lunes, 20 de septiembre de 2010

Deuda con la Guardia Civil. Por José María Carrascal

Justicia para la Guardia Civil, y que Méndez, Toxo y Lara se queden en su manifestación, rodeados de sus «liberados».

POCOS abucheos más merecidos que el que recibieron los dirigentes de CCOO, UGT e IU al incorporarse a la manifestación de los guardias civiles reclamando sus derechos laborales. Merecida, primero, porque las suspicacias de nuestra izquierda hacia la Guardia Civil viene de lejos. Segundo, porque nunca se ha preocupado de sus reivindicaciones y, tercero, porque asomar en esa manifestación pocos días antes de su huelga general es un acto de oportunismo tan grosero que repugna. Podrían haberse ocupado hace muchos años de la discriminación que sufren los miembros del Instituto Armado y sus familias, en vez de aparecer ahora que necesitan su apoyo. Menos mal que no dejaron hablar a Toxo ni a Méndez como intentaban. Pero tampoco debe extrañarnos, conociendo los sindicatos que tenemos, «de clase», pero de clase privilegiada, sobre todo en sus dirigentes, y una izquierda que hace mucho tiempo perdió el contacto con el mundo en que vivimos.

Dicho esto, tengo que añadir algo que he dicho tantas veces y seguiré diciendo hasta que no vea respuesta: que es una vergüenza que un guardia civil gane menos que un guardia urbano, que un policía nacional y no digamos ya de un mosso d'escuadra o un ertzaina, corriendo infinitamente más riesgo en su labor, trabajando mucho más, siendo mucho más eficaz y viviendo en condiciones mucho más humildes en sus casas-cuartel. Últimamente, incluso se les despacha a misiones militares en el exterior, como Afganistán, donde ya han muerto varios de ellos. ¿Cuándo van a equipararse, por lo menos, a las policías autonómicas? ¿No le da vergüenza al ministro de Interior tenerles en estas condiciones? Ya sé que corren tiempos de apretarse el cinturón y de reducir gastos. Pero hay montones de partidas en el presupuesto donde puede recortarse sin mayores daños excepto a los directamente afectados, mientras en otras se impone establecer la paridad, y no sólo por justicia, sino también por interés nacional. Estando la Guardia Civil a la cabeza de ellas.

La desvergüenza llega a su límite cuando se quiere utilizar el carácter militar del Instituto Armado para impedir que exponga públicamente sus reivindicaciones. ¿No era la izquierda la primera en pedir se quitase esa característica al Cuerpo? ¿O va a resultar que el gobierno Zapatero no es de izquierdas? Pero noto que me estoy metiendo en terrenos escabrosos: el de fijar la naturaleza política de nuestro gobierno, algo que trae de cabeza a los politicólogos. Así que vamos a dejarlo en lo dicho: justicia para la Guardia Civil, y que Méndez, Toxo y Lara se queden en su manifestación, rodeados de sus «liberados» del tajo, más que suficientes para llenar las calles.


ABC - Opinión

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