viernes, 6 de noviembre de 2009

Piratería y telediarios. Por José María Carrascal

LA primera regla ante los secuestros es que quien paga el rescate se expone a ser de nuevo secuestrado. El Gobierno español no ha aprendido todavía esta lección básica, lo que está llevando a nuestros pesqueros en el Índico a un grado de indefensión parecido al de nuestras tropas en Afganistán. Su negativa a reconocer que estamos allí en una guerra ha costado la vida a varios soldados españoles, y su negativa a tratar a los piratas del Índico como tales ha llevado al cautiverio a 36 marineros, tres de ellos ya en tierra, mientras sus secuestradores elevan sus amenazas: «los mataremos, dicen, si no se cumplen nuestras exigencias, como haremos con los demás».

«Sabemos donde están», tranquiliza la Ministra del ramo. ¡Vaya cosa! También sabemos donde están los demás, en el «Alakrana», y donde están las fragatas «Canarias» y «Méndez Núñez», con todo su potencial bélico, sin que nos sirva de mucho. Pero es que a Carme Chacón sólo le gusta dar buenas noticias y fotografiarse ante las tropas. Las malas noticias y las situaciones conflictivas prefiere meterlas bajo la alfombra, con la consecuencia de que le aparecen por la otra esquina. Lo mejor que defiende esta Ministra de Defensa es al gobierno del que forma parte.

«Estamos haciendo todo lo posible para traer a la tripulación sana y salva», añade. ¡Faltaría más! Pero que no olvide que si se limita a hacer lo que la vez anterior -ceder al chantaje- nuestros barcos se convertirán en la presa favorita de los piratas. La mejor forma de evitar los secuestros es impedir que ocurran, y hasta ahora, el gobierno sólo ha tomado contra ellos medidas a posteriori, sin fuerza intimidatoria. La piratería en el Índico no se soluciona pagando rescates, se soluciona acabando con ella. Desde el mar y desde el aire, desde los navíos de guerra y desde los pesqueros que acepten armarse. Los que no lo acepten, mejor que no se acerquen a aquellas aguas.

He dicho antes que el zapaterismo se basa en las buenas noticias, aunque sean falsas, y en las buenas imágenes, aunque sean sesgadas. Pero ésa es sólo la mitad de su programa político, la que se ve, la menos importante. La otra mitad, lo que le mueve y ocupa es ganar las próximas elecciones. Afán legítimo mientras no se subordine a él todo lo demás, como viene ocurriendo. Desde la negociación con ETA a la piratería en el Índico, pasando por los nuevos estatutos de autonomía y la crisis económica, lo único que le ha preocupado es eso, a base de contar mentiras y tomar medidas equivocadas. ¿Cuántos marineros españoles tendrán que caer cautivos hasta que la Ministra Chacón se decida a defenderlos de verdad? Me temo que bastantes. A fin de cuentas, tanto ella como doña María Teresa Fernández de la Vega son Ministras de Telediario. No hace falta más que verles el vestuario.

ABC - Opinión

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