lunes, 5 de noviembre de 2007

EL OCASO DE UNA AGRUPACIÓN. Situación desesperada en las Agrupaciones de Ciutadans.

Un afiliado explica la situación en su Agrupación, una de las que tenía mayor número de afiliados en Cataluña. Esta situación es similar a la del resto de Agrupaciones.

No tengo ni idea de cómo andan las cosas en la globalidad del partido, ni nadie la tiene en las bases. Obviamente es un secreto celosamente guardado porque de ese dato e incluso del conocimiento de ese dato depende la vida del partido. Es como la cotización en bolsa para los valores.

Pero ocurre lo mismo a la inversa: del mismo modo que una empresa que anda mal, necesita ocultar o maquillar los datos que dan fe de su pérdida de valor, el que acude a la bolsa a comprar y vender acciones, y sobre todo el que tiene de esas acciones, necesita como el pan que come conocer su valor auténtico; ya que de eso depende que conserve las acciones o que se deshaga de ellas, a un precio o a otro o a cualquier precio.

Entiéndase por tanto, que frente al interés del partido como organización (que es tanto como decir la directiva del partido) por que no se conozcan los datos negativos de afiliación, está el interés no menos legítimo del militante de base por saber cómo anda la cotización del partido en el que ha invertido todo su capital político. Un interés y un derecho, claro está, incrementado a partir de la salida al mercado de un nuevo valor del que sabe a ciencia cierta que cotiza al alza, y que pertenece al orden de los valores en que está dispuesto a invertir. Aunque en cualquier caso, como en la bolsa, el valor al final no lo determina la empresa en cuestión, sino el que compra y el que vende sus valores.

Digo pues, retomando el hilo, que yo como militante de base no tengo ni idea de cómo andan las cosas en la globalidad del partido. En cambio sí tengo una percepción muy viva y dolorosa de cómo anda el partido desde la perspectiva reducida y parcial de mi agrupación. Y partiendo del supuesto de que no estoy en una agrupación rara o atípica, ni menos conflictiva, he de suponer que no ha de haber mucha diferencia entre el movimiento de afiliación en mi agrupación y el que se da en el resto del partido y en su totalidad.

He de hablar en efecto, mal que me pese, del ocaso de mi agrupación. En este momento, que coincide con la negativa de UPD a negociar con C’s, la fuga de militantes se ha acentuado hasta el extremo de que el Consejo de Agrupación se ha tenido que completar ya por dos veces y a malas penas se han ofrecido candidatos para la federación; y una vez completado el cupo, hemos tenido de momento una baja que no hemos podido cubrir, y otras dos anunciadas. Y lo peor es que con las bajas hechas ya efectivas (incluida la de la coordinadora) y las anunciadas como inminentes, el Consejo de Agrupación vuelve a quedarse en cuadro (con dos miembros tan sólo, o quizá con uno) y no veo la manera de recomponerlo.

Quizá esta agrupación presente un diferencial respecto a las demás, y es que la coordinadora se ha ido del partido. Las dos pruebas de que era un elemento cohesionador de la agrupación es que fue elegida por unanimidad, y que al irse ella han abandonado algunos militantes que ya estaban dispuestos a irse, pero seguían en el partido porque ella los estuvo frenando como pudo. La fidelidad al partido de todos estos “desertores” ha sido extraordinaria. Probablemente porque la imagen del partido la formaban los compañeros de la agrupación, en vez del ente abstracto o su personificación en iconos. Tal ha sido esta fidelidad, que ninguno de los “desertores” ha hecho apología ni tan siquiera de su propia deserción, y no ha inducido a nadie para que le siguiera. Esa es la verdad pura y dura.

Hay que decir también que me estoy refiriendo únicamente a los militantes más activos y comprometidos de la Agrupación. Porque aproximadamente el 50% de los militantes nunca han venido a una asamblea ni se han apuntado a trabajar en las campañas, y por tanto no tengo la menor idea del movimiento que se pueda estar produciendo en ese contingente de militantes de número.

Llegados a este punto nos corresponde preguntarnos a unos y otros si los responsables de esta sangría imparable han sido los elementos y los hados, o la simple aparición de otro partido competidor en el mismo espacio político. O si era tal nuestra debilidad, que sólo podíamos resistir en régimen de invernadero, porque al menor soplo de aire nos descomponíamos.

Algo se ha estado llevando mal para que una agrupación que funcionaba como una seda se haya desintegrado sin que se haya producido el menor incidente en la misma agrupación. Todo lo que ha determinado este desplome ha tenido lugar fuera del campo de acción de la agrupación, en ámbitos en los que ésta no tenía ni responsabilidades ni derechos, y por tanto no podía hacer nada ni para bien ni para mal. Otros niveles jerárquicos tendrán que explicar cómo se ha gestionado el partido en todo aquello que supera al ámbito del afiliado y de la agrupación.

Es que tenemos ahí encima las elecciones. Y esta sensación de inminencia no es de ahora, sino que lleva meses presionándonos. ¿Y qué es lo que ofrece el partido como respuesta a semejante reto? Parálisis. Una parálisis que mientras UPD y C’s estuvieron deshojando la margarita viendo si se juntaban o no, sirvió de coartada al activismo hueco en que la Ejecutiva camuflaba la falta de ideas y de empuje. Y entretanto, el militante de a pie, en expectativa de destino.

Pero ha llegado la hora de la verdad: la incógnita se ha despejado y la parálisis ya no tiene coartada; así que toca preparar la campaña con los efectivos que le van quedando al partido. Y volviendo a nuestra agrupación, resulta que cuando llegan los estrategas con su brillante plan de ataque, resulta que no hay indios de los que luchan: que sólo quedan de los que, como mucho, pagan la cuota. Y con ellos ni se pudo hacer campaña antes, ni se podrá hacer en adelante.

Fue un error tener un ejército impresionante de militantes entrenados para la batalla y dispuestos a darla en cuanto se les presentase un plan estratégico convincente y sonase la voz de mando; fue un error tremendo tener paralizado ese ejército. La inactividad retroalimentó el desánimo y empujó a muchos hacia la formación rival.

Para no tener inactivos esos efectivos con tantas ganas de marcha, hubiese sido bueno emplearlos incluso como mercenarios para ayudar a despegar a la nueva formación. Gratis et amore, como correspondería a enamorados de la misma causa. Pero en las cúpulas (en ambas, que cada uno ha de cargar con su fardo) las cosas no se llevaron nada bien. Y las goteras, los goterones y las heladas que nos han entrado por la cúpula, han acabado dañando todo el edificio: hasta los cimientos.

Puedo certificar el estado agónico de mi agrupación y tengo capacidad de análisis como para deslindar responsabilidades. Pero no lo voy a hacer, porque en este momento la crítica no serviría para construir; y me temo que ni siquiera para destruir. Y a pesar de todo sigo defendiendo como puedo mi agrupación (es la porción de partido en que nos hemos sentido útiles cuando hemos sido necesarios). Sigo defendiéndola porque más allá de la agrupación y más allá del partido está el proyecto, que a pesar de sus gravísimas deficiencias en uno y otro partido, sigue avanzando con mucha fuerza. ¡Y lo que le queda! De aquí a las elecciones queda mucho recorrido, y el proyecto (y me importa un rábano quién lo lidere y quiénes vayan en las listas, porque sólo conozco una persona a la que le daría mi voto con total confianza); el proyecto, digo, puede tener su gran oportunidad. Una oportunidad para la que hay tiempo hasta la misma víspera de las elecciones. Así que a aguantar como se pueda. Por el proyecto.

Corriente Tívoli

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que el último cierre la luz.

Que triste, si uno se pone a recordar como estaban las cosas en noviembre de 2006, justo hace un año

Anónimo dijo...

Los 'ex' de Ciutadans reviven sus tensiones en la UPD de Rosa Díez
• La coordinadora provisional catalana se presenta públicamente mañana

Se enfrentaron en Ciutadans y vuelven a hacerlo en la coordinadora que gestiona la delegación catalana de Unión, Progreso y Democracia (UPD), el partido que promueven la exeurodiputada socialista Rosa Díez y el filósofo Fernando Savater. Las diferencias entre quienes se reconocen liberales o de centro-derecha y los de izquierdas están afectando al funcionamiento de la coordinadora que mañana hará su presentación.
Los 16 componentes iniciales de este organismo han pasado a ser ocho en apenas unas semanas. Entre los que abandonaron este órgano de gestión, en este caso por decisión propia, se encuentra Félix Pérez Romera, uno de los 15 promotores iniciales de Ciutadans de Catalunya, aunque no llegó a convertirse en militante del Partido de la Ciudadanía. El principal motivo que provocó el alejamiento de Pérez Romera fue su desacuerdo con el carácter transversal que se dió a Ciutadans en su congreso fundacional.

RETICENCIAS
En plena crisis de Ciutadans, Pérez Romera se sumó a la corriente Alternativa Ciudadana Progresista (ACP), que agrupa a antiguos militantes del Partido de la Ciudadanía procedentes, como él, del campo de la izquierda. Los integrantes de ACP pasaron posteriormente a integrarse en la UPD.
Esta incorporación provocó reticencias, poco explicitadas en público, de los liberales de Regeneración Democrática, la corriente liberal que se enfrentó a Albert Rivera en el congreso de Ciutadans y cuyos componentes ingresaron posteriormente en la UPD. Para algunos liberales consultados por este diario resulta incomprensible que quienes en ACP se oponían a que Ciutadans tuviera un carácter transversal acogiendo a liberales y socialdemócratas, hayan ingresado en un partido que también apuesta por la transversalidad.

Anónimo dijo...

Adiós Ciutadans, adiós ilusiones, adiós esperanza... Como nos estafan y que lástima da el estado moribundo del partido...

La esperanza ahora es UPD!!: