jueves, 11 de enero de 2007

Lágrimas en el cielo


El 20 de marzo de 1991, Conor Clapton murió accidentalmente al caerse por la ventana desde el piso 53 de un rascacielos de Nueva York y estrellarse contra el tejado de un edificio de cuatro plantas. Tenía cuatro años y medio.

Su padre, el guitarrista y compositor Eric Clapton, compuso nueve meses más tarde, cuando pudo reponerse de la muerte de su hijo, una de las más hermosas baladas que existen: Tears in Heaven (Lágrimas en el cielo).

Al iniciarse la letra, Clapton pregunta a su hijo: ¿te acordarás de cómo me llamo cuando nos encontremos en el cielo? Es una buena pregunta. El propio título de la canción está extraído de uno de los versos, en el que el padre se consuela de la muerte de su hijo pensando que en el cielo, por fin, no habrá más lágrimas.

¿De verdad que no las hay? Lo único que vence a la muerte, dentro de esta vida, es el recuerdo. En el recuerdo de los que nos quieren vivimos para siempre. Conor Clapton tuvo la suerte de poder ser recordado, pero hay muchas otras personas a las que no se ha otorgado semejante privilegio. Hay muchas otras personas a cuyos padres, a cuyos hijos, a cuyos esposos o esposas, se les negó el simple derecho de recordar a sus muertos.

Porque recordar a sus muertos era acordarse de que sus asesinos seguían impunes. Y de que los políticos usaban esas muertes como moneda de cambio. Y de que el resto de la sociedad mirábamos hacia otro lado, los unos por desinterés, los otros por miedo, los demás por vergüenza. Prohibimos a esas personas recordar haciendo que ese recuerdo les fuera aún más doloroso.

Hay algo peor que el que se muera un ser querido y es que te lo asesinen. Y hay algo peor que el que te asesinen a un ser querido y es que, encima, te nieguen la Justicia. Y hay algo peor que el que te nieguen la Justicia por el asesinato de un ser querido, y es que, encima, haya quienes medren con su muerte.

Durante mucho, demasiado tiempo, España entera ha permitido que el cielo siga estando inundado de lágrimas.

P.D.: Esta tarde, a las 17:45, Gabriel Moris y yo estaremos dando una charla en el Centro Cívico Juan de la Cierva, en la Plaza de las Provincias s/n de Getafe. La charla no será muy larga, puesto que tenemos que estar en Atocha a las 8, pero tendremos mucho gusto en saludar a todos los peones del sur de Madrid que quieran acercarse.

Luís del Pino
Libertad Digital, 11-01-2007

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