jueves, 1 de noviembre de 2007

11M Todos absueltos

No sé por qué dicen que la sentencia protagonizada ayer por Gómez Bermúdez deja la masacre del 11-M prácticamente como estaba, es decir, pavorosamente sumida en la imprecisión judicial y la confusión policial. Al contrario, yo creo que el tribunal que se pintaba severísimo ha resultado ser una madre, podríamos decir que la madre de todos los tribunales que han llevado a la Justicia española a su penoso estado actual.
Han sido absueltos los tres acusados que la Fiscalía presentaba como autores intelectuales de la masacre, pero como la sentencia se ha absuelto a sí misma de la obligación de la coherencia, resulta que lo que en la Fiscalía valeyaica resultaba poco y malo en la sentencia resulta nada y peor.

No es que no exista autor intelectual del 11-M, ni por el lado iraquí, ni por el lado etarra, ni por el lado policíal o de servicios secretos, sino que los jueces se han absuelto de la obligación moral de explicar quién, cómo, cuándo, dónde y por qué se perpetró la masacre. Si nos atenemos a la literalidad y no a la gestualidad judicial, la mayor matanza con fines políticos de la historia de Europa Occidental fue una letal casualidad provocada por un asturiano confidente de la policía y dos moritos de lance, que son los que pechan con decenas de miles de años de cárcel. El resto de la banda del asturiano y su policía adjunta han sido también absueltos, claro.

En realidad, toda la actuación policial, sea chapucera o sospechosa, ha sido absuelta. Hasta las pruebas más sórdidamente inexplicables han sido acepadas, desde la mochila de Vallecas a la Kangoo, so pena de tener que vérselas con Gómez Rotenmeyer que, pese a su hosca fama, perdonó los «periplos extravagantes» de unas pruebas cuya cadena de custodia empieza cuando la Policía diga que empieza la cadena de custodia, doctrina novedosísima que espantará a los amigos del Estado de Derecho. Podríamos decir que ayer nació el Estado Policial del 11-M, pero quizá sólo se absolvió cualquier abuso de la Policía. ¿Deducción de testimonio? ¿Para qué? La Policía, el CNI y la Guardia Civil, que, dadas sus relaciones con los tres condenados, hubieran podido evitar fácilmente la masacre, nunca se equivocan. Absueltos quedan también el juez instructor y la fiscal Valeyá. Y el PSOE porque no se condena a la ETA que no se juzgaba, aunque Bermúdez extremara el gesto, y el PP, porque también quedan absueltos Irak, las Azores o Al Qaeda. Pero los más absueltos son el fiscal Zaragoza y los propios jueces, a cuenta del arma del crimen. No se sabe lo que estalló en los trenes, pero tuvo que ser un explosivo de Mina Conchita. ¿Por qué? Pues porque sí. Vamos, que aunque también absuelta, la autora intelectual del 11-M sólo pudo ser... ¡Conchita! (Grandes aplausos).

Federico Jiménez Losantos, Comentarios liberales
El Mundo, 1-11-2007

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