lunes, 14 de julio de 2008

La Frase Progre. Por Gabriel Jackson

Es la nueva táctica. El socialismo que siempre ha reivindicado la izquierda se ha demostrado profundamente lesivo para el ser humano. Nadie, ni siquiera los progres, puede olvidar las experiencias socialistas de la Unión Soviética, China, Vietnam, Camboya, Albania y tantos otros. La miseria que causó el socialismo en estos países tardará mucho en ser olvidada.

Así que ahora lo que pretenden los progres es decir que el capitalismo sí, pero siempre que esté "controlado" y "regulado" por el Estado. Porque, como dice Mr Gabriel, "el mercado no se preocupa por el destino de los individuos, salvo en sus funciones de trabajadores y consumidores". Es falso, pero menos mal que ya está Papá Estado para preocuparse por nosotros. ¿Qué lo hace robándonos el dinero? Bueno, hombre, a veces es necesario un "sacrificio"

La cantidad de barbaridades que suelta Jackson en su artículo es digna de estudio: "Asimismo, en la época de Franklin Roosevelt, el Gobierno de Estados Unidos, consciente de que el mercado era amoral... " No, el que era amoral era Roosevelt, cuyas políticas del "New deal" prolongaron artificialmente la depresión del 29. Solo el final de la segunda guerra mundial hizo que los EEUU salieran del hoyo en el que las políticas socialistas de Mr. Franklin le metieron.

No sé cuanta historia sabrá este señor, pero de capitalismo no sabe nada: "La crisis económica de EE UU es el fruto de tantas políticas de desregulación". Al contrario, la crisis en los USA es la consecuencia lógica de la existencia de un Banco Central, que allí se llama Fed, que interfiere en el tipo de interés con el que se presta el dinero. Nada nuevo, esto ya lo denunciaba Hayek hace 70 años.

No merece la pena que leais el resto del artículo. Señor Jackson, dedíquese a la historia, porque de economía lo desconoce casi todo.

La frase Progre

1 comentarios:

Pascual Ete dijo...

El mal del progre español, al igual que el de derechas es que es antes esto o aquello que español. Recuerdese que Aznar, para poder alcanzar la poltrona, entregó competencias al sicópata enano deforme que ni siquiera figuraban en el estatuto