Para su sorpresa, y la de muchos otros compañeros latinoamericanos (que eran mayoría), al iniciar el master había clases en catalán, y algunos profesores reñían a los alumnos por no aprenderlo. María Elena se sintió engañada. Ahora vuelve a su país absolutamente decepcionada. “Si lo hubiera sabido antes hubiera elegido otro lugar y no hubiera pagado lo que pagué”, dice ahora.
La pregunta: ¿no deberían las universidades catalanas que enseñen en catalán hacer un examen de catalán antes, como lo hacen las universidades de Inglaterra con el inglés o las francesas con el francés? ¿O al menos informar a los alumnos antes de hacer un examen en otro idioma? ¿Y las embajadas españolas en el exterior? ¿No deberían informar sobre los distintos idiomas de España y su importancia real? ¿Fue un timo? ¿Deberían los estudiantes latinoamericanos averiguar mucho más antes de lanzarse a una aventura como la de estudiar en España?
Desde este lado del mar