jueves, 11 de enero de 2007

La ausencia del PP y la AVT convierte la manifestación en la primera sin acuerdo tras un atentado mortal

La ausencia del Partido Popular (PP) y de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en la manifestación convocada para el próximo sábado en Madrid, a favor de la paz y en contra del terrorismo, hará que este acto sea el primero que se realiza después de un atentado mortal con las fuerzas políticas y sociales divididas.

Esta manifestación ha sido convocada por CCOO, UGT y la Federación Nacional de Asociaciones de Ecuatorianos en España (FENAEE). A ella se han sumado más de 270 organizaciones, pero otras han decidido desvincularse, con lo que la división está servida.

En el PP mantuvieron durante todo el día de ayer la incógnita de si acudirían o no a esta protesta. Finalmente, pasadas las 22.00 horas, el partido de Mariano Rajoy difundió un comunicado en el que indicaba que no apoyará esta convocatoria porque «genera división y siembra confusión en la estrategia de lucha contra ETA». A juicio del PP «no se ha buscado el consenso y se han rechazado las sugerencias respecto al lema y al contenido del manifiesto».

Otro argumento de los populares para no acudir a esta manifestación es que en la pancarta que abrirá la marcha no va a figurar la palabra «libertad». Los convocantes han elegido el lema Por la paz y contra el terrorismo.

Unas horas antes de comunicar esa decisión, los presidentes de las comunidades autónomas en las que gobierna el PP acordaron, en una reunión con Rajoy, que aprovecharán hoy su presencia en la tercera Conferencia de Presidentes para pedir a Rodríguez Zapatero que cambie su política contra ETA y vuelva al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo que ese partido firmó con el PSOE en 2000.

El presidente de La Rioja, Pedro Sanz -que compareció tras la reunión ante los periodistas en nombre de sus compañeros-, dejó bien claro que todos ellos coincidieron en que la reunión de hoy «no puede pasar» sin un pronunciamiento sobre la lucha contra ETA.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo anunció por la mañana, por su parte, que no acudirá a la manifestación. A pesar de que los convocantes han explicado que no tiene relación con los partidos políticos, el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, indicó ayer que es un acto «partidista de quienes apoyan la negociación con los asesinos».

«La AVT nunca ha convocado ni ha apoyado iniciativas manipuladas por intereses partidistas ni sindicales con la intención de dar apoyos encubiertos a una negociación con los asesinos de ETA», indicó. Los convocantes hicieron un llamamiento para que reconsidere su postura, pero no dio resultado.

Aunque parezca increíble, esta manifestación contra ETA ha roto incluso la intocable unidad de acción sindical entre las dos centrales mayoritarias. Ayer, durante varias horas, los máximos responsables confederales de CCOO pusieron en duda su respaldo a esta convocatoria. La responsable de Banca de este sindicato, María Jesús Paredes, declaró a la emisora Intereconomía que ella no participará en una manifestación que no esté convocada por todos los partidos democráticos.

Poco después, el secretario general de ese sindicato, José María Fidalgo, expresó sus dudas sobre si acudiría a la protesta que ha convocado su organización de Madrid y aplazaba la decisión hasta conocer el manifiesto final.

Ese manifiesto «no estaba cerrado ayer», según las fuentes consultadas por este periódico, a pesar de que entre ambas organizaciones sindicales han circulado durante los últimos días varios borradores. Según esas fuentes, el acuerdo pactado entre CCOO y UGT consiste en que en el texto se incluyan las principales reivindicaciones que acordaron ambos sindicatos en el año 2000, cuando ETA rompió su anterior tregua.

Horas después de que Fidalgo expresara sus dudas, su sindicato hizo público un comunicado en el que confirmaba que acudirá a la manifestación del sábado.

En la dirección de CCOO informaron a EL MUNDO que la intención de esta central ha sido concitar el mayor consenso contra el terrorismo. «Si el Foro Ermua o el Partido Popular estiman que se debe incluir la palabra libertad en el lema de la convocatoria, CCOO considera que merecería la pena hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar la presencia de todas las fuerzas democráticas, incluida el PP. «Incluir esa palabra no debería suponer un problema», indicaron esas fuentes.

Después, tras reunirse con la dirección regional de CCOO de Madrid, Fidalgo anunció que asistirá. Esta actitud del máximo dirigente de CCOO provocó desconcierto en UGT. «Fidalgo, que no su sindicato, ha vuelto a politizar un llamamiento de los representantes de los trabajadores contra el terrorismo», indicaron desde el sindicato que lidera Cándido Méndez.

«El lema estaba pactado entre CCOO y UGT de Madrid y más de 270 organizaciones que apoyan la concentración. La convocatoria estaba en las imprentas y, de repente, Fidalgo dice que no sabe si va o no va. Resulta raro. No había pasado nunca», añadieron esas fuentes.

Agustín Yanel y Pascual García
El Mundo, 11-01-2007

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