martes, 21 de abril de 2009

UN COLEGIO DE CORNELLA IMPONE EL CATALAN EN EL RECREO

Como en las cárceles, las prohibiciones en este colegio catalán regulan todos los espacios. Y los niños catalanes no se libran de la asfixiante inmersión lingüística del tripartito catalán, -con la venia de ZP- y se extiende incluso a las horas de recreo. El artículo 10.4 del Decreto 142/2007 de la Generalitat de Cataluña -un texto creado para desarrollar el Real Decreto de Enseñanzas Mínimas del Ministerio de Educación- recoge que «el recreo se considera una actividad educativa integrada en el horario lectivo del alumnado y, por lo tanto, se tienen que respetar también los principios del proyecto educativo».

Hay centros catalanes de Primaria que se han tomado la norma al pie de la letra. La aplican e, incluso, la fomentan. Ese es el caso del colegio Betania de Cornellá, localidad del área metropolitana de Barcelona donde la mayoría de la población es castellanohablante. En este centro concertado se insta explícitamente a los alumnos a utilizar el catalán en sus horas de asueto. Un alusivo Al pati parlem català (En el patio hablamos catalán) recibe a los estudiantes cuando se disponen, cada jornada lectiva, a disfrutar de un breve descanso entre clase y clase, informa El Mundo.

El lema del centro sorprendió a uno de los padres que lleva a su hija al mismo, en una de esas visitas que los familiares de los escolares realizan para seguir una actividad cultural organizada por el propio colegio.

La asociación Convivencia Cívica Catalana denunció en su día que, con el decreto aprobado, «por primera vez» la Generalitat podría controlar el idioma que se utiliza en el patio. Un hecho que la plataforma presidida por Francisco Caja calificó de «perversión» del sistema educativo.
«Esta medida significa que los niños están sometidos a vigilancia y control lingüístico», aseveraba Caja en 2007. La iniciativa emprendida por el centro educativo de Cornellá no deja de extrañar a unos padres que contemplan «perplejos» actos reivindicativos contra la agresión al catalán como el que tuvo lugar en Barcelona el pasado domingo, «cuando son precisamente los catalanohablantes los que quieren imponer su lengua», según el mencionado padre.
'Permítanme la broma, sería mejor no tener Constitución'

Los nacionalistas se lo toman a broman. Ocurrió frente a un retrato de Wellington, entre los muros del palacio de Westminster. Al responsable de Política Lingüística de la Generalitat, Bernat Joan i Marí (ERC), le preguntaba un diputado galés por el estatus jurídico del catalán y del castellano.«Permítanme la broma», dijo Joan con sorna, «pero a veces sería mejor no tener una Constitución». Sus señorías le rieron la gracia, según cuenta Eduardo Suárez, corresponsal de El Mundo.

Joan hablaba como invitado de la Comisión para Asuntos Galeses de los Comunes, que estudia la conveniencia de dejar o no las competencias de política lingüística en manos de la asamblea regional de Cardiff. La frase venía a cuento de la distinción entre la oficialidad de las dos lenguas. «El catalán es oficial porque es el idioma oficial de Cataluña», dijo Joan, que añadió: «El español es oficial porque es el idioma oficial del Estado español. Nosotros intentamos asegurar que hay igualdad entre español y catalán, y eso supone corregir las desigualdades de la Historia. Si no corrigiéramos esas desigualdades, el catalán no sobreviviría». Para ellos, lo importante es la salud del idioma, no la libertad de los ciudadanos.

Acabada la sesión -en la que también habló el responsable de Telecomunicaciones, Jordi Bosch-, Joan se refirió al caso de Olav, el niño ibicenco que reclama examinarse en español: «Me ha dado bastante pena ver que un padre puede poner así a su hijo en el ojo del huracán. Yo estoy convencido de que, si no hay influencias externas que lo guíen por ese sitio, un chico de 11 años no tiene ningún tipo de trauma por hacer los exámenes en una lengua o en otra. Se está usando a un pobre muchacho y a su padre con fines estrictamente políticos».

Periodista Digital

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