martes, 10 de mayo de 2011

¡Menos mal que está el PP para echarle la culpa de todo! Por Federico Quevedo

El primer fin de semana de campaña electoral para las elecciones del 22 de mayo nos deja un panorama bastante desolador en lo que a mensajes de los líderes políticos se refiere. El PP sigue a lo suyo, erre que erre, centrado en los ciudadanos y en la difícil situación económica, haciendo oídos sordos a las provocaciones socialistas. El asunto podría incluso ser encomiable si no fuera porque los propios militantes del Partido Popular echan a veces de menos una reacción de sus líderes a la campaña de acoso brutal que ha puesto en marcha el PSOE. Es verdad que la economía y sus consecuencias ocupan hoy los primeros puestos de la lista de preocupaciones de los ciudadanos, pero eso no es razón suficiente como para que Mariano Rajoy abandone otros discursos que también tienen mucho que ver con la crisis política e institucional que atraviesa este país.

Se echa en falta algo más de contundencia por parte del líder del PP en el asunto de Bildu, teniendo en cuenta además que su silencio no ha servido para acallar la devastadora maquinaria de propaganda puesta en marcha por un PSOE preocupado por el daño colateral que la sentencia del TC puede ocasionarle. Ya no estamos en los tiempos del proceso de paz, y para un PSOE a la baja con un acusado deterioro hechos como la sentencia sobre Bildu acrecientan la desconfianza del electorado hacia los socialistas.


Eso, y la propia dinámica de una campaña en la que las encuestas siguen advirtiendo que el 22-M puede darse un vuelco electoral de proporciones todavía no del todo advertidas, es lo que está llevando al Partido Socialista a posiciones de extremismo de nefastos recuerdos en otras épocas. La campaña socialista lejos, muy lejos, de intentar convencer a la ciudadanía, lo que hace es amedrentarla. Estamos otra vez en la estrategia del miedo a la derecha, una derecha que según ZP es la culpable del paro porque el paro es la consecuencia de las políticas de Aznar. Si eso fuera así, lo sorprendente es la manera en que el propio ZP presume de haber conseguido la tasa más baja de paro en 2007, gracias precisamente ¡a las políticas de Aznar! Una derecha que, según ZP y otros dirigentes socialistas, va a recortar derechos sociales adquiridos por los españoles gracias a los socialistas, pero supongo que la gente no se tragará esa patraña teniendo en cuenta que ha sido precisamente ZP el que ha llevado a cabo el mayor recorte social de toda la historia democrática, y amenaza todavía con seguir abundando en la misma política en los próximos meses.
«El PSOE vuelve por sus fueros, por las posiciones estalinistas, y elige de nuevo como compañeros de viaje a los mismos con los que compartió mesa en la anterior legislatura: los movimientos antisistema y los nacionalismos radicales, entre los que se incluye el mundo proetarra.»
Una derecha que, según los socialistas, pone en riesgo la democracia por criticar al Constitucional por la sentencia de Bildu… ¡Vaya! Partiendo de la base de que Rajoy no ha dicho ni ‘mu’ sobre el asunto, y ya nos hubiera gustado que lo hiciera, no sé en qué manual sobre democracia dice que las sentencias de los jueces no sean criticables, sobre todo aquellas que vienen de un tribunal político… No recuerdo que el PSOE dijera lo mismo de sus correligionarios del PSC cuando el mismo TC emitió una sentencia sobre el Estatut que no agradó ni a socialistas ni a nacionalistas catalanes, y desde ambas posiciones se ha venido manteniendo una actitud, no solo de crítica, sino de desacato al TC incumpliendo esa sentencia. O sea, lo de siempre, si es la izquierda la que critica al Constitucional eso es muy democrático, pero si lo hace la derecha entonces se trata de una involución fascista. Pues hasta aquí podríamos llegar. Lo cierto es que el fin de semana el PSOE ha desplegado una auténtica batería de misiles en forma de insultos y provocaciones hacia el PP, que es verdad que ponen de manifiesto que están muy nerviosos por lo que pueda pasar el 22 de mayo, pero que hace pensar que quien de verdad está jugando con fuego y poniendo en riesgo el sistema democrático no es el PP, sino el PSOE y sus huestes.

Daba la sensación, en estos meses atrás, de que probablemente influidos por la situación económica y la necesidad de adoptar medidas económicas antisociales, ZP y el PSOE abandonaban esa posición de radicalismo para buscar un tono más moderado que le diera cierta credibilidad de cara a los mercados financieros y las instancias internacionales. Todo mentira. El PSOE vuelve por sus fueros, por las posiciones estalinistas, por el extremismo más atroz, y elige de nuevo como compañeros de viaje a los mismos con los que compartió mesa y mantel en la anterior legislatura: los movimientos antisistema y los nacionalismos radicales, entre los que se incluye el mundo proetarra. La izquierda acusa al PP de ser la ‘derecha de la derecha’ y esas tonterías, pero lo cierto es que quienes de verdad se están dando la mano con lo más antidemocrático que pueda existir en nuestro panorama político-social son ellos, que han actuado de comparsas complacientes con los proetarras y con una izquierda radical que todavía hoy, a estas alturas de la película, debe ser la única izquierda occidental que sigue rindiendo tributo al comunismo, al socialismo real enemigo de la democracia y la libertad.


El Confidencial - Opinión

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