viernes, 18 de junio de 2010

El grito de Toxo (CCOO) y el partido de los trabajadores (PP). Por Antonio Casado

En este debate barato y palabrero que despachan a diario los medios de comunicación, rendidos a la última ocurrencia del político más pizpireto o el tertuliano más faltón, la descarga verbal del día viene firmada por el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo. Como diría el colega Carlos Herrera, la frase pide mármol: “Estamos sin dirección política, económica y laboral, y se necesita un cambio importante de Gobierno”.

Ya no están solos los dirigentes del PP en su esforzado papel de cronistas de la cuenta atrás. Toxo tampoco es partidario de Zapatero. Al menos d este Zapatero del ajuste que nos desajusta, el que rompió con sus votantes al anunciar en el Congreso el hachazo brutal, el golpe helado, a los funcionarios, los pensionistas, las mamás lactantes y los pobres del Tercer Mundo. El mismo Zapatero que, según Toxo, ha legitimado con su reforma del mercado de trabajo la huelga general convocada por los sindicatos para el día 29 de junio.


¿Y eso por qué? Porque esa reforma “solo servirá para crear más paro”, dijo ayer en la radio el líder de CC OO, en sintonía con las valoraciones que durante estás últimas cuarenta y ocho horas hemos venido escuchando en boca de los dirigentes del PP. El propio Mariano Rajoy se mostraba ayer en Bruselas muy escéptico sobre la posibilidad de que la reforma laboral que hoy entra en vigor sirva para crear empleo. Pero la coincidencia, que viene a cerrar un inesperado bucle, es plena en lo que se refiere a conjugar el síndrome del piloto borracho con la necesidad de un cambio urgente en la cabina de mandos.

Ahora lo entendemos. Por fin el PP se quita la careta y muestra su verdadero rostro de partido comprometido con la causa de los trabajadores. De los trabajadores, ojo, no de los sindicatos, y menos de los “liberados”, como inmediatamente matizarían Esperanza Aguirre, en formato político, y mi amigo Miguel Angel Rodríguez, en formato mediático.

Bueno, vale, dejémoslo en las palabras de la secretaria general del partido, Maria Dolores de Cospedal: “El PP es el partido de los trabajadores”. Pero no demos cuartos al pregonero. O sea, a la vicepresidenta del Gobierno, Fernández de la Vega, cuando nos previene del riesgo: el principal partido de la oposición puede enredarse en las obsoletas doctrinas del marxismo-leninismo. Que no cunda el pánico. Aunque uno se queda más tranquilo al escuchar a un conocido dirigente empresarial sobrado de lucidez. Lo decía ayer a mediodía en una conversación privada: “¿Qué por qué Cospedal dice que el PP es el partido de los trabajadores? Muy sencillo, porque a la hora de votar los trabajadores son muchos más que los empresarios”.

Ah, bueno. Nos quita un peso de encima. Lo cual no impide al PP esté feliz con el hecho de que los sindicatos se sumen a la patriótica tarea de seguir contando las horas que faltan para el hundimiento. Uff.


El Confidencial - Opinión

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