lunes, 19 de febrero de 2007

Ridículo histórico de Chaves


Los andaluces dieron ayer la espalda, de forma clamorosa, al nuevo Estatuto que incluye la referencia histórica a Andalucía como «realidad nacional». El referéndum para la ratificación del texto alcanzó una escueta participación del 36%. O lo que es lo mismo, el 64% de los andaluces no acudieron a las urnas, a pesar de la intensa campaña del PSOE, PP e IU.

El sí ganó por abrumadora mayoría, pero el resultado global supone un rotundo fracaso para la clase política andaluza, puesto que su reforma estatutaria ha sido respaldada por menos de un tercio del censo electoral. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha hecho el ridículo impulsando un texto que nadie pedía, con el único objetivo de tener una coartada política para dar vía libre al Estatuto catalán en nombre del PSOE que preside. El último barón le ha hecho ese favor a Zapatero, pero este referéndum ha puesto en evidencia que los socialistas ya no son capaces de movilizar al electorado andaluz como antaño. También Javier Arenas debería reflexionar sobre su apoyo a un texto con artículos semejantes a algunos del Estatuto catalán que el PP ha recurrido ante el Constitucional.

A pesar de la llamada de felicitación de Zapatero a Chaves por el nuevo Estatuto, el presidente del Gobierno es quien menos motivos tiene para felicitarse. Las dos consultas populares que se han celebrado -la catalana y la andaluza- para refrendar las reformas estatutarias han demostrado que los ciudadanos no están de acuerdo con el modelo de Estado que impulsa el Gobierno socialista. Digan lo que digan sus promotores, la reforma de los estatutos no ha superado la prueba de la legitimación ciudadana y en cambio está haciendo paulatinamente inviable nuestro Estado.

Editorial de El Mundo, 19-02-2007

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