viernes, 8 de mayo de 2009

Cataluña se declara independiente de España en Educación

El Parlament aprobará a principios de junio por amplia mayoría la normativa que permitirá a Cataluña gestionar su propio sistema de enseñanza, independiente del general de España. Esto supone un desafío al Estado de magnitud equivalente a la del inconstitucional Plan Ibarretxe, puesto que supone de hecho una declaración unilateral de independencia en materia educativa. Una vuelta de tuerca más para la imposición del régimen nacionalista.

Escribe Esther Armora en ABC que, gracias a este nuevo marco legal, que se aprobará, previsiblemente, a comienzos de junio, la Generalitat tendrá libertad absoluta para decidir sus contenidos curriculares, es decir qué materias imparte y cómo las organiza, y tendrá también vía libre para gestionar sus plantillas docentes.

En este sentido, la ley contempla la creación de un cuerpo de profesorado propio y unas oposiciones diferenciadas, que se realizarán en catalán y requerirán a los aspirantes no sólo conocer la lengua autonómica sino también «las instituciones» de esta Comunidad.

La LEC liquida la polémica tercera hora de castellano y entierra las pocas esperanzas que mantenían aún los defensores del bilingüismo de que se restableciera el equilibrio entre las dos lenguas oficiales en esta Comunidad.

De hecho, la nueva normativa no sólo blinda el modelo lingüístico, convirtiendo al catalán en la única lengua de uso en la escuela —el castellano queda por detrás del inglés con sólo dos horas semanales—, sino que permite que se puedan impartir contenidos curriculares en «lengua extranjera» pero no en castellano.

El último redactado, que asume muchas de las 250.000 alegaciones que recibió en un principio, ha sido pactado durante todos estos meses por PSC, ERC y CiU, dejando al margen a ICV.

Esta curiosa alianza entre socialistas y convergentes —se dice que la acción de Esquerra en el redactado se limita a poco más que la cuestión lingüística (artículos 9 y 11)—, que ha abierto heridas insanables en el seno del desgastado tripartito catalán, supone el primer ensayo de la anunciada sociovergencia catalana.

Es la primera vez en treinta años que en Cataluña la mayoría gubernamental vota dividida una nueva ley. Y no sólo eso, sino que ésta sale adelante gracias al apoyo de la primera fuerza de la oposición.

Se amplían los conciertos

Los convergentes han velado y mucho —por encargo explícito de su líder Artur Mas— para que en el último texto que esta semana se remata en el Parlament se refuerce el papel de la escuela concertada.

En este sentido, la ley contempla que los conciertos se extiendan al bachillerato y la FP, y acepta también que los centros que practican educación diferenciada puedan acceder al concierto. Este último punto ha llevado a los ecosocialistas a oponerse a la ley.

Iniciativa considera que la LEC «no es una ley de país» y no garantiza los mismos derechos y obligaciones para la red pública y la concertada. Portavoces de esta formación han avanzado que no descartan reclamar la consejería de Educación para cambiar la ley si se reedita el tripartito.

Un desafío al Estado

Tal y como recuerda el editorial de El Mundo, "la norma desprecia las leyes del Estado, las sentencias judiciales y hasta el nuevo Estatuto y la propia Constitución, en lo que supone un paso decidido hacia el monolingüismo".
"Lo grave es que el mismo PSOE que defiende el bilingüismo en el País Vasco se propone convertir Cataluña en monolingüe. Es inconcebible que Montilla impulse tal persecución del castellano con una política que sirve a los intereses de los sectores independentistas, que no ocultan su intención de caminar hacia el soberanismo a partir del control de la educación. Y qué decir de la histórica torpeza de la necia frivolidad de Zapatero, que dio alas a esta deriva desde el mismo momento en que aceptó que el Estatuto consagrara el catalán como única lengua «vehicular»".

Periodista Digital

Sindicalistas contra Esperanza Aguirre: "La próxima visita, será con dinamita"

Siguen "enamorados" de Zapatero, a pesar de los más de 4 millones de parados. A la que parecen odiar a muerte es a Esperanza Aguirre y este jueves montaron una trifulca de espanto, con amenazas, apedreos y algaradas en la Asamblea de Madrid. Fueron desalojados de la tribuna de invitados, montaban el pollo alentados por diputados de del PSOE e IU que aplaudían sus insultos. En la calle, ante una policía pasiva y contemplativa, se dedicaron a apedrear la Asamblea.

Trabajadores de Iveco, BP Solar y Arcelor Mittal se concentraron a las 16:00 horas de este jueves frente a la Asamblea de Madrid para reivindicar el mantenimiento de los puestos de trabajo de las tres empresas, pero un grupo de ellos asistió como invitados al parlamento regional y montaron un circo.

Cuando los parlamentarios debatían sobre el volumen de parados, un grupo de energúmenos comenzó a gritar con ataques personales al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y a la presidenta, Esperanza Aguirre, en una muestra más de la estrategia sindical: hay que atacar al gobierno regional y evitar enfrentamientos con el Ejecutivo que dirige José Luís Rodríguez Zapatero.

La presidenta de la Asamblea, Elvira Rodríguez, tras varias llamadas al orden, tuvo que pedir a Seguridad que los desalojara, pues sus voces y actitud amenazante no dejaban continuar con la sesión de control al Gobierno. Rodríguez también ha expulsado al diputado socialista José Quintana después de que éste irrumpiera a gritos y Elvira Rodríguez le rogara varias veces que se callara. Los diputados del PSOE e IU les aplaudieron entusiasmados su actitud y abandonaron en tropel el pleno en un acto que se está convirtiendo en una costumbre en la oposición dentro y fuera de la Asamblea. De hecho, el jefe de los socialistas, Tomás Gómez, ha boicoteado ya varios actos institucionales de la Comunidad de Madrid al negarse a asistir, como en el homenaje a las víctimas del 11-M o el acto del Día de la Comunidad.

Los trabajadores, afectados por la presentación de expedientes de regulación de empleo (ERE) en sus respectivas empresas, comenzaron la trifulca cuando Esperanza Aguirre abandonaba el salón de plenos en medio de la intervención de su consejero de Economía, Antonio Beteta, sobre la situación del sector industrial. "¡No nos hace ni puto caso!", "¡que nos vea!", "¡no al cierre!", han gritado los trabajadores que asistían al pleno, mientras cerca de un millar de compañeros permanecían concentrados a las puertas de la Asamblea.

Los manifestantes se han abalanzado hacia la entrada de la Cámara, donde también han hecho explosionar petardos al grito de "Con nuestro curro no se juega" y la "Próxima visita será con dinamita", entre otras proclamas. Han tirado las vallas que delimitaban el espacio de su concentración en la acera de enfrente del Parlamento y, aunque la policía lo ha intentado impedir de forma pacífica, han llegado hasta la misma puerta de la Asamblea, y han tirado piedras y tuercas.

El único gobierno que ha sufrido las protestas sindicales desde que comenzó la crisis es el de Aguirre, cuando los dirigentes de CCOO y UGT encabezaron el pasado 19 de abril una marcha “por el empleo”, que en realidad era una manifestación contra Aguirre.

Nadie sale a la calle en Andalucía, la comunidad autónoma con más parados de España, ni protesta contra la política del Ministerio de Trabajo y resulta impensable algo así en el Congreso de los Diputados.

Iveco, BP Solar y Arcelor Mittal

En Iveco, 1.024 trabajadores de la planta situada en la carretera de Barcelona están afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Sobre el resto de la plantilla -unos 1.880 empleados- amenazan medidas de suspensión de jornada que se aplicarían de forma rotatoria hasta final de año.

En el caso de BP Solar se ha planteado el cierre de sus dos centros madrileños -el de San Sebastián de los Reyes y el de Tres Cantos-, lo que afectaría a 480 personas.

Por su parte, ArcelorMittal propone, dentro de sus planes de ajuste internacional, la suspensión de toda la actividad de la fábrica de Villaverde, con una plantilla de más de 400 personas durante un año completo.

Periodista Digital

¡ESTAN CONTENTOS! Por M. Martín Ferrand

UNAS pocas gotas de optimismo son, en lo personal, el catalizador indispensable de la esperanza y, en lo colectivo, un elemento germinal de los grandes proyectos que pueden, y deben, pretender todas las generaciones. Por el contrario, las sobredosis resultan demoledoras. Es el caso del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En el éxtasis del poder y perdida la capacidad para percibir la realidad próxima, los miembros y miembras de tan singular equipo están entregados a una fórmula que a) les empuja a estar encantados de haberse conocido, b) anula en sus procesos mentales, unitarios y grupales, al más mínimo sentido autocrítico, c) provoca en todos ellos un gran desprecio por la experiencia y la sabiduría ajenas, d) entienden la posibilidad de los milagros dentro del marco del laicismo y e) según el modelo establecido por el presidente, ninguno se siente responsable de sus propios dichos y actos. Están contentos.

Tras el Consejo de Ministros extraordinario de anteayer y convenientemente emperejiladas, las dos vicepresidentas, sin razonar la convocatoria atípica de un Consejo que careció de contenido y en alarde de elegante vaciedad, mostraron su complacencia por la buena marcha del Plan Español de Estímulo de la Economía y el Empleo -el Plan E-, esa coña marinera que ya ha engendrado 91 medidas gubernamentales sin que ninguna de ellas, a juzgar por lo dicho por las vicepresidentas, la generalista y la especializada, haya dejado de funcionar a la perfección. A mayor abundamiento, la muy hacendosa Elena Salgado se alejó del frío rigor de los datos para decirnos, con el calor de la expresión poética, que empiezan a verse «brotes verdes» en el panorama económico español.

El Plan E supone un gasto del 2,3 por ciento del producto interior bruto y, aunque sólo fuera por ello, exige más rigor y concreción en las referencias de su ejecución. Fue Ben Bernanke, el actual presidente de la Reserva Federal USA quien, hace ya semanas, utilizó la expresión de los «brotes verdes» como contrapunto para señalar que la situación sigue empeorando y que todavía nos esperan muy malos momentos. No para engañar a los norteamericanos. ¿Cómo puede, aquí y ahora, un Gobierno manifestarse contento, optimista y acrítico con más de un 17 por ciento de parados y a la espera de llegar al 20? Sólo la inconsciencia o la mentira, a elegir, puede sostener una conducta de tal naturaleza.

ABC - Opinión

PATXI LOPEZ Y EL OLVIDO CALCULADO. Por Guillermo Dupuy

País Vasco

«Aun a riesgo de incurrir en el olvido calculado –pero sin tener que manipular datos ni negar cuanto ocurrió–, yo sí quisiera olvidar cosas que Patxi López hizo y dijo en un pasado muy reciente. El problema es que el nuevo lehendakari no me deja.»

"Escribí sin odio contra las formas verbales destinadas a propalar el odio, alimento básico del terrorista. Y escribí contra el olvido calculado tras el cual acecha el futuro revisionista, borrador profesional de huellas, el manipulador de datos, el negador venidero de cuanto ocurrió".

Estas hermosas palabras del escritor Fernando Aramburu fueron pronunciadas el pasado martes por Patxi López durante su discurso de investidura como nuevo lehendakari. En ese discurso, López también reivindicó una lucha contra el terrorismo que no se reduzca "a detener terroristas, sino también a reaccionar ante sus expresiones públicas y conseguir su deslegitimación social, especialmente en los ámbitos de la enseñanza, el asociacionismo y los medios de comunicación".


Aun a riesgo de incurrir en el olvido calculado –pero sin tener que manipular datos ni negar cuanto ocurrió–, yo sí quisiera olvidar cosas que Patxi López hizo y dijo en un pasado muy reciente; cosas que justificadamente "helaron la sangre" de la madre del asesinado Joseba Pagazaurtundúa; cosas como su condescendencia a la excarcelación de un asesino irredento como De Juana Chaos; cosas como dar interlocución y sentarse con los miembros de la ilegalizada representación política de ETA; como sus llamamientos a "ambas partes" a ceder por la paz; cosas como las descalificaciones que Patxi López dirigió contra quienes reivindicaban –como hoy él– la permanente lucha contra el terrorismo y su deslegitimación social en todos los ámbitos; cosas como las votaciones socialistas en Estrasburgo a favor de un proceso de dialogo de ETA, que hizo a los batasunos allí desplazados descorchar más de una botella; cosas como la condescendencia a la vulneración del Pacto por las Libertades, la Ley de Partidos o, en general, el ralentí del Estado de Derecho durante el mal llamado proceso de paz; cosas, en definitiva, como las muchas que me tengo que dejar en el tintero y que quiero olvidar sin tener por ello nunca que borrar huellas, manipular datos o negar cuanto ocurrió.

El problema está en que López no me deja olvidar. En ese mismo discurso, López volvió a reivindicar "una paz con generosidad, pero sin precio político", conocida fórmula de quienes nunca han reconocido ni reconocerán jamás abiertamente que están dispuestos a negociar precios políticos. Un precio político que se empieza a pagar desde el mismo momento en que te sientas con terroristas prófugos, que donde deben sentarse es en el banquillo; un precio político que también se está dispuesto a pagar cuando ofreces impunidad disfrazada de una generosidad que no sería, en ningún caso, tuya, sino de cada uno de los asesinados, de los heridos y de sus familiares.

La paz no requiere de generosidad política, sino de justicia, de esa justicia que queda en entredicho cada vez que cuestionamos la certeza del cumplimiento de las penas. Al debilitar esa disuasoria certeza lo que hacemos es reducir los costes que perciben los terroristas por seguir intentando conseguir sus objetivos por la vía de la violencia. Y que no me hablen de la reinserción, pues ese objetivo lo debe ser de la pena y no de ningún proceso de paz, y exige un tratamiento individualizado del preso, con independencia de lo que hagan o dejen de hacer los demás. Cada vez que a los terroristas les ofrecen "generosidad", estos lo interpretan como lo que es, como una oferta de impunidad nacida de la debilidad.

Insisto en que quiero olvidar, sí, pero tampoco me dejan las declaraciones que, al día siguiente de la votación, López pronunciaba en La Ser. Así, tras señalar que tiene al PNV en "alta consideración", López afirmó que "la paz es el objetivo, y si tengo que arriesgar, arriesgaré". ¿A qué futuro riesgo se refiere quien desde antes de ser nombrado lehendakari ya estaba en la diana de ETA? Está claro que López no se refiere aquí al riesgo de estar amenazado de muerte por el hecho de no ser nacionalista, si no a la posibilidad de volver a intentar a través del diálogo algo que en múltiples ocasiones ha acabado en fracaso. Las palabras de López denotan que no ha repudiado definitivamente el paradigma del final dialogado de la violencia. Ese diálogo, sin embargo, no es una posibilidad por la que merezca volver a arriesgarse, sino –en el mejor de los casos– un error en el que no hay que reincidir.

Tal vez la oportunidad que para la libertad y la verdadera paz brinda la histórica salida del PNV del Gobierno vasco exija cierto olvido calculado. Pero desde luego no quiero negar lo que ocurrió y menos aún favorecer su repetición venidera.

Libertad Digital

CIENCIAS DE LA CORRUPCION. Por Ignacio Camacho

EN un país en el que sanguinarios terroristas reciben considerables facilidades para sacarse títulos universitarios en la cárcel no ha de resultar demasiado extraño que un conspicuo corrupto acuda a la Universidad como invitado de un curso sobre latrocinio institucional. Nadie más indicado que Julián Muñoz para ilustrar una lección de cleptocracia. En esto debe de consistir el famoso Espacio de Bolonia, que prima, dicen, el aprendizaje práctico; cuando acabe la sesión, al ex alcalde de Marbella lo deberían investir doctor honoris causa. Y ponerle con mucha prosapia el birrete y la beca encima del uniforme de presidiario.

En España siempre han tenido mucho predicamento cultural los delincuentes. La picaresca es el género que inventa la novela moderna, y ya dejó escrito André Gide que con buenas costumbres no se hace buena literatura. Muñoz quizá no alcance a dar el tipo de un antihéroe, porque le falta cierta profundidad existencial, pero de la asignatura de corrupción -que ya son ganas de modernizar la programación académica- tiene más experiencia que muchos otros profesores de las suyas. En el nuevo diseño curricular, sus años de mangancia equivalen por lo menos a una licenciatura de gramática parda. El único reparo que cabe formular a la Universidad que lo ha invitado consiste en que lo ha incluido en un curso de Periodismo; tendrían que llevarlo a clase de Economía o Empresariales, para que explique el arte de obtener plusvalías mediante recalificaciones. Al fin y al cabo, el futuro universitario va a estar en la especialización del conocimiento, y ya que de investigación científica andamos regular bien se podría avanzar por las áreas de mayor raigambre autóctona.

También es una lástima que la lección magistral vaya a impartirse en Madrid. Aprovechando que se trata de un curso de verano los alumnos podrían tener la oportunidad de recorrer los escenarios más luminosos de la corrupción costera sin abandonar el tradicional ambiente lúdico-festivo propio de las universidades estivales. Marbella, desde luego, con visita al búnker de la Gerencia de Urbanismo y a la concurrida prisión vecina de Alhaurín de la Torre; Alcaucín, Benalmádena, Baleares, la costa valenciano-alicantina, Canarias... he ahí un interesante itinerario para organizar todo un máster de posgrado en fenomenología del cohecho. Y con José Luis Roca de ponente estrella sobre ingeniería venal administrativa. Si es por catedráticos no han de faltar las más reputadas autoridades en la materia... aunque a alguna habría que sacarla previamente del trullo. Pero, como quedó dicho al principio, este detalle no debe representar una dificultad en un sistema penitenciario tan obsequioso con los asesinos etarras que raro será que no acabemos viendo a alguno explicar en sede académica Ciencias del Exterminio.

ABC - Opinión

IL SORPRASSO. Por Emilio Campmany

CIS

«Todavía los habrá en el partido que, tras ser sofronizados por Arriola, digan que aún hace falta más simpatía y más sacarina porque la imagen del PP es todavía demasiado dura, poco atractiva y no inspira confianza.»

El Barómetro del CIS ha dicho que el PP todavía no ha adelantado al PSOE. ¿Llegará el día en que lo haga? Por más chuzos de punta que caigan sobre el páramo de la economía, por mucha agua que el PP le eche al vino de su programa, por mucha simpatía que derrochen sorayos y gallardones, por más que edulcoren sus mensajes con sacarina y todo lo sirvan en raciones "light" y con bebida "sin", el "sorpasso" no termina de tener lugar.


Todavía los habrá en el partido que, tras ser sofronizados por Arriola, digan que aún hace falta más simpatía y más sacarina porque la imagen del PP es todavía demasiado dura, poco atractiva y no inspira confianza. Al parecer no les basta con aupar a Patxi López a la lehendekaritza haciendo oídos sordos a los insultos que éste le dedicó a Mayor Oreja y a la velada promesa de volver a negociar con ETA. Tampoco se conforman con evitar hacer alguna propuesta de reforma económica que pueda servir para sacarnos de la crisis, por más que tienen gente que sabe muy bien lo que hay que hacer. Supongo que habrá orden de suspender de militancia al primero que diga que hay que abaratar el despido. Lo único que se permiten es denunciar la incapacidad de este Gobierno que padecemos, que es como descubrir el Mediterráneo.

Sin embargo, tampoco parece preocuparles demasiado el que las encuestas los empaten con el PSOE, ni que Rajoy salga casi tan mal valorado en ellas como Cayo Lara o Durán i Lleida. Más bien parece que el gallego se ha tomado al pie de la letra el refrán que aconseja sentarse a la puerta de la casa de uno a esperar ver pasar el cadáver del enemigo, cosa que Rajoy cree que ocurrirá en marzo de 2012.

Bien. Supongamos que así es. ¿Cambiará algo? ¿Se tomarán las medidas que nuestra economía necesita para modernizarse? ¿Se frenará el derroche que supone el Estado de las Autonomías? ¿Se pondrá coto al ridículo que en el mundo hacemos persiguiendo a juristas norteamericanos y ministros chinos mientras campa por sus respetos el jefe de los GAL? ¿Se podrá educar a los niños en castellano? Al menos, dirán muchos, los ministros de Rajoy serán más competentes que los que ahora tenemos. Ni siquiera de eso estoy seguro. En cualquier caso, lo que necesitamos no es sólo competencia. Hacen falta agallas para hacer lo que hay que hacer. Necesitamos reinventar el Estado, no sólo para liquidar las Taifas, sino también para dotarle de una política exterior y de defensa que se ocupe de proteger nuestros intereses y no los de los demás, separar de una vez a los tres poderes para tener una justicia independiente y muchas cosas más. Estoy seguro de que el 80 por ciento de los españoles respaldarían ese programa si se presenta con altura de miras y por alguien con las agallas necesarias para llevarlo adelante.

En su última entrevista, dijo Aznar que era la hora de los hombres de Estado. Daba por hecho que Zapatero no lo es. Yo digo que tampoco lo es Rajoy. Ni siquiera Aznar, que volviera. Y Aguirre dejó pasar su ocasión cuando la tuvo. Alguien habrá por ahí, quien sabe si en Calviá o en Córdoba, que pueda despertar alguna ilusión. Cuanto antes aparezca, mejor.

Libertad Digital

JUECES UNIVERSALES. Por José María Carrascal

CRITICÁBAMOS a los norteamericanos por querer ser los gendarmes del universo, y resulta que nosotros queremos ser sus jueces. Pues algunos de nuestros magistrados se han puesto a abrir causas foráneas, que sus colegas de países con mucha más tradición democrática y jurídica prefieren obviar. Pero «España y yo somos así, señora», podrían decir estos jueces, con el ademán de aquellos capitanes de los Tercios, que ponían una pica en Flandes o donde hiciera falta. Y a veces, sin hacerla.

Dos cosas chocan en este celo judicial: la primera, que hallándose los juzgados españoles tan atestados de causas que algunas tardan años en verse, dedicar tiempo, medios, esfuerzos a presuntos delitos cometidos en el extranjero podría tomarse como una muestra de desdén hacia las demandas de aquellos españoles que reclaman justicia, y ellos dejan a un lado. Aparte del viejo axioma judicial de «justicia diferida no es justicia».


Lo segundo que llama la atención en esas causas de «justicia universal» abiertas en nuestro país es que van dirigidas en casi su totalidad contra regímenes y líderes conservadores, habiendo bastantes izquierdistas que se merecen no una causa, sino varias por idénticas razones. Podría argüírseme la causa abierta contra China por sus desmanes en Tibet. Pero ¿es la China de hoy de izquierdas? Yo diría que no es de izquierdas ni de derechas, o más exactamente, que es de izquierdas y de derechas al mismo tiempo, por lo que no invalida mi recriminación de que la «justicia universal» que se practica en España no lleva una venda sobre ambos ojos, la lleva sólo sobre el izquierdo, y cuando alguien le pide ayuda contra los desmanes cometidos en Cuba, por ejemplo, el rechazo es automático. ¿Qué clase de justicia es esa? Esos jueces no condenarían al mismísimo diablo si se proclamase de izquierdas.

Aunque lo más triste e injusto de esa llamada justicia universal es su futilidad. Todo el tiempo, investigaciones, medios y esfuerzos de los jueces decididos, digamos, a llevar a la cárcel a los responsables de Guantánamo o de los muertos en Gaza -las dos últimas causas de este tipo abiertas- están condenados a no llegar a ningún sitio, primero, por la imposibilidad de reunir los materiales y testigos necesarios para que el juicio tenga validez procesal. Segundo, porque ningún país renuncia a juzgar los delitos cometidos en su territorio o por sus ciudadanos, que sería tanto como renunciar a una parte importantísima de su soberanía.

Lo que significa que estamos ante causas hinchadas, sin apoyo jurisdiccional firme. O, si lo quieren: ante un alarde de vanidad o de «tener los ojos más grandes que el estómago», como dice el refrán alemán. Que es lo que menos necesitan España y su justicia actualmente.

ABC - Opinión

NO METERSE EN POLITICAS. Por Cristina Losada

Díaz Ferrán

«Ni a Toxo ni a Méndez veremos rectificar una sola coma de sus arengas de rancio aroma anticapitalista. Pero los empresarios, ay, no quieren que se les oiga decir que los años de Zapatero son un lastre. Pobrecitos.»

Aquel dicho de Fraga según el cual los socialistas sólo aciertan cuando rectifican presenta un inconveniente empíricamente demostrado, y es que los socialistas españoles no rectifican jamás; al menos, nunca en voz alta. Lo contrario, en realidad, sería absurdo. Por qué van a dar pasos atrás las gentes de la izquierda cuando disfrutan de una derecha con una inveterada inclinación a retractarse, desdecirse y ofrecer la excusatio non petita. ¡Que rectifiquen ellos!


Un micrófono indiscreto aireó unas palabras del presidente de la CEOE que apuntaban a Zapatero como factor agravante de la crisis que se padece. Nada, en fin, que no se haya dicho y nada ofensivo para la persona del presidente del Gobierno. Sin embargo, el señor Díaz Ferrán consideró necesario matizar en seguida que su frase se había sacado de contexto y que formaba parte de una conversación privada. De eso ya nos habíamos percatado, como también de que nuestro empresario no es un maoísta disfrazado de hombre de negocios. Pero aun no siendo de izquierdas tiene uno derecho a formar y a expresar sus opiniones. Es más, sería grato que, por una vez, un jefe de la patronal manifestara lo que piensa en un asunto que le concierne y nos concierne, en lugar de sumarse, como es costumbre, a la legión de pelotilleros del Gobierno.

Para esa simpática labor ya disponemos de los otros "agentes sociales" en liza, o sea, los sindicatos, que no se privan de proyectar el cabreo por la crisis contra el empresariado, soslayando siempre cualquier responsabilidad del ejecutivo. Ni a Toxo ni a Méndez veremos rectificar una sola coma de sus arengas de rancio aroma anticapitalista. Pero los empresarios, ay, no quieren que se les oiga decir que los años de Zapatero son un lastre. Pobrecitos. No se vaya a pensar que se meten en políticas. Con tal de no cometer pecado tan terrible prefieren el papel de colaboracionistas de un Gobierno incompetente.

El horror a hacer política no es privativo de la clase empresarial. Constituye un sentimiento generalizado y casi un instinto de la derecha. No es plato de gusto la política para quienes tienen almas de contable y cuerpos de despacho. De ahí que esperen que otros hagan política por ellos. Ahora los hay tan ilusos y aprovechados que albergan grandes esperanzas en los sindicatos, a los que incitan a convocar huelgas generales. A ver si CCOO y UGT consiguen llevar a la derecha al gobierno... El caso es cosechar sin arrugarse el traje.

Libertad Digital - Opinión

EL VIRUS DE LA DESINFORMACION

EL virus de la nueva gripe plantea múltiples problemas socioeconómicos y sanitarios que se agravan cuando los ciudadanos no reciben información clara y precisa. Parece que los organismos internacionales y los diversos Estados no se ponen de acuerdo sobre los efectos del consumo de carne de cerdos infectados. Después de muchas vacilaciones, la OMS, tras advertir que no debe consumirse «bajo ninguna circunstancia», rectificó ayer en sentido exactamente contrario y en consonancia con lo anunciado por la Administración sanitaria española. Rusia no matizó hasta ayer su veto al cerdo procedente de varios países, incluido España, mientras que en China sucede todo lo contrario: la Feria Gastronómica de Hong Kong muestra su entusiasmo ante el jamón de «pata negra» y otros productos de alta calidad. Ante una amenaza de alcance global, debe exigirse a todos los responsables nacionales e internacionales una coordinación eficaz y una respuesta homogénea a las preocupaciones de los ciudadanos. Como es natural, el consumidor tiende a retraerse en cuanto existe cualquier voz de alarma, y el daño causado al sector afectado por una información precipitada puede ser muy grave, especialmente en plena crisis económica de alcance universal.

La voz de los científicos tiene que prevalecer en estos casos sobre el afán de notoriedad de algunos políticos o los intereses comerciales proteccionistas de ciertos sectores. La OMS debe promover un consenso de los investigadores y expertos para que su criterio sea aceptado formalmente por todos los Estados con carácter vinculante. Lo peor es el envío de mensajes contradictorios o la propagación de rumores infundados que caen sobre un terreno abonado para el alarmismo y la desconfianza. En el caso español, el Ministerio de Sanidad viene manteniendo una razonable política de transparencia informativa y debe ahora exigir a la OMS y a los demás países un compromiso serio en el mismo sentido. También los medios de comunicación tienen que contribuir a mantener las alertas sin caer en excesos que sólo consiguen agravar los problemas. El riesgo de pandemia en una sociedad global no puede tratarse informativamente a base de declaraciones subidas de tono y búsqueda de protagonismos coyunturales. Se imponen la seriedad y el rigor para unificar criterios y evitar el desconcierto de la opinión pública. En último término, el virus de la desinformación resulta ser también una enfermedad contagiosa.

ABC - Editorial

DIAZ FERRAN. Por Alfonso Ussía

Un micrófono abierto cuando se cree cerrado, además de un perfecto ineducado es un inconveniente accidental

Se trata de un botón que hay que pulsar para que el micrófono funcione o no. El micrófono sigue siendo un instrumento contradictorio, traidor y torpe. He pronunciado muchas conferencias, y en el siglo de Internet, del desprecio a pasear por la luna en beneficio del planeta Marte, y de los primeros y seguros pasos científicos para curar el cáncer, cuando alguien se dispone a hablar ante un auditorio, golpea con los dedos la pera del micrófono y pregunta a los asistentes: «¿Se oye bien?». Y pasa lo que pasa. A Federico Trillo se le escapó el «¡Manda huevos!» desde su presidencia del Congreso, al Rey un «¡joé, he metido la pata!», cuando nombró en un acto a una persona que no había que mencionar, y Ramón Mendoza, en una Asamblea del Real Madrid, al ver que se acercaba al atril de los socios opinantes un personaje que no le caía bien le comentó a Pepe Stampa Casas «ahí viene ese gilipollas», y el «gilipollas», que no lo era, lo oyó perfectamente.


Un micrófono abierto cuando se cree cerrado, además de un perfecto ineducado es un inconveniente accidental. Y lo que se dice o se oye, aunque se diga en privado y se oiga en toda la Comunidad de Madrid, es un comentario confidencial. De ahí que el comentario de Gerardo Díaz Ferrán acerca de Zapatero, la crisis, y Esperanza Aguirre, tenga un doble valor. El de la confidencia y el de la verdad. Resulta que por culpa del micrófono la confidencia dejó de serlo, pero ese detalle no descalifica el contenido del susurrante cuchicheo confidencial. Que el Gobierno de España, con Zapatero al frente, era conocedor de la crisis, mintió a los votantes, no hizo nada para prevenirla y hace menos para solucionarla, es sabido por todos aquellos que tienen algo más de dos dedos de frente, e incluso muchos de los que sólo presentan dos dedos de distancia entre el entrecejo y el nacimiento de la frondosidad pilosa, como decía Matías Prats. Si a Gerardo Díaz Ferrán se le hubiera escapado un «¿Te has fijado cómo está de buena la rubia de la tercera fila contando desde la primera butaca de la izquierda?», podríamos sorprendernos y recomendar al presidente de la CEOE más tacto y prudencia ante la presencia de un micrófono. Pero lo que dijo sin vocación de hacerlo en público, no es noticia: «El problema no es la grave crisis, sino los años de Zapatero». Y respecto al «Esperanza -por Aguirre-, es cojonuda», lo mismo de lo mismo, porque lo es, y lo ha demostrado soportando la más vil de las campañas por parte de los medios afines a los intereses del partido en el Poder. Cambiando el calificativo coloquial por uno más institucional, la definición de Esperanza Aguirre es ajustada y nada extravagante. Al micrófono, cuando se adquiere confianza con él, se la llama «aparato». Boyer lo sabe de sobra. «No me funciona el aparato», dijo en el Congreso. Se rió hasta Gregorio Peces Barba. Sucedió en una época en la que a Boyer, al menos para la leyenda urbana, el aparato le funcionaba a la perfección. Pero a Gerardo Díaz Ferrán no le ha jugado el aparato una mala pasada. La mala pasada se la están jugando Zapatero, los sindicatos amaestrados y las medidas del Gobierno para ahondar la crisis. Y el aparato dijo: «Me uno a tu protesta».

La Razón - Opinión

NECESARIA E INSUFICIENTE

La parálisis bancaria anulará los efectos de la rebaja de tipos hasta el 1% decidida por el BCE

El Banco Central Europeo (BCE) ha reducido sus principales tipos de interés de referencia en un cuarto de punto, como una medida absolutamente necesaria para combatir los estragos de la recesión económica. El que más interesa a las familias y empresas con deudas a tipos de interés variable, el tipo repo, ha caído al 1%; la facilidad marginal de crédito, al 1,75%. Al mismo tiempo, ha señalado que extiende el vencimiento de las inyecciones ilimitadas de liquidez hasta 12 meses. Pero el paso más importante del BCE es el anuncio de compra de titulizaciones y cédulas hipotecarias por un valor aproximado de 60.000 millones de euros. Con esta decisión, el BCE se suma acertadamente a las políticas monetarias poco convencionales que pretenden salvar directamente a las empresas afectadas por la parálisis de las instituciones financieras.


Con retraso respecto a los bancos centrales de Estados Unidos o Reino Unido, como si la escasez del crédito golpeara menos contundentemente a Europa o las amenazas inflacionistas aumentaran sus dudas, el BCE afronta la obligación de sortear las disfunciones de los mercados ante las resistencias que en el propio Consejo de Gobierno existen para reducir el tipo repo por debajo del nivel donde ahora ha quedado. La eurozona no va a sufrir una recesión menos grave que la estadounidense, ni sus consecuencias en relación con el paro van a ser menores. En el conjunto de las 16 economías que comparten moneda la amenaza inflacionista se ha esfumado; así parece demostrarlo la variación media del IPC en abril en el 0,6%, muy por debajo del 2%, camino de registros negativos en los próximos meses. Sin embargo, el BCE sigue titubeando a la hora de adoptar las medidas poco convencionales que la situación requiere. La única forma de recuperar el tiempo perdido y no agravar los factores recesivos en Europa es imitar las decisiones de la Reserva Federal y del Banco de Inglaterra y adquirir títulos de deuda, más allá de los ya decididos, ya sean emitidos por entidades privadas o públicas.

El abaratamiento del precio del dinero y la inundación de liquidez que están procurando los bancos centrales no son la condición suficiente para disolver la crisis financiera. Las economías occidentales están recibiendo un chorro de liquidez que no se canaliza eficazmente hacia los proyectos de inversión o hacia los créditos a particulares que deben constituir el principio de la recuperación económica. El problema de fondo sigue siendo la drástica contracción del crédito decidida por los bancos para hacer frente a la descomunal depreciación de sus activos detonada por la crisis de las hipotecas basura. Por más liquidez que haya, siempre será insuficiente si los intermediarios financieros tienen cerrada la ventanilla.

La iniciativa de la Fed de someter a 19 grandes bancos estadounidenses a pruebas de solvencia debe contribuir a que remita la incertidumbre sobre los balances bancarios y los propios bancos se decidan a restablecer el flujo de los préstamos. La prueba de solvencia revela que grandes instituciones, como el Bank of America, el Citigroup o Wells Fargo necesitan urgentes y cuantiosas aportaciones de capital; aportaciones a las que algunos podrán acceder en el mercado, pero que otros tendrán que requerir del Tesoro Público.

Timothy Geithner, el secretario del Tesoro, tiene por delante varias tareas delicadas. La más importante, sin duda, es decidir si las aportaciones de capital público deben transformarse en acciones con derechos políticos, para que los contribuyentes que salvan los bancos con su dinero tengan derecho a saber en qué se gasta el capital que aportan. Ya es hora de que los gestores que arruinaron el sistema financiero rindan cuentas exactas.

El País - Editorial

Lo único «verde» es la capacidad de la vicepresidenta

Cada vez se hace más grande la diferencia en la valoración que hacen Gobierno y agentes sociales del estado de la economía española. Desgraciadamente para todos, la realidad no se acerca ni de lejos a lo que opina la ministra Salgado.

LAS DOS vicepresidentas del Gobierno convocaron ayer a los medios para transmitir un mensaje propagandístico y electoralista sobre lo acertado de las medidas que ha adoptado el Gabinete para combatir la crisis económica. «El Gobierno está satisfecho», dijo Teresa Fernández de la Vega, que subrayó que «entre todos lo estamos haciendo bien». Elena Salgado fue más lejos y afirmó: «Nosotros creemos que la economía está comenzando a tener, como dicen en algunos países, algunos brotes verdes a la vista».


A luz de los últimos datos del paro y la actividad económica, nadie vislumbra todavía esos «brotes verdes». Ahí están las últimas predicciones de la Comisión Europea, que estima que este año y el que viene registrarán crecimientos negativos.

Salgado habló de una mejora en el clima de confianza, de la subida de la Bolsa en abril, de un aumento del crédito privado y de un menor incremento de la morosidad. Son signos muy débiles frente a otros mucho más relevantes que indican lo contrario como el crecimiento del desempleo, la caída de la producción industrial, el hundimiento del consumo y la evolución del PIB. Hay razones para alarmarse si realmente el Gobierno se da por satisfecho y cree que lo ha hecho bien cuando el número de parados supera ya los cuatro millones y la actividad económica ha caído en el primer trimestre un 2,9%.

La intervención de Elena Salgado fue un puro ejercicio de voluntarismo, intentando dar la vuelta a los datos para hacer propaganda de la gestión del Gobierno. En ese sentido, se apuntó como un logro la bajada de la presión fiscal, que es producto del fuerte descenso de la recaudación de Hacienda por el impacto de la crisis y no de una política del Ejecutivo.

La ministra de Economía llegó a hablar de «la fortaleza» de España por su bajo nivel de endeudamiento, un logro que va a durar muy poco si Elena Salgado sigue aumentando el gasto público y el año acaba con un déficit presupuestario cercano al 10%, récord histórico.

Salgado hizo también un balance triunfalista del plan de estímulo económico, que, según sus palabras, ha supuesto 99 medidas para incrementar la actividad y que sitúa a España en el primer lugar de la UE en cuanto a esfuerzo fiscal. No vamos a entrar en una polémica técnica, pero resulta evidente que, si se han perdido 800.000 puestos de trabajo de enero a marzo, ese plan no ha sido precisamente un éxito.

Hace un año, Solbes negaba la crisis y Salgado dice ahora que ya estamos empezando a salir de ella. El problema del Gobierno es que nadie lo percibe así. El propio Banco de España alertó ayer sobre el fuerte crecimiento de la morosidad y de la amenaza que ello supone para la estabilidad del sistema financiero, contradiciendo el optimismo de la ministra de Economía en este punto.

Arturo Fernández, presidente de CEIM, hizo un diagnóstico muy negativo sobre la economía española, que «ha superado todos los pronósticos», mientras que Gerardo Díaz Ferrán, presidente de CEOE, culpó del retroceso a «los años de Zapatero». Esperanza Aguirre aseguró con razón que los subsidios y el aumento del gasto público destruyen empleo y estancan la economía si no van acompañados de reformas estructurales.

Ello refleja la tremenda diferencia entre la visión que el Gobierno tiene de lo que está sucediendo y lo que piensan los agentes sociales y la oposición. Desgraciadamente no hay ninguna base para el optimismo y lo único que está «verde» es la capacidad de la vicepresidenta y ministra de Economía, que ha asumido el papel de dócil propagandista de Zapatero.

El Mundo - Editorial

NO SON SINDICALISTAS, SON POLITICOS

«Esperanza Aguirre es la única figura nacional que no les ríe las gracias, no habla de diálogo social y no se apunta a la mala costumbre de quitar el dinero a unos trabajadores para dárselo a otros sólo porque chillen más: es una rival ideológica.»

Si a alguien le cabía alguna duda de que la principal y prácticamente única función de los sindicatos mal llamados "de clase" UGT y CCOO es hacer oposición al PP, su actuación en los últimos meses debería despejarlas por completo. Ante la peor crisis económica de la democracia, los liberados sindicales a los que pagamos el sueldo emplean su tiempo no en protestar contra el Gobierno central sino contra el de una autonomía, la madrileña, que no es ni de lejos la que peores cifras de paro presenta.


El boicot a la Asamblea de Madrid no es el primer episodio de esta obsesión contra Esperanza Aguirre, aunque sí es de los más graves. Los sindicalistas han pasado de disfrazarse de médicos hasta a agredir al consejero Güemes, pero nunca han levantado la voz contra el Gobierno de los cuatro millones de parados, el Gobierno que se ríe del drama del paro, el Gobierno más incapaz de nuestra historia democrática en la política económica. Eso sí, se han manifestado contra la Comunidad de Madrid porque "está sufriendo más la crisis que otras". El caso es que la tasa del paro en esta región es del 13,49%, bastante por debajo de la media nacional del 17,36%. Y los sindicatos no se han manifestado en Andalucía (24,04%) o Extremadura (21,75%).

¿Qué excusa pueden dar los sindicatos ante este evidente doble rasero? Evidentemente, ninguna. Al menos mientras quieran seguir simulando ser defensores de los trabajadores y no de una ideología política y de unos partidos que los tratan especialmente bien. La razón por la que se manifiestan contra Aguirre, recurriendo incluso a apedrear la sede del parlamento regional y amenazar con visitas futuras armados con dinamita, es porque el PSOE se sabe incapaz de vencer por medios legítimos y echa mano de lo que tiene alrededor, esperando que los ciudadanos echen la culpa de las huelgas de servicios públicos no a quienes las realizan sino a quienes las sufren.

Esperanza Aguirre es, además, la única figura nacional que no les ríe las gracias, no habla de diálogo social y no se apunta a la mala costumbre de quitar el dinero a unos trabajadores para dárselo a otros sólo porque estos últimos chillen más. Es, en definitiva, una rival ideológica, y la discrepancia es algo que no pueden permitir bajo ningún concepto. De ahí que la inexistente beligerancia ante el Gobierno del paro se transforme en ofensiva furiosa contra el Ejecutivo de Aguirre.

Es posible que esta forma ilegítima y subvencionada de oposición no funcione, porque la gente no es tonta y semejante diferencia de trato entre gobiernos de distinto signo es demasiado llamativa. Pero aún así no debería salir gratis a quienes la perpetran. Los sindicatos disfrutan de unos fondos públicos que no están empleando para lo que están destinados, la defensa de los trabajadores, sino para hacer política. Pues como partidos políticos deberían ser tratados, sin recibir ni un céntimo de dinero público mientras no tengan representación. Quizá sea el momento de que las administraciones gobernadas por el PP den ese primer paso. Evidentemente, los jefes políticos de UGT y CCOO no lo van a hacer.

Los sindicatos "de clase" pudieron tener una razón de ser en un momento histórico determinado, pero carecen ya de utilidad como mecanismos para que los trabajadores se asocien y defiendan sus intereses y han quemado su legitimidad a base de hacer política partidista. Es momento, por tanto, de que pierdan sus privilegios.

Libertad Digital - Editorial

ZAPATERO SE CONSUELA CON EL CIS

LOS resultados de la encuesta publicada ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas son, como mínimo, extraños, visto el contexto económico y social en el que fue elaborada, durante el mes de abril, en plena ebullición del dato del paro de marzo, que superaba ya los 4.000.000 de desempleados. Son extraños porque, así como hay sondeos que coinciden con el ambiente que se percibe en la calle, este sondeo refleja unas expectativas electorales poco coherentes con la realidad de la crisis y del desgaste del Gobierno. Además, el sesgo de los encuestados muestra un desequilibrio absoluto a favor del PSOE respecto de los votantes que participaron en las elecciones generales de 2008, porque sólo el 26 por ciento declara haber votado al PP, cuando en realidad lo hizo más del 40 por ciento. Esta selección de los encuestados vicia de origen el resultado final del estudio.

Según el CIS, el PSOE recibe un voto estimado del 40,8 por ciento, es decir, un punto porcentual más que en enero de este año; y el PP, el 40 por ciento, medio punto porcentual más que hace cuatro meses. Técnicamente es un empate, pero políticamente es un respiro para los socialistas, oportunamente situado a una semana del debate sobre el Estado de la Nación y a un mes de las elecciones europeas. El PP sigue mejorando sus expectativas y, por primera vez desde la encuesta de enero de 2004, el CIS le concede el 40 por ciento de voto estimado. Pero el dato principal y más dudoso del sondeo es que aún sigue estando por detrás del PSOE, pese a que la opinión de los ciudadanos sobre la situación económica es absolutamente negativa y pesimista. El 71,3 por ciento considera que es mala o muy mala; el 67,8 cree que ha empeorado en el último año, y sólo un 20,8 cree que mejorará en los próximos doce meses. Además, la gestión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero sólo es apoyada por el 15,9 por ciento. Parece inverosímil que con estos datos -y sin una ponderación fiable de la abstención- los socialistas aún estén por delante, como también lo parece que apenas se refleje en la encuesta el éxito electoral del Partido Popular en Galicia, o el acierto general de los populares en sus críticas al Gobierno y el esfuerzo de Mariano Rajoy en ofrecer una oposición constructiva, generalmente desdeñada por Rodríguez Zapatero.

En todo caso, parece evidente que en España se ha consolidado un fuerte bipartidismo, pero que no permite a ninguno de los grandes partidos albergar esperanzas de mayorías absolutas, porque sus suelos electorales son muy altos y parejos, lo que los abocará a políticas de pactos con partidos minoritarios. La otra lección de esta encuesta es que el PP sigue teniendo que hacer un esfuerzo de pedagogía y comunicación con los ciudadanos. Quizás haga bien el PP en recordar que una mayor dosis de continuidad y firmeza en sus mensajes a la sociedad gallega fue decisiva para que Alberto Núñez Feijóo ganara por mayoría absoluta. La crisis económica protagoniza el desánimo de la opinión pública, pero no es el único problema, algo que el PP debería considerar a la hora de dirigirse a unos ciudadanos que también se preocupan por la educación, la seguridad ciudadana, la inmigración o la falta de austeridad.

ABC - Editorial

Las telecos subirán la factura del teléfono e Internet para poder financiar RTVE

La historia de siempre: al final los ciudadanos acaban pagando la falta de previsión y los intereses de unos pocos. Ahora ha tocado el turno con el asunto de la nueva financiación de RTVE. Las privadas, que inicialmente advirtieron que no iban a soportar más cargas -pagan un 11% de sus presupuestos en derechos de autor e inversión al cine-, han hecho cuentas y no dicen ni pío. Y es que a cambio podrían repartirse casi 600 millones de euros más en el nuevo pastel publicitario. Las 'telecos', en cambio, advierten que con este impuesto subirán las tarifas. Lo dicho, otra vez toca rascarse el bolsillo.

En este conflicto de intereses, nadie quiere hacerse cargo de la abuela pero sí recibir su parte de la herencia. Con la supresión de la publicidad en RTVE, las cadenas privadas se están frotando las manos pensando en el nuevo reparto publicitario. Concretamente podrían ganar entre 480 y 600 millones de euros por aportar un 3% de sus presupuestos brutos para la Corporación.

Sorprende el nuevo cambio de disposición de las privadas. Hace sólo unos días, Uteca mostraba su rechazo a la posible implantación de este modelo de financiación alegando que las cadenas estaban sometidas a muchas cargas en relación con las tasa que deben pagar por los derechos de autor y la inversión para el Cine. Ahora callan, quizá con la promesa de que en la próxima Ley General Audiovisual -que se debería aprobarse antes de acabar el año- se incluya una rebaja de los actuales cánones porque, como han reconocido fuentes de la asociación, "otra cosa es que cambie el reparto pero no la cantidad".

Las telecos, por su parte, no han mostrado tanta complacencia. Tendrán que aportar el 0,9% de sus presupuestos, una cantidad que asciende a los 290 millones de euros y que representará el 40% de los ingresos de RTVE. Ante esta situación, han tomado medidas. Durante un encuentro con la prensa, el presidente de AETIC, Jesús Banegas, ha advertido que subirán la factura del teléfono e Internet para compensar.

Banegas ha revelado que están estudiando la posibilidad de especificar en color rojo en las facturas el porcentaje que pagan sus clientes por mantener la televisión pública. Además ha explicado que las telecos son el quinto sector en España con más cargas sólo superada por el tabaco, el alcohol, los carburantes y el juego, sectores que pagan más porque su actividad perjudica la salud y provoca, según Sanidad, costes extra al Estado. "Las TIC, en cambio, son necesarias para mejorar la competitividad del país", ha señalado el presidente de AETIC.

¿Conclusión? Con el nuevo sistema de financiación de RTVE, los españoles acabaremos resintiendo un poco más el bolsillo. Además de los 550 millones que recibirá la Corporación -cerca del 45% de su presupuesto- procedente de los PGE, los españoles nos veremos sometidos a la subida de las operadoras. De nada sirve que las empresas de un sector que el pasado año facturaron 102.668 millones de euros digan en los recibos que el Ejecutivo es el culpable del aumento. Al final, acaban pagando los mismos.

Periodista Digital

EXTASIS. Por Yauma

Suele definirse el éxtasis como el estado en que una persona se encuentra místicamente unida a Dios, con suspensión de los sentidos. Sin embargo, a nivel terreno, caben otras interpretaciones espiritualmente menos elevadas: un estado de exaltación causada por una alegría o admiración extrema, que anula cualquier otro sentimiento, un estado de plenitud máxima como experiencia de unidad de los sentidos, en las que pensar, sentir, entender e incluso hacer, entre otras cosas, están armónicamente integrados.
Bajando en la escala definitoria. El propio orgasmo tanto de mujeres como de hombres se le llama a veces éxtasis.
Un escalón todavía más bajo, una droga psicoactiva (spicotrópica) de origen sintético perteneciente al grupo de las fenetilaminas (feniletilaminas) el MDNA (3,4-metilendioximetanfetamina) de fórmula molecular C11H15NO2 con propiedades estimulantes.
También responde al nombre de éxtasis. Droga qué según cuentan los entendidos, produce un prolongado estado de tranquilidad, alegría y euforia sexual.


"Un mini córner. Partido empatado. Buena ocasión para poner en práctica una jugada ensayada. Xavi se colocó para chutar. Cualquier rechace sería peligroso. Pero el de Terrassa centró al segundo palo, donde entró Puyol, en carrera, con potencia, libre de marca para rematar de cabeza. ! Gol!,!Gol!....!Gooool! de Puyol". Éxtasis futbolístico, varios escalones por debajo de los anteriores en nuestra escala definitoria del éxtasis.
"Lo del Bernarbéu ha sido un orgasmo futbolístico" Dice Luis Enrique, asturiano antiguo jugador del Madrid y del Barça, hoy pertenece al cuerpo de entrenadores del Barcelona.
Después vino el beso a la senyera por parte de Puyol, tras marcar se quitó el brazalete y besó la senyera. Éxtasis futbolístico- patriótico. Situación relativa en las cloacas de la escala de éxtasis. Comenta Puyol : "Estaba convencido de que marcaría algún día en el Bernabéu: Y tenía preparado ese gesto para cuando marcara", dijo "Lo decidí no de pequeño, porque nunca me hubiese imaginado esto, pero va dedicado a una persona". Si un jugador madridista besa una bandera de España después de marcarle un gol al Barcelona en su campo no sale del terreno de juego por su propio pie.

Después del gol y el beso, una rosa y un libro, se produjo entre los seguidores televisivos de la tribu un instante mágico de éxtasis colectivo intensísimo
y breve.Éxtasis constatados por la prueba del fuego, marchas y caídas extáticas. El algunos ambientes concretos se dieron un sinfín de fenómenos propios de la historia de la mística como se ha mencionado antes, éxtasis constastados por la prueba del fuego, marchas y caídas extáticas, levitaciones y otros fenómenos paranormales.
El gesto político de Puyol (se ruega no confundir con El Gran Honorable) arrancó, como es natural innumerables respuestas entre los patriotas cuatribarrados, y en muchos pardillos seguidores del Barça que consideran a la entidad un simple equipo de futbol. Centrandonos en los primeros, entre petardos y música de charanga, lo que más se ha escuchado es el clásico !Visca Catalunya Lliure! !Visca el Barça i Visca Catalunya!. La unión entre el barcelonismo y el catalanismo político.

"Puyol orgull català" (Puyol orgullo catalán) Es lo que queda. El sabía perfectamente que ese gesto daría lugar a discusiones de carácter político. Que estaba provocando a mucha gente. Guardiola y C.Rovira dicen que no buscó la provocación, intentan quitarle hierro al asunto, ambos son políticos, Guardiola también, y saben cuando conviene empujar y cuando mantenerse a la defensiva. Ambos como otra mucha gente piensan que un Madrid-Barcelona es como un España-Cataluña pero en un plano casi bélico, guerra de países. Guardiola le dijo un día a un colegiado que no jugase con los sentimientos de una nación. Y ya se sabe cuando los sentimientos están de por medio, y la federación, de quien dependen los árbitros, en manos amigas, lo que menos se debe hacer es jugar con el pan del colegiado de turno y la sensibilidad sentimental de un país está por encima de todo. Incluidos los resultados futbolísticos.
Guardiola es originario de Sampedor (situado al norte de Manresa, comarca del Bages en la provincia de Barcelona zona dura del catalanismo), a medida que pase el tiempo se irá definiendo más como patriota cuatribarrado-estelado, la radicalización irá en proporción inversa a sus éxitos como entrenador, mientras esté en la cumbre deportiva, hará esfuerzos para moderarse. Los aficionados del Barça no cuatribarrados, que hay muchos en toda España, podrían soliviantarse y eso no interesa a la entidad.Algunos amigos íntimos del noi de Sampedor, como el cantautor Lluís Llach ya se han definido políticamente. En el caso del cantautor incluso ha salido del armario del sexo.

Algún alma cándida, en uno de los numerosos foros que a veces se visitan. dice: "No entiendo porqué !Viva España! se considera una expresión de fachas y !Visca Catalunya ! No ".
Pobre criatura, existe un vector histórico cuyas componentes cartesianas son, el franquismo y el falangismo, definidas en el espacio desolado de una cruenta guerra civil, donde los vencidos se arrogan todos los derechos y a los ganadores se les condena al ostracismo social.

!Ah! en los próximos e importantes compromisos del Barça. Si tiene la desgracia de perder algún partido decisivo, la copa de Europa por ejemplo. Yo no pienso alegrarme, lo juro, !Que barbaridad! Hasta ahí podíamos llegar.

El blog de Yauma