viernes, 27 de febrero de 2009

Touriño obtuvo en su época ventajas de la represión del gallego

El ahora furibundo galleguista Emilio Pérez Touriño sacó provecho personal de la represión del gallego en los 80. En plena Transición competía contra un compañero en la obtención de la cátedra de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago y el Tribunal castigó a su competidor por tener sus trabajos escritos en gallego. Pérez Touriño se benefició de esa decisión del Tribunal universitario, que castigaba el uso del gallego.

La imagen que tienen arriba corresponde a una página de El Correo Gallego, publicada en la edición del 6 de abril de 1987, donde el profesor Beiras -fundador del BNG- denunciaba el atropello. La noticia apareció incluso en portada del diario.


Cuenta Rosalina Moreno en La Nación.es que cuatro años después, el recurso del competidor, hoy próximo al BNG, obligó a repetir el concurso de la cátedra, pero entonces Touriño era secretario de Estado en Madrid a las órdenes del ministro Abel Caballero y consiguió-contraviniendo la Ley de Autonomía universitaria-que el concurso de cátedra de una universidad gallega se resolviera en la Complutense de Madrid.

la Cátedra de Estructura Económica concedida en los primeros momentos a Touriño, se le retiró después, como consecuencia de las denuncias del Claustro universitario de la Facultad de Económicas a la que pertenecía y de la denuncia de múltiples organismos universitarios, así como la del actual Rector de la Complutense —Carlos Berzosa— y, por supuesto, de las gravísimas irregularidades, a todas luces fraudulentas, que empaparon el desarrollo del concurso.

LA TRACIÓN A LOS GALLEGOS

Emilio Pérez Touriño traicionó dos normas fundamentales del pueblo gallego: el Estatuto de Autonomía de Galicia y el de su Autonomía Universitaria. El objetivo: hacerse con la cátedra de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, que al final no consiguió.

En septiembre de 1986, la Universidad de Santiago de Compostela convoca un concurso público para una plaza de catedrático en el área de Economía Aplicada de su Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Concurren el profesor Ramón López Suevos y Emilio Pérez Touriño. Toruriño se presenta en situación de excedencia especial en la Universidad sin renunciar, contradictoriamente, a su cargo político como subsecretario del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones del Gobierno de Felipe González.

La Comisión Juzgadora otorga tres votos a Touriño y dos a López Suevos. Paradógicamente, una de las integrantes del Tribunal, la parlamentaria Ana Yabart Sterling no vota la obra del profesor López Suevos por estar escrita en gallego. Algo, contradictorio si tenemos en cuenta que buena parte de la de Pérez Touriño también estaba escrita en en esta lengua.

Ante tal situación, López Suevos presenta su primer recurso ante el Rector de la Universidad, compañero de partido de Pérez Touriño y actual miembro de la ejecutiva del PSOE en Galicia, Carlos Pajares. Sin embargo, la Comisión de Recursos mantiene a Yabar dentro de la Comisión Juzgadora. Es llamativo que Touriño, defensor acérrimo de la autonomía universitaria no saliese en defensa de las publicaciones en gallego, ni de su compañero de facultad, recusando a esta señora.

En 1988, el rector Carlos Pajares autoriza realizar las pruebas del concurso de la Universidad gallega en Madrid. Concretamente, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense. Un nuevo atentado contra la Autonomía Universitaria de Galicia.

Finalmente, el 21 de octubre de 1988 se presenta el concurso de la cátedra, pese a que el Decano de la Facultad de Económicas, ahora rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, no lo autoriza por “solidaridad y dignidad universitaria, ante una situación extraña que no se planteaba desde la época de Franco”.

A pesar de todo, se celebra, y ante un último recurso de López Suevos, el rector Carlos Pajares comunica a la Comisión Juzgadora que su rectorado había resuelto suspender la continuación del concurso.

Quedó suspendido definitivamente, quedando sin la cátedra a la que aspiraba el sr. Touriño y no así, trascurridos unos años, su perjudicado contrincante, Ramón López Suevos, quien aprobó la oposición a cátedra.

Periodista Digital

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