sábado, 25 de abril de 2009

LA VICE NO SE MOJA. Por Andrés Aberasturi

La ministra Salgado prevé una mejora en el empleo a partir de abril. Esta afirmación tiene dos problemas: la primera es que el mes de abril se está terminando y no parece que la cosa vaya a mejor; y la segunda, que cada vez que alguien del Gobierno hace una previsión, de todas todas, marra. La credibilidad no es, hoy por hoy, su mayor activo y casi sería mejor no poner fechas a algo que parece que les viene pillando por sorpresa desde hace muchos meses: el número de parados. No es cosa de recordar ahora los optimistas augurios del pleno empleo prometido por ZP en su momento porque es verdad que la crisis ha estallado de una forma mucho más virulenta y rápida de lo esperado por todos los gobiernos y todas las oposiciones, pero resulta ya mas complicado entender cómo es posible que el mismísimo ministro de Trabajo hace menos de un par de meses descartara que se llegara a los cuatro millones de parados. Pues ya los hemos superado. Y ahora ¿qué?

Pues ahora poco: palabras, promesas, esperanzas y medidas que se ponen sobre la mesa un aquí, otra allí. La vicepresidenta primera, ha tenido tres detalles si no sorprendentes, si al menos llamativos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Preguntada por si el Gobierno creía que se llegaría a los 5 millones de parados, ha preferido no mojarse, no ha dicho ni que sí ni que no; sólo que el gabinete trabajaba y trabajaba y trabajaba para salir cuanto antes de esta situación. La segunda afirmación ha sido que el Gobierno nunca hace predicciones sobre el futuro, lo cual, a la vista de lo ocurrido hasta ahora, es lo mejor que puede hacer; lástima que sea mentira porque si algo ha hecho el Gobierno ha sido pronosticar y equivocarse. Puede que se cambie de política en ese sentido. Y el tercer asunto que llama la atención, es que el único calificativo digamos "excesivo" se lo dedicó al asunto de los trajes del PP cuando sobre todos sobrevuela una cifra de parados que casi -es un decir- debería ser hoy por hoy la única preocupación del Gobierno y el único tema digno de calificativos ampulosos.

Y lo malo es que no va a pasar -aunque lleguemos a los cinco millones de parados, que es más que probable que se llegue- lo único que la gente entendería: una pacto entre los dos grandes partidos para afrontar lo que, se mira como se mire, es ya una urgencia nacional. Pero ni el PSOE va a "rebajarse" a algo así, ni el PP parece muy interesado realmente en evitar este desgaste del Gobierno. Es un diálogo de sordos donde cada uno pone "sus" propuestas pero se niegan a proponer juntos otra cosa que no sean pequeños asuntos puntuales. Bueno, pasarán lo meses y es posible que los resultados de las europeas (incluida la más que probable llamativa abstención) les haga ver a los dos que el personal empieza a estar no solo temeroso del futuro sino harto de este presente cicatero que nos ofrecen nuestros llamados representantes.

Periodista Digital - Opinión

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