miércoles, 1 de julio de 2009

Un 'boomerang' jurídico que deja KO a Batasuna

ETA y Batasuna recibieron ayer un varapalo histórico: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falló a favor de la decisión de ilegalizar a los proetarras.

ETA Y BATASUNA recibieron ayer un varapalo histórico. Los siete magistrados del Tribunal Europeo de Derechos Humanos fallaron por unanimidad que la decisión de ilegalizar Batasuna en 2004 era «una necesidad social imperiosa», plenamente justificada «para mantener la seguridad pública, la defensa del orden y la protección de los derechos y las libertades».


La sentencia deja sin discurso a la izquierda abertzale y al PNV, que se habían cansado de repetir que la ilegalización de Batasuna era una arbitrariedad del Gobierno y los tribunales españoles y que el Tribunal de Estrasburgo pondría fin a esta vulneración de los derechos de los ciudadanos vascos.

El tiro les ha salido por la culata porque la sentencia dice exactamente lo contrario: que Batasuna es un apéndice de ETA, que su ilegalización es «proporcional» y ajustada a las leyes, que no viola la Convención de Derechos Humanos y que era necesaria para proteger al Estado frente a una organización terrorista.

Los siete magistrados desmontan todos y cada uno de los argumentos de los abogados de Batasuna en un demoledor fallo de 39 folios que concluye que un Estado de Derecho no puede permanecer indefenso ante las amenazas de una banda que asesina y siembra el terror entre la población. En sus fundamentos jurídicos, los magistrados apuntan que la ilegalización de Batasuna, brazo político de ETA, por parte del Supremo estaba plenamente justificada porque había pruebas indiscutibles de un respaldo activo del partido político a los actos violentos del grupo terrorista.

El Tribunal considera que esta asociación de Batasuna y ETA era un motivo legal de disolución y que el Supremo aplicó correctamente el artículo 9 de la Ley de Partidos, aprobada en el verano de 2002. Va incluso más lejos al mencionar que todas las decisiones adoptadas por el Parlamento y los tribunales españoles se encuadran en el marco legal europeo de lucha contra el terrorismo, subrayando que no hay violación alguna de la Convención de Derechos Humanos, como argumentaba la izquierda abertzale.

La sentencia deja, pues, sin discurso a Batasuna, que siempre había afirmado que los jueces españoles estaban politizados y que una instancia judicial independiente como el Tribunal de Estrasburgo les daría la razón. Pues bien, no solamente no se la da sino que sostiene que Batasuna es un partido supeditado a ETA y que ningún Estado democrático toleraría una formación que se dedica a hacer apología del terrorismo. ¿Ahora qué van a decir Otegi y sus compañeros? ¿Van a proclamar que son víctimas de una conspiración en Europa o que los siete magistrados no saben nada de Derecho?

La realidad es que el recurso de Batasuna se ha convertido en un boomerang que les ha dejado noqueados internacionalmente. En cambio, el fallo del Tribunal de Estrasburgo supone una reivindicación de la Ley de Partidos, del Pacto Antiterrorista entre el PP y el PSOE y de la política que se hizo en aquellos años y se ha reactivado ahora.

Merece la pena destacar que el ministro de Interior e impulsor de la ley era entonces Ángel Acebes, que el presidente del Gobierno era José Mª Aznar y que el líder de la oposición que apoyó la iniciativa se llamaba José Luis Rodríguez Zapatero. Los tres tienen motivos para sentirse satisfechos, pero lo más importante es que, como dijo ayer Rubalcaba, la sentencia proporciona cobertura jurídica para que los proetarras -sea con su marca, con otra nueva o con listas blancas- no vuelvan a estar representados jamás en las instituciones democráticas.

El Mundo - Editorial

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