viernes, 26 de marzo de 2010

Berzosa y los rebeldes reaccionarios. Por Cristina Losada

Ese hombre de progreso, zapaterista con causa, sólo podía castigar a quienes se atrincheran en causas condenadas por el dogma dominante. ¡La segregación por sexos! Ya el nombre provoca repulsión.



Too good to be true. Eso me dije cuando supe que el Rector Magnífico de la Universidad Complutense iba a meter en cintura a los "violentos". Su decisión de abrir expediente a unos estudiantes que le acosaron y zarandearon obedecía, a todas luces, más al hecho de haber sido él mismo la víctima que a un principio general. No había mostrado intención de disciplinar a aquellos universitarios que, en febrero de 2008, vulneraron la libertad de expresión de la candidata de UpyD. Pero, en fin, el ego herido puede ser motor de giros extraños, imprevisibles, copernicanos. ¿Berzosa, ahora, contra los grupos de intolerantes y fanáticos que se han hecho fuertes en los campus? ¿Por qué no?

En tales reflexiones andaba cuando he topado con la clave. Resulta que los revoltosos que increparon al rector no son los extremistas de la izquierda y el nacionalismo que protagonizan las coacciones en los antiguos templos del saber. No, señor. Son conservadores, jóvenes apegados a la tradición, reaccionarios, sin duda, que, entre otras extravagancias, se resisten a que los colegios mayores alberguen a estudiantes de ambos sexos. De ahí que su radiografía sociopolítica figure bajo el título de "Rebeldes contra la igualdad" en el principal dispensario del maniqueísmo que el buen progresista necesita para sobrevivir con el confort moral acostumbrado.

Gracias a El País he podido entender por qué el Berzosa de hoy no es el Berzosa de ayer. Ese hombre de progreso, zapaterista con causa, sólo podía castigar a quienes se atrincheran en causas condenadas por el dogma dominante. ¡La segregación por sexos! Ya el nombre provoca repulsión. Sugiere el ominoso régimen de apartheid. Racismo, sexismo, machismo, clasismo. También. Pues no está lejos de dictaminarse que, además de reaccionarios, los que maltrataron a Berzosa, son de clase alta. Pecado de nacimiento que sólo se lava mediante la conversión al progresismo, por lo menos.

Que las chicas prefieran vivir con chicas me parece del todo natural, a la vista del estilo de vida que prima entre los adolescentes masculinos. Y a la inversa. Pero ello es tan contrario a la ortodoxia establecida como la educación diferenciada. En cualquier caso, ha de aplicarse la igualdad ante la ley. Los actos de violencia no deben quedar impunes, sean quienes sean sus autores. Hasta la apología del terrorismo, rector, tiene que desaparecer de la Universidad que usted rige.


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