miércoles, 21 de febrero de 2007

Francesc de Carreras: "exigir la autodeterminación de Catalunya es una estupidez”

El abogado y catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat Autònoma de Barcelona Francesc de Carreras fue junto al dramaturgo Albert Boadella y el periodista Arcadi Espada uno de los impulsores de la asociación Ciutadans de Catalunya que, después y poco antes de las autonómicas, se convirtió en un partido que ha logrado colocar contra todo pronóstico tres diputados en el Parlament.

- ¿Le sorprende aún el éxito de Ciutadans en las autonómicas de noviembre?
- Los tres diputados se lograron tras una campaña modesta y sin eco en los medios, pero el trabajo fue de los líderes del partido, no de los impulsores. Aquel resultado, además, no implica nada para las municipales, que se ven a veces como unas primarias sin recordar que su lógica es otra, aunque para CiU igual sí que son una última oportunidad. La federación se construyó desde el poder y en torno a Pujol, pero ahora mandan otros y Pujol no está. Si CiU pierde Tarragona, no gana en Barcelona ciudad y pierde diputaciones podría llegar a implosionar o quedar como una fuerza de segunda fila.
- En Catalunya, la consigna parece reeditar el tripartito donde sea posible, pero el recurso sobre la constitucionalidad del Estatut está pendiente. ¿Puede el fallo deslegitimar al Govern y sus reediciones?
- El Estatut no se anulará en su totalidad y la inconstitucionalidad se limitará a aspectos concretos. El Tribunal Constitucional puede declarar nulos ciertos preceptos o hacer sentencias interpretativas, que obligan a que la ley se interprete y aplique sólo como el tribunal fija. La sentencia, si modifica el texto, deslegitimará a los que lo aprobaron pero quizá las consecuencias no sean tan graves como puede parecer. En los 80, el Constitucional se pronunció en contra de 14 de los 38 artículos de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA) y no dimitió nadie.
Ustedes dicen que el problema del Estatut, a parte de su contenido, es el efecto contagio. ¿Puede el fallo afectar a los otros estatutos similares aunque no haya recursos contra ellos?
- El Estatut obliga por ejemplo al Estado a invertir durante siete años en Catalunya un porcentaje del gasto total en infraestructuras equivalente al PIB de Catalunya respecto al de España. Eso impide al Gobierno aprobar los Presupuestos Generales que crea convenientes porque una ley orgánica le coarta. En el estatuto de Andalucía hay unos 60 artículos copiados del texto catalán y sí, cuando se apruebe habrá problemas.
- Pero el Estatut fue aprobado en un referéndum y el Estatuto de Andalucía se aprobará en otro ¿Pueden los jueces cuestionar la voluntad popular?
- El ordenamiento jurídico coloca a todos por debajo de la ley y la decisión del Constitucional pesa más que la del pueblo de Catalunya o Andalucía expresada en referéndum. Antes se podían interponer recursos antes de aprobar las leyes, pero eso se eliminó porque se hacía un mal uso y los recursos, casi siempre politicos paralizaban las leyes. La cautela aconsejaba reservar esa posibilidad para leyes aprobadas en referéndum para evitar conflictos generados por fallos desfavorables, pero no se hizo. Que la gente esté de acuerdo en algo no implica siempre que ese algo sea correcto.
- Se le olvida que aunque el PP cuestiona el Estatut catalán, ha apoyado el de Andalucía y el de Valencia, que son parecidos, según dice.
- Al PP y al PSOE no les importa crear los problemas si pueden sacar algo generándolos. En Andalucía apoyan el estatuto porque los andaluces quieren lo mismo que Catalunya y oponerse a eso no es gratis. Los estatutos no pueden limitar al Estado invocando una supuesta condición de nación que se sugiere para Catalunya o apelando al peso demográfico de Andalucía. El PP se jacta de salvaguardar la unidad de España, pero apoya estos estatutos para lograr o mantener el poder, como en Valencia o Andalucía.
- Antes ha dicho que en el texto catalán no figura que Catalunya sea una nación.
-Se habla de nacionalidad y de un común acuerdo mayoritario que dice que Catalunya es nación y eso es porque la nación jurídica y la cultural no son lo mismo. En derecho, una lengua y una cultura no bastan para hablar de nación, por que la nación es un conjunto de personas que se otorgan a sí mismas unos mecanismos de gobierno en tanto que sujeto de la soberanía. Decir que Catalunya es nación equivale en términos jurídicos a otorgar a una parte de España una soberanía que no le corresponde, porque quien la ejerce es el todo, no la parte. El Estatut define una comunidad cultural, pero eso no permite hablar de nación o de derecho a la autodeterminación.
- ¿Puede Catalunya invocar ese derecho?
- La autodeterminación se puede invocar sólo en casos de control colonial y servía, para que los ciudadanos de Ghana o Kenya denunciasen que Gran Bretaña limitaba sus derechos con un régimen diferente al de los ciudadanos de la metrópolis. En Lleida y Bilbao se disfruta de los mismos derechos que en Segovia y, por eso, invocar ese derecho desde Catalunya o Euzkadi es una estupidez. Volvemos a lo de antes: no se trata de solucionar problemas, se trata de ver qué se logra con ellos. Es lo que pasa con la lengua y el precepto de disponibilidad lingüística, que obliga al propietario de un negocio a atender a sus clientes en la lengua en que le interpelen. Eso es normativizar las relaciones particulares y las administraciones sólo deben intervenir si hay conflicto. Es atentar contra la libertad.
- Pero el catalán es una lengua débil, eso es un hecho.
- Y merece protección especial, pero no se puede decir que sea la lengua propia de Catalunya, porque el castellano también lo es. El CIS indica que sólo el 41% de los catalanes tiene el catalán como primera lengua. ¿Es que acaso el resto tiene actitudes lingüísticas impropias? Los territorios no tienen lengua y derechos, porque sólo los tienen las personas que viven en ellos. La lengua debe dejar de ser un discurso central. Ese es el problema de la política actual, hacer pasar por centrales temas que no lo son.
¿Lo dice como si fuera un problema general o sólo de Catalunya?
- General. Zapatero sólo ha trabajado para solucionar problemas reales con la Ley de la Dependencia. Lo demás, y en lo demás cabe el matrimonio homosexual y la retirada de Irak, son gestos sin peso sobre la vida de las personas.
¿Eran el Estatut y el terrorismo los grandes temas de la legislatura?
- Zapatero tenía otras ideas sobre el Estado, pero sus aliados le han metido en una trampa. El camino del estado de las autonomías implicaba desarrollar lo que había, no cambiarlo de arriba a abajo. Ese modelo de Estado, aunque los nacionalistas no lo reconozcan, tenía mucho de federal, pero el Estatut se ha pasado de rosca. A Zapatero le han metido varios goles al convertir en centrales debates que él no deseaba.

Luis Ángel Pérez de la Pinta (La Mañana) (18/02/07)

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