jueves, 25 de febrero de 2010

Zapatero hace huelga en Grecia. Por Cristina Losada

Zapatero es el único gobernante del Viejo Continente que afronta la dificultad económica con una retórica anticapitalista que ya era sólo patrimonio de los fósiles del comunismo y las bandas antisistema.

Al fin, Zapatero se ha decidido a convocar una huelga general. Cierto que su jornada de lucha contra la austeridad, la reforma de las pensiones y otros recortes con los que se pretende hacer pagar la crisis a los desfavorecidos, no ha tenido lugar en España, sino en Grecia. Pero ese detalle espacial es asunto menor, susceptible de corrección inmediata con un intercambio: que vaya él a Grecia y venga aquí Papandreu. ¡Qué son las fronteras al lado de los vínculos espirituales! Y pocos casos se verán en los que haya mayor sintonía que la observada entre los huelguistas griegos y el presidente del Gobierno.

Son tantas las coincidencias, tan íntimos los lazos, que los lemas de los manifestantes atenienses se podían haber pergeñado en Ferraz, La Moncloa y la Sexta. Se diría, incluso, que los textos de las pancartas se entresacaron de cualquier mitin de Zapatero: "Los mercados deben pagar la crisis", "Que la crisis la paguen los ricos", "No seremos nosotros quienes paguemos por la crisis de los ricos", "El pueblo y sus necesidades son más importantes que los mercados".


Y del magisterio del presidente, de quién si no, venían también las palabras de éste o aquel griego airado, que achacaba los males a "los plutócratas" y lamentaba que "otros robaron el dinero y nosotros vamos a pagarlo". ¿Por qué estaba en Madrid y no con sus discípulos de Atenas?

No hay, en toda Europa, otro maestro de esa escuela. Zapatero es el único gobernante del Viejo Continente que afronta la dificultad económica con una retórica anticapitalista que ya era sólo patrimonio de los fósiles del comunismo y las bandas antisistema. Aunque él se limita a excitar las bajas pasiones. Ni expropia a los chupasangres ni cuelga a los especuladores. Por no hacer, no hace ni una huelga decorativa como la griega. Eso, sin embargo, tiene la solución apuntada. CCOO y UGT se han vuelto moderadas y no sacan a la calle ni a sus afiliados. Váyase a Grecia, presidente, que allí se encontrará en su salsa y aquí sólo puede hundirse en la incoherencia más ridícula. O convoque la huelga general contra su pensionazo y que Aznar se vaya preparando.


Libertad Digital - Opinión

0 comentarios: