido –o las hayan echado– y de la vergüenza que eso supone. Y es que no creo que ninguna de las tres entrara en política y se presentara para ser concejal, arriesgando su vida, preocupada por la deuda española o por la reforma laboral. A ver cómo explican esto en la blogosfera pepera.


Libertad Digital - Opinión

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