jueves, 1 de abril de 2010

Deberes para el Gobierno

El Consejo de Ministros prevacacional, celebrado este martes, tomó la decisión de recortar drásticamente la oferta de empleo público, de modo que ésta pasa de las 15.084 plazas ofertadas en 2009 a sólo 1.989 para este año; en términos porcentuales, el recorte es del 86,8% y el Gobierno espera ahorrar 280 millones de euros.

No es una medida para presumir, ni agradable, sobre todo porque afecta muy directamente al reforzamiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero es necesaria e imprescindible para alcanzar el objetivo de reducir el déficit. Sería absurdo, por tanto, reprocharle al Gobierno esta decisión, la primera que toma de manera palpable desde que envió a Bruselas su plan de estabilidad financiera. Al equipo de Zapatero no le queda otro remedio que seguir esta senda, por más que desagrade a los sindicalistas o no goce del favor popular. Sobre todo después de que el Banco de España le pusiera deberes para que los medite en esta Semana Santa. Los pronósticos del gobernador Fernández Ordóñez para el año 2011 suponen un rectificación en toda regla a las previsiones de la vicepresidenta Salgado, excesivamente optimistas e hinchadas.

Así, mientras el Gobierno estima que el PIB crecerá un 1,8%, el paro descenderá al 18,4% y el déficit se reducirá hasta el 7,5%, el Banco de España augura que el PIB sólo repuntará un 0,8%, el paro subirá al 19,7% y el déficit no bajará del 8,9%. Como puede apreciarse, las diferencias son notables. Ni que decir tiene que las proyecciones del Banco de España coinciden sustancialmente con las del Fondo Monetario Internacional y de la Comisión Europea. Con estos mimbres macroeconómicos no parece que el Gobierno pueda trenzar esa política de recuperación que promete a quien quiere escucharle, ni reducir el déficit en 2013 al 3%, como ha prometido a Bruselas. Con más paro, menos ingresos y un consumo atemorizado, las cuentas no cuadran ni por casualidad. Ésa es la razón por la que Fernández Ordóñez, que no es sospechoso de militar en la oposición, insta al Gobierno a profundizar en su plan de recorte de 50.000 millones de euros. Los meses pasan y el equipo de Zapatero sigue paralizado, sin tomar decisiones de fondo, jugando a crear comisiones para ganar tiempo en espera de no se sabe qué feliz acontecimiento que le evite usar el bisturí del ahorro y de las reformas profundas. Entre ellas la del mercado laboral. El gobernador del Banco de España lo dijo con deslumbrante nitidez este martes, lo cual es de agradecer puesto que ningún dirigente político, ya sea del Gobierno o de la oposición, se atreve a formularlo así de claro: para crear empleo es necesario adoptar un nuevo tipo de contrato único con un despido más barato. La andanada de insultos y groseras amenazas que han llovido sobre Fernández Ordóñez desde el PSOE y los sindicalistas revela que, aun habiendo dado en el clavo, la recuperación económica será imposible mientras los agentes sociales y la izquierda no abandonen la retórica populista. Baste añadir que, según los datos difundidos ayer por Eurostat, España sigue siendo el segundo país con más paro de Europa.

La Razón - Opinión

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