miércoles, 20 de enero de 2010

La invasión de los marines, única alternativa al caos en Haití . Por Antonio Casado

Me parecen inoportunas, injustas y mezquinas las objeciones francesas a la irrupción de los marines en ese camposanto a cielo abierto. En las actuales circunstancias de caos y desolación, sin que ni la ONU ni la UE hayan mostrado la menor eficacia en la gestión de la tragedia, la intervención del Ejército norteamericano para gestionar la distribución de la ayuda internacional y garantizar el orden público es la mejor alternativa. Por razones de vecindad y de preeminencia.

Se sigue tratando del patio trasero, pero esta vez la invasión sólo puede ser pacífica y constructiva. Es un insulto a la inteligencia compararlo con el intervencionismo norteamericano descrito en los manuales. El de cercanías (Panamá, Chile…) y el de lejanías (Somalia, Iraq…). Ya no sólo se trata del clásico derecho de injerencia humanitaria, que contempla el derecho internacional en relación con la asistencia primaria a las víctimas de conflictos armados (Convenio de Ginebra). Ahora estamos hablando del deber de injerencia humanitaria, aunque el supuesto no sea un conflicto armado sino una catástrofe natural.

Veámoslo en el terreno práctico. La comunidad internacional tiene un problema urgente en Haití y debe resolverlo con eficacia. El sufrimiento de los haitianos no puede esperar a que otros decidan si los marines van para resolver un problema humanitario o para fundar una colonia. Discutir sobre si hay violación de soberanía es un lujo que no se pueden permitir. Sería como no agarrar el salvavidas porque te cae mal el socorrista. Ni los haitianos ni la comunidad internacional se pueden permitir este estúpido debate.

Es indecente perder el tiempo en discutir si los motivos del Ejército norteamericano son de ayuda o invasión, solidaridad o injerencia, mientras los haitianos piden a gritos cosas tan primarias como compasión y solidaridad; es decir, comida y medicinas. Y capacidad organizativa para hacerlas llegar. ¿Quién está en condiciones de hacer eso y de hacerlo rápida y eficazmente? Sólo EEUU, sin perjuicio de que a posteriori la intervención de sus soldados tenga el inmediato respaldo de la ONU y la cooperación internacional.

No tengamos miedo a las palabras cuando van descargadas. A saber: la invasión militar norteamericana de Haití es el único remedio al caos, la desorganización y la inexistencia de poderes públicos. Si ya era incierta la presencia de un Estado antes del terremoto, después de él es evidente que hasta la mera apariencia de Estado ha desaparecido en esta castigada parte de la isla bautizada por Colón como La Española.

El pillaje, la descomposición de los cuerpos, los desajustes en el reparto de la ayuda, la violencia en las calles, la ruina de los edificios, etc… son retos de orden y disciplina. Imposible encontrar esa capacidad de gestión en Haití. Ha de venir de EEUU, la potencia regional, por las razones de cercanía y preeminencia antes mencionadas. Aparte de apostar por esta solución, poco más puede hacerse, amén de reiterar los llamamientos a la solidaridad con los haitianos o describir de nuevo el horror.

Haití es ya uno de los países del mundo con mayor dependencia de la ayuda internacional. Con terremoto y sin terremoto. Esa dependencia va camino de institucionalizarse. Antes o después, tendrá que convertirse en un protectorado de la ONU, refundarse en Senegal o resignarse a ser neocolonizada por EEUU. No sería mala solución para un país absolutamente destruido y sin resortes propios para remontar.


El confidencial

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