lunes, 16 de agosto de 2010

El muestrario de ZP. Por Félix Madero

El obsequioso Moratinos, silente. Eso qué es, ¿prudencia, diplomacia o sentido de la oportunidad?

UNA de las habilidades del Gobierno es su amplio muestrario para encontrar soluciones. Cuando yo era niño se prodigaba por los pueblos un hombre vestido con traje oscuro que viajaba en un coche pequeñito que tenía cegadas las ventanillas traseras donde llevaba su mercancía. Era el viajante, una profesión que se ha perdido, pero que conectaba al pueblo con el exterior. No sólo traía un muestrario con las telas a vender, traía noticias, sucedidos. Y si no los tenía, quizá los inventaba, que nadie en aquellos tiempos le iba a contradecir, y la mercancía había que colocarla con decisión y desparpajo. Enfrente de mi casa había tres comercios de telas, y en todos tenía yo paso franco porque sus dueños, Ginés sobre todo, conocían mi afición a quedarme con el canuto de cartón en el que iban, y van, enrolladas las telas. Los ojos de un niño vieron a ese hombre oscuro vendiendo el género con decisión y sabiduría: Es que este color no lo vendo, decía el dueño. Será porque no lo pones en el escaparate, replicaba el viajante. Es que esta tela resulta ordinaria. Será que no has dicho que Lola Flores la gasta. Es que esta otra resulta demasiado moderna. Pero bueno, exclamaba el viajante, di a tus clientas que compren el Hola y verán lo que lleva la hija de Franco. El viajante hacia su faena, se marchaba, y allí quedaba el momio, a ver quién era la guapa que quería ir vestida como en las revistas.

Esto recordaba en estos días veloces de verano cuando el viajante se me ha aparecido con la mismísima cara de Zapatero. No quiero ser irrespetuoso con el presidente que es, quiéralo o no, también el mío, pero menos querría ser descortés con los viajantes, cuyo oficio rememoro en un acto de justicia y modernidad. Vamos a ver: ¿Que cree que el Gobierno de España no es claro con el caprichoso y chocarrero Rey de Marruecos? Entonces es que ignora cómo se hace la política exterior, tan delicada y sutil. ¿Que cree que Moratinos debería estar presente cuando Marruecos provoca a nuestra Policía? Bueno, es que entonces usted no sabe para qué sirve el Rey de España. ¿Que nos quejamos porque vemos al presidente incapaz de decir que Melilla y Ceuta son España, incluso antes de que Marruecos existiera? Pues sale el errabundo Manuel Chaves y dice que estamos confundiendo prudencia con diplomacia.

El problema no es la calidad de la mercancía, la cuestión es que el vendedor y su red de agentes colegiados creen que el dueño del comercio, o sea usted amigo lector, es gilipollas y no distingue el lino del tergal. O sea, la prudencia de la diplomacia. Y el obsequioso Moratinos, silente. Eso qué es, ¿prudencia, diplomacia o sentido de la oportunidad? El viajante de mi infancia inventaba historias mientras salían del muestrario las telas que no quería nadie. Siempre estaba al quite y no descansaba, sobre todo cuando había mercancías que colocar. ¿Han visto a Mohamed VI con qué arte las despacha?


ABC - Opinión

0 comentarios: