lunes, 27 de diciembre de 2010

El mensaje del rey Juan Carlos y los enredadores de guardia. Por Antonio Casado

El mensaje navideño del Rey ya es un clásico. Lo mismo que las ganas de enredar por cuenta de sus alusiones a la actualidad política. O económica, como es el caso por tercer año consecutivo, con su inevitable trasfondo político. El trasfondo lo ponen los enredadores. No el Rey, que se limita a cumplir la Constitución (artículos 56, 64 y 65), en lo referido a su papel institucional. A saber: sus actos carecen de validez si no están refrendados por el Gobierno. Con una sola excepción, que no es precisamente el mensaje navideño sino el gobierno de la Casa del Rey (nombramientos, ceses y administración de los fondos presupuestados que le asigna el Estado).

En esas coordenadas se debe interpretar los contenidos de este tipo de recados de la Corona a la opinión pública. No es que don Juan Carlos venga obligado a decir lo que Moncloa le dicta. De hecho, en muy pocas ocasiones el texto ha sufrido retoques cuando Zarzuela se lo hace llegar en vísperas de su emisión. Pero sería un contrafuero que el Rey emitiera opiniones contrarias a la política del Gobierno de la Nación o hiciera de su capa un sayo a la hora de comentar la jugada como si fuera un elemento más del debate político y mediático.
«El párrafo elegido por los enredadores de guardia versa, naturalmente, sobre la crisis económica y la forma de superarla.»
El párrafo elegido por los enredadores de guardia versa, naturalmente, sobre la crisis económica y la forma de superarla, después de reconocer que se han puesto en evidencia “desequilibrios y deficiencias estructurales que hemos de resolver juntos con eficacia y prontitud” ¿Y cómo?, pues abordando “las reformas necesarias” y “cumpliendo nuestros compromisos en materia presupuestaria y de déficit”.

Eso es lo que dijo don Juan Carlos en su alocución del viernes por la noche. Como se ve, nada nuevo, todo ya dicho, en línea con la más pura ortodoxia de la lucha contra la crisis económica en clave española. Uno, las reformas son urgentes. Dos, hay que hacerlas por consenso. Lo firmaría ahora mismo Rodríguez Zapatero, por supuesto, pero también Mariano Rajoy y Artur Mas, por citar a los líderes de las tres mayores fuerzas políticas con representación parlamentaria.

Pero los enredadores tienen sus propios códigos. Y bastó una declaración de la dirigente del PSOE, Elena Valenciano, reconociendo la hoja de ruta del Gobierno en las citadas palabras, para denunciar la pretensión partidista de apropiarse del mensaje ¿Por decir, como dijo Valenciano, que el Rey es un defensor de las reformas que el Gobierno está acometiendo para salir de la crisis? ¿A alguien le pasa por la cabeza que el Rey hubiera formulado en tan singular ocasión una crítica a las reformas planteadas por el Gobierno para salir de la crisis?
Pues no. Ni eso, ni tampoco una crítica a las recetas de la oposición. Hubiera desbordado el papel asignado a la Corona. Tampoco es caso porque Mariano Rajoy, como Zapatero, como el PSOE, como el Gobierno, como Elena Valenciano, como CiU, comparte absolutamente lo que dijo el Rey. “Hace tiempo que el PP se apunta a las reformas y a las propuestas de unidad”, dijo el portavoz González Pons, fijando la postura del principal partido de la oposición sobre el mensaje navideño de don Juan Carlos.


El Confidencial - Opinión

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