martes, 16 de marzo de 2010

No hay nada que negociar con el terror

Todas las falsas treguas que ha declarado la banda a lo largo de su historia le han servido para ganar tiempo, rearmarse y obtener todo el poder posible para posteriormente volver a financiarse con él.

Los persistentes rumores de una nueva ronda de diálogo con la banda terrorista ETA –auspiciada por Jesús Eguiguren, presidente del PSOE vasco– han hecho saltar todas las alarmas dentro del Partido Popular, con cuyos votos Patxi López se aupó a la presidencia de la Comunidad Autónoma hace ya un año. El problema es que lo que suena es algo más que simple ruido.

Todo apunta a que ciertos e influyentes sectores de la franquicia socialista en el País Vasco están abriendo una segunda negociación con la ETA porque algunos dentro del PSOE consideran que la banda está metida en una reflexión para dejar las armas. Es decir, el mismo cuento que vendieron hace cinco años y que llegó hasta un Congreso de los Diputados que, sin dudarlo ni un momento, otorgó carta blanca al Gobierno para sentarse con los etarras a hablar de igual a igual.


En aquel entonces, la coartada de Zapatero –porque enteramente suyo era el proyecto de abrir aquellas negociaciones– fue que había que dar una oportunidad a la paz y que la ETA estaba por la labor de aprovecharla. No sucedió nada de eso. La banda reinterpretó los términos de la tregua colocando una furgoneta-bomba en un aparcamiento del aeropuerto de Barajas que acabó con la vida de dos personas.

Ya se le había advertido al Gobierno de que con los terroristas no se puede negociar bajo ninguna circunstancia y de que, si se hacia, la negociación estaba abocada al fracaso. Zapatero hizo oídos sordos y lo único que recogió fue el reguero de cadáveres que la ETA ha ido dejando desde que rompió unilateralmente la tregua. Eso sí, lo hizo sólo tras las últimas elecciones municipales, en las que, gracias a la lenidad de la Fiscalía, muchas candidatos proetarras volvieron a los ayuntamientos.

Podemos garantizar que si se intenta de nuevo volverá a suceder exactamente lo mismo. Todas las falsas treguas que ha declarado la banda a lo largo de su historia le han servido para ganar tiempo, rearmarse y obtener todo el poder posible para posteriormente volver a financiarse con él. No existe, pues, una segunda oportunidad. Al terror no se le dan oportunidades, al terror se le aplica la Ley. Es algo tan elemental que no deja de sorprender que siga quedando gente dentro del PSOE con el sentido común tan trastocado como para creerse que a los terroristas se les puede apaciguar en una mesa de diálogo.

Sin embargo, una vez más, lo que la realidad indica es muy distinto a lo que dicta la razón. Los contactos con la ETA se encuentran, según ha podido verificar el propio PP, muy avanzados. De ahí el nerviosismo entre los de Basagoiti, que pactaron con el PSOE pensando que se iba a portar bien, o que Mayor Oreja se muestre seguro de que la legislatura no acabara sin que el Gobierno nos haya metido en una nueva negociación con la banda. Si el ex ministro de Interior está en lo cierto, el Partido Popular tiene por delante un inesperado desafío con el que no contaba. El PP vasco, por su parte, traicionado por su socio, se vería en la obligación de retirar todo apoyo al ejecutivo de López. Ahora sólo quedar ver si ambos, Rajoy y Basagoiti, saben estar a la altura de las circunstancias.


Libertad Digital - Editorial

0 comentarios: