CONGRESO DE CIUTADANS / Los delegados rechazan el informe de gestión de la Ejecutiva por 166 votos en contra, 163 a favor y 70 abstenciones / La formación se define como «de centro-izquierda no nacionalista»
BARCELONA.- Los ánimos andan muy divididos en Ciutadans. Los delegados que participan en el Congreso de la formación no nacionalista reprobaron ayer la gestión del actual presidente del partido, Albert Rivera, por la mínima: 166 votos en contra, 163 a favor y 68 abstenciones.
El castigo a Rivera fue aún más evidente en otras votaciones, ya que el informe de gestión financiera también fue rechazado y lo mismo ocurrió con el del Consejo General del partido, que no llegó ni siquiera a someterse a votación al ser considerado «insuficiente» por la gran mayoría de los casi 500 delegados reunidos durante este fin de semana en el hotel Hesperia de L'Hospitalet de Llobregat.
El propio Rivera hizo autocrítica antes de que la asamblea tumbase su informe. El presidente de Ciutadans inició su presentación reconociendo que la Ejecutiva «no ha trabajado todo lo necesario» y entonando el mea culpa por la «falta de comunicación» detectada durante el último año entre la dirección del partido y sus agrupaciones, según indican fuentes de la formación.
Rivera acudía a este Congreso entre un mar de críticas, pero también con muchas posibilidades de resultar reelegido como presidente de la formación. Sin embargo, el sector crítico ha sabido encontrar a un oponente sólido, el profesor de Ciencia Política Luis Bouza-Brey, que ha presentado una candidatura con posibilidades de batir a la de Rivera.
También se han presentado otras tres listas que, sin embargo, no parecen tener opciones de hacerse con el control de Ciutadans.La candidatura de Bouza-Brey iba ganando cuerpo ayer a medida que los delegados iban rechazando las propuestas y los informes de Rivera, aunque hasta esta tarde no se sabrá si éste se mantiene o no al frente de la formación, por la que es diputado en el Parlament de Catalunya.
El único informe que se aprobó durante la jornada de ayer fue el de la comisión de garantías. Pero ese visto bueno de la asamblea también es un varapalo para Rivera, pues esta comisión es el único órgano independiente del partido que no está sometido al control del presidente. Según explican fuentes próximas a Bouza-Brey, Rivera intentó que este informe también fuera rechazado para argumentar que la mala gestión dentro del partido es generalizada.Sin embargo, los delegados no secundaron esta estrategia.
A Rivera se le veía ayer «preocupado y en situación de inferioridad al ver su autoridad reducida», indican las mismas fuentes. Sin embargo, el actual presidente del partido sí recibió el espaldarazo de los congresistas en la ponencia sobre ideario del partido.Un triunfo que hay que atribuir al catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, que apoya la candidatura de Rivera, y que presentó una enmienda a la totalidad del proyecto de ideario presentado por la ponencia. La enmienda de De Carreras salió victoriosa y, por tanto, Ciutadans pasará a definirse como un partido de «centro-izquierda» tal y como proponía el catedrático.
La aceptación de esta definición va en contra de los intereses de Bouza-Brey, cuya candidatura pretendía que Ciutadans incorporase un ideario más amplio, que incluyese a liberales progresistas y social demócratas. Así las cosas, todo sigue muy abierto, hoy, de cara a la elección de presidente.
La ponencia de estatutos, que se reunió a última hora de la tarde, arrojó alguna luz sobre el posible resultado. En este foro se debatía si los miembros de los órganos de dirección de Ciutadans deben ser elegidos a través de listas abiertas o si las candidaturas deben ser cerradas.
Rivera era partidario de las listas cerradas, pues considera que con este mecanismo se consigue una Ejecutiva más cohesionada y, por tanto, con más capacidad para trabajar en equipo. Bouza-Brey, por el contrario, defendía las listas abiertas para que todos los interesados tengan posibilidades de participar en la gestión de Ciutadans.
Después de una discusión muy reñida, en la que hubo incluso «descalificaciones personales», según indican algunos de los congresistas que participaron en la ponencia, se decidió que las listas sean cerradas. Sin embargo, esta resolución fue tan ajustada -se contabilizaron 109 votos a favor de las listas cerradas y 96 que optaban por las listas abiertas- que no puede ser definitiva según lo que establecen los estatutos de Ciutadans. Por este motivo, será en el plenario que se celebra hoy domingo donde se decida cuál de los dos sistemas va a ser, a partir de ahora, el que se utilice para elegir a los miembros de los órganos de dirección del partido.
Leonor Mayor
El Mundo, 01-07-2007
BARCELONA.- Los ánimos andan muy divididos en Ciutadans. Los delegados que participan en el Congreso de la formación no nacionalista reprobaron ayer la gestión del actual presidente del partido, Albert Rivera, por la mínima: 166 votos en contra, 163 a favor y 68 abstenciones.
El castigo a Rivera fue aún más evidente en otras votaciones, ya que el informe de gestión financiera también fue rechazado y lo mismo ocurrió con el del Consejo General del partido, que no llegó ni siquiera a someterse a votación al ser considerado «insuficiente» por la gran mayoría de los casi 500 delegados reunidos durante este fin de semana en el hotel Hesperia de L'Hospitalet de Llobregat.
El propio Rivera hizo autocrítica antes de que la asamblea tumbase su informe. El presidente de Ciutadans inició su presentación reconociendo que la Ejecutiva «no ha trabajado todo lo necesario» y entonando el mea culpa por la «falta de comunicación» detectada durante el último año entre la dirección del partido y sus agrupaciones, según indican fuentes de la formación.
Rivera acudía a este Congreso entre un mar de críticas, pero también con muchas posibilidades de resultar reelegido como presidente de la formación. Sin embargo, el sector crítico ha sabido encontrar a un oponente sólido, el profesor de Ciencia Política Luis Bouza-Brey, que ha presentado una candidatura con posibilidades de batir a la de Rivera.
También se han presentado otras tres listas que, sin embargo, no parecen tener opciones de hacerse con el control de Ciutadans.La candidatura de Bouza-Brey iba ganando cuerpo ayer a medida que los delegados iban rechazando las propuestas y los informes de Rivera, aunque hasta esta tarde no se sabrá si éste se mantiene o no al frente de la formación, por la que es diputado en el Parlament de Catalunya.
El único informe que se aprobó durante la jornada de ayer fue el de la comisión de garantías. Pero ese visto bueno de la asamblea también es un varapalo para Rivera, pues esta comisión es el único órgano independiente del partido que no está sometido al control del presidente. Según explican fuentes próximas a Bouza-Brey, Rivera intentó que este informe también fuera rechazado para argumentar que la mala gestión dentro del partido es generalizada.Sin embargo, los delegados no secundaron esta estrategia.
A Rivera se le veía ayer «preocupado y en situación de inferioridad al ver su autoridad reducida», indican las mismas fuentes. Sin embargo, el actual presidente del partido sí recibió el espaldarazo de los congresistas en la ponencia sobre ideario del partido.Un triunfo que hay que atribuir al catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, que apoya la candidatura de Rivera, y que presentó una enmienda a la totalidad del proyecto de ideario presentado por la ponencia. La enmienda de De Carreras salió victoriosa y, por tanto, Ciutadans pasará a definirse como un partido de «centro-izquierda» tal y como proponía el catedrático.
La aceptación de esta definición va en contra de los intereses de Bouza-Brey, cuya candidatura pretendía que Ciutadans incorporase un ideario más amplio, que incluyese a liberales progresistas y social demócratas. Así las cosas, todo sigue muy abierto, hoy, de cara a la elección de presidente.
La ponencia de estatutos, que se reunió a última hora de la tarde, arrojó alguna luz sobre el posible resultado. En este foro se debatía si los miembros de los órganos de dirección de Ciutadans deben ser elegidos a través de listas abiertas o si las candidaturas deben ser cerradas.
Rivera era partidario de las listas cerradas, pues considera que con este mecanismo se consigue una Ejecutiva más cohesionada y, por tanto, con más capacidad para trabajar en equipo. Bouza-Brey, por el contrario, defendía las listas abiertas para que todos los interesados tengan posibilidades de participar en la gestión de Ciutadans.
Después de una discusión muy reñida, en la que hubo incluso «descalificaciones personales», según indican algunos de los congresistas que participaron en la ponencia, se decidió que las listas sean cerradas. Sin embargo, esta resolución fue tan ajustada -se contabilizaron 109 votos a favor de las listas cerradas y 96 que optaban por las listas abiertas- que no puede ser definitiva según lo que establecen los estatutos de Ciutadans. Por este motivo, será en el plenario que se celebra hoy domingo donde se decida cuál de los dos sistemas va a ser, a partir de ahora, el que se utilice para elegir a los miembros de los órganos de dirección del partido.
Leonor Mayor
El Mundo, 01-07-2007
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