lunes, 18 de junio de 2007

Críticos con Rivera presentarán una candidatura para presidir Ciutadans

Planean la alternativa tras «el rotundo e indisimulable fracaso» en las municipales / El líder del partido atribuye las críticas a la tensión precongresual.

«Casi un tercio de los electores que nos votaron sin conocernos, cuando sólo éramos una promesa, nos han retirado su voto tan pronto nos han conocido». Con esta amargura se expresa el sector crítico de Ciutadans en un documento que ha redactado para valorar «el rotundo e indiscutible fracaso» de esta formación en las recientes elecciones municipales del 27 de mayo.
Este sector, que está muy decepcionado con la actuación de Albert Rivera al frente del partido, se plantea presentar una candidatura alternativa a la del actual presidente de Ciutadans en el próximo Congreso de la formación, que se celebrará en L'Hospitalet los próximos días 30 de junio y 1 de julio.

«No queremos ganar a nadie, sólo deseamos un cambio para que pueda avanzar el proyecto, que es muy bonito», indica una de las integrantes de este sector crítico, que no quiere dar su nombre para «evitar posibles represalias».

«Otros de los que han criticado a la dirección de Ciutadans han sido suspendidos de militancia y, en esa situación, no se puede participar en el Congreso, lo que dificultaría que prosperase la candidatura alternativa a Rivera», explica para justificar su deseo de permanecer en el anonimato.

Autocrítica

Entre otras muchas cosas, este grupo de ciudadanos reprocha a Albert Rivera que no haya hecho «autocrítica» tras el «fracaso» en las elecciones municipales. «El objetivo era lograr entrar en las principales ciudades en las que habíamos tenido buen resultado el 1 de noviembre, como Barcelona, Tarragona, Hospitalet, Badalona, Terrassa, Santa Coloma, Cornellà o Cerdanyola», se lamentan en el documento.

La realidad no tiene nada que ver con esas aspiraciones: Ciutadans sólo ha logrado 13 concejales, de los que cinco proceden «de una lista rehabilitada del PP», en Gimenells, la única alcaldía gobernada por los no nacionalistas.

«Nuestra proyección pública se ha basado en un discurso populista, contradictorio y superficial. Se ha abusado de un discurso antipolítico orientado tan sólo a señalar burdamente los vicios del sistema y de la clase política, sin articular alternativas ni proponer soluciones creíbles o factibles», añade el escrito, que se suma a un manifiesto, que hace unas semanas firmaron una cuarentena de militantes de Ciutadans.

Los críticos no dudan en responsabilizar a Rivera de ese fracaso.Le acusan de «incapacidad para ejercer el liderazgo de manera eficiente», de elegir a sus colaboradores «descartando los criterios de valía y cualidad» y de ser un líder «autoritario».

Rivera no quiere entrar en la polémica, pues considera que su papel dentro del partido tiene un cierto carácter «institucional» y prefiere evitar el enfrentamiento directo con los sectores que le critican.

Sin embargo, fuentes cercanas al presidente de Ciutadans, explican que Rivera atribuye la tensión surgida en los últimos tiempos en el seno del partido a las «tensiones propias de una situación precongresual». «Las distintas corrientes están tomando posiciones de cara al Congreso que es inminente», afirman.

Las mismas fuentes desmienten que desde la dirección de Ciutadans se tomen represalias contra los que se oponen al presidente.Reconocen que algunos militantes de Cerdanyola fueron suspendidos de militancia, pero defienden que estos ciudadanos no dudaron en boicotear la campaña del partido en las municipales, molestos porque su candidatura no fue la elegida para concurrir a las urnas.

Por último, añaden que las listas alternativas a la de Rivera pueden presentarse desde ahora y hasta el 1 de julio para facilitar la elección más «libre y democrática» de la máxima autoridad del partido.

Además, estas fuentes cercanas a Albert Rivera aseguran que el líder de Ciutadans rechaza hacer autocrítica sobre las elecciones municipales al considerar que ése no es su cometido dentro del partido y que una tarea de esas características corresponde al secretario general.

Una adhesión muy polémica

La adhesión de Albert Rivera a un manifiesto firmado por unos 40 militantes de Ciutadans contra su gestión causó sorpresa la semana pasada.

Pero Rivera no vio en ese documento una crítica directa a su persona. El manifiesto exponía la necesidad de recuperar los valores democráticos dentro de Ciutadans y detallaba una serie de principios que Rivera comparte, según indican fuentes cercanas al presidente de la formación no nacionalista.

Rivera no se sintió aludido y consideró que las críticas contenidas en el manifiesto -en el que no aparecía ningún nombre de forma explícita- no iban dirigidas a su persona, sino a otros miembros de la Ejecutiva de Ciutadans.

Sin embargo, difícilmente podría ahora Rivera suscribir el nuevo documento crítico que circula entre los militantes del partido, pues en este escrito sí se hace una referencia expresa a la gestión del líder no nacionalista.

«Rivera se benefició del capital político que decidimos darle al concentrar en él, como primer nombre de un listado alfabético, la totalidad de los recursos del partido, a fin de convertirlo en un líder popular. Una vez se ha demostrado que no es la persona que puede liderar este partido, debemos pedirle que renuncie al cargo de presidente, como un acto de dignidad y de gratitud para todos los que deseamos que este partido tenga futuro», indica el citado escrito.

Este sector crítico añade que Rivera «no ha sido capaz de mantener coherencia ni siquiera con la esencia del discurso de ciudadanía, al apelar a veces de manera grosera y con eslóganes de brocha gorda al sentimiento identitario españolista». Y concluye que la gestión de Rivera ha desembocado «en un mensaje etéreo e insustancial y también en una falta alarmante de propuestas de calado político».

Leonor Mayor
El Mundo, 18 de junio de 2007

0 comentarios: