viernes, 3 de abril de 2009

El G-20 destina un billon de dolares para acabar con la crisis

Libertad Digital: El G-20 decide en un día "salvar el mundo" con 5 billones de dólares

La Cumbre acuerda un gasto de 5 billones de dólares, de los que cuatro billones han sido ya comprometidos por los planes nacionales. Cada líder ha tenido una intervención de 11 minutos para acordar el fin de los paraisos fiscales y triplicar los recursos del FMI. España pondrá 4.000 millones.

Resumen de las conclusiones

La Cumbre del G-20, con la que se pretende “cambiar el mundo” ha concluído con un mensaje claro: el gasto público será la vía para lograr la recuperación económica. De esta manera las teorías keynesianas serán las principales protagonistas y se basará todo el programa de rescate en inyecciones de dinero público.

El primer ministro Gordon Brown, anfitrión de la reunión celebrada en Londres, ha anunciado que la comunidad internacional destinará 5 billones de dólares (casi 3,5 billones de euros) hasta 2010. Estos fondos vendrán de los propios planes fiscales de cada país (ya aprobados) y la dotación un billón de dólares para recuperar la economía global.

Hasta ahora los distintos planes de estímulo tras la pasada Cumbre celebrada en Washington alcanzan los 4 billones de dólares, por lo que el compromiso adoptado este jueves es emplear otro billón adicional.

La mitad de este billón de dólares será para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) rescate a países en apuros, mientras que 250.000 millones de dólares (procedentes de la venta de oro, según explico Brown) para reactivar el comercio global. El resto será para potenciar al Banco Mundial y para financiar al FSF, que se convierte en el policia que vigilará el cumplimiento de las normativas nacionales.

"El Viejo consenso de la cumbre de Washington ha acabado, hoy hay un nuevo consenso. Queremos evitar la recesión", proclamó Brown tras avanzar que “limpiaremos los bancos para que puedan volver a dar créditos”.

Y es que el principal punto del programa pactado es la reforma del sistema bancario. El objetivo es acabar con sus "sombras", lo que incluye, según Brown, los hedge funds (fondos de inversión de alto riesgo). Además, se creará un consejo de estabilidad financiera en cada país que colaborará con el FMI para detectar fallos en el sistema financiero.

A este respecto, el G20 se compromete a acabar con el secreto bancario y eliminar los paraísos fiscales. Precisamente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha elaborado una lista negra de países “que serán perseguidos”, tal como declaró el primer ministro británico.

Asimismo, el G-20 ha pactado desarrollar un marco regulatorio común para evitar salarios y primas injustos que recompensen la mala gestión de los directivos, son los “bonus” que reciben los ejecutivos como salario variable.

El segundo punto del acuerdo del G-20 es la “limpieza” de los activos tóxicos de la banca. "Hemos aprobado los paquetes de estímulo más grandes de la historia, una expansión fiscal sin precedentes, se habrán destinado cinco billones de dólares a la creación de 20 millones de empleos", ha explicado Brown.

Pero en materia de expansión fiscal, EEUU se ha encontrado con el escollo de Francia y Alemania, que han liderado la posición europea. La UE ya ha aprobado ya planes de estímulo y no quiere seguir aumentando el agujero en las cuentas públicas de los estados.

No obstante, Brown ha explicado que se ha llegado a un acuerdo para que haya el apoyo común a las políticas expansivas a través de "todas las herramientas disponibles". Así, el G-20 destinará un billón de dólares para fortalecer los organismos internacionales, entre ellos el FMI, cuya dotación pasará de 250.000 a 750.000 millones de dólares.

España pondrá 4.000 millones

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, compareció tras la reunión para anunciar que, del billón de dólares extra acordado en la Cumbre, España aportará 4.000 millones de euros. El lider del Ejecutivo se mostró muy satisfecho de las negociaciones, poniendo especial énfasis en la lucha contra los países fiscales.

Zapatero explicó que “hemos acordado medias poderosas de inversión pública para fomentar la demanda y luchar contra el desempleo, así como la voluntad de que las reglas del sistema financiero sean distintas, que den seguridad, que trasladen confianza y que se rijan por principios éticos”.

Para el presidente los acuerdos del G-20 se pueden resumir en dos. Por un lado “la voluntad de Unión, de entendimiento de las grandes economías del mundo” y, por otro, “la determinación de todos los países de poner todos los medios para cambiar el sistema financiero, que vuelva a su normalidad desde el apoyo del sector público y se recupere la normalidad del crédito, cuestión indispensable para la recuperación económica”.

“La Historia nos juzgará ante todo por la voluntad que hayamos puesto en la lucha contra la pobreza y la miseria en favor de los más débiles”, añadió Zapatero.

Sarkozy, “emocionado” por la Cumbre

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se mostró "verdaderamente feliz" del resultado de la cumbre Londres y destacó que era "emotivo" ver a los diferentes países ponerse de acuerdo sobre "medidas tan precisas" para hacer frente a la crisis.

"Va más allá de lo que hubiéramos imaginado", admitió el mandatario galo, que en vísperas de la reunión había amenazado con levantarse de la silla si no se acordaban medidas concretas para regular el sistema financiero internacional. Sarkozy ha logrado uno de sus principales objetivos: la elaboración de una lista de paraísos fiscales.

En la rueda de prensa celebrada al término de la cumbre, subrayó, en primer lugar, que los Jefes de Estado y de Gobierno han decidido reformar "en profundidad" la organización financiera internacional, algo que "no se había hecho jamás hasta este punto desde los acuerdos de Bretton Woods en 1945".

"Nos hemos puesto de acuerdo en una estrategia de salida de la crisis económica mundial, la más grave de los últimos setenta años", continuó Sarkozy, quien no ocultó que hubo "tensiones" hasta "hace media hora".

El presidente francés rindió homenaje a la labor "honesta" del primer ministro británico, Gordon Brown, y a la postura del presidente norteamericano, Barack Obama, que le ayudó, dijo, a convencer a China para acordar la elaboración de una lista de paraísos fiscales, un asunto que fue objeto de un debate "fuerte", en palabras de Sarkozy.

Por otro lado, anunció que ha propuesto que se celebre una tercera reunión del G-20 coincidiendo con la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, iniciativa que ha sido aceptada, para evaluar el resultado de las medida operativas acordadas.

Merkel: “Es una victoria para la cooperación global”

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que el acuerdo logrado en Londres constituye "una victoria para la cooperación global".

En rueda de prensa, Merkel destacó que el G-20 consiguió un "buen compromiso", si bien admitió que el consenso se obtuvo tras "duras negociaciones". La canciller Merkel afirma que las medidas financieras y económicas acordadas por el G-20 darán al mundo "una arquitectura más clara del mercado financiero" y cree que el acuerdo adoptado "es un compromiso muy, muy bueno y casi histórico".

Obama: "Sentamos las bases para un progreso real y sostenible"

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que la cumbre del G20 hoy en Londres representa un "hito" en la lucha contra la crisis económica y ha sido "histórica por el alcance de los desafíos y la magnitud de nuestra respuesta".

Obama habló en una rueda de prensa, comenzada con más de una hora de retraso, tras la clausura de la cumbre del G20, que acordó hoy inyectar un billón de dólares en la economía mundial a través del Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Sentamos las bases para un progreso real y sostenible. Los desafíos del siglo XXI se deben afrontar de una forma colectiva y aunque los resultados no serán siempre rápidos reconstruiremos la propesridad global", declaró.

Además, anunció que ha hablado con líderes de Gran Bretaña, China, Rusia, Corea del Sur, India y Arabia Saudí para tratar la amenaza nuclear de países como Corea del Norte, así como para tratar la cuestión del terrorismo internacional y reclamar más acción militar en Afganistán.

"Vinimos a escuchar, a aprender, pero también a liderar, y el documento final, y las acciones que van a adoptarse reflejan nuestras prioridades", consideró Obama, que acudía con la intención de promover medidas de estímulo económico con fondos públicos.

Según él, logró ese objetivo, pues "hubo una respuesta firme al crecimiento". También hubo "una firme respuesta coordinada a la regulación del sistema financiero, muchos de cuyos puntos proceden de principios que habíamos planteado antes de venir".

El presidente reconoció que había tenido que ceder en algunas áreas, aunque no quiso precisar cuáles. "Cada país tiene sus propias peculiaridades, cosas que les son totalmente importantes y no negociables. Lo que hemos intentado hacer es acomodar esos temas de manera que no quedara perjudicado el resultado final", manifestó

"Esto es sólo el comienzo, necesitaremos una o dos reuniones más para encontrar y aplicar las soluciones, pero tengo esperanza en que lo lograremos", apostilló Obama.

Barroso: "La huella europea está clara en las conclusiones"

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, afirmó que el acuerdo alcanzado por el G-20 a sido "mucho más ambicioso de lo esperado" para proteger el empleo y crear prosperidad. "La huella europea está clara en las conclusiones", subrayó Barroso al término de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno del G-20 (veinte principales países industrializados y emergentes).

"Lo que hemos conseguido no tiene comparación en la historia económica", dijo el presidente de la CE, quien calificó el acuerdo de "momento definitorio" para la economía mundial.

Por su parte, el primer ministro checo en funciones y presidente de turno de la Unión Europea (UE), el conservador Mirek Topolanek, señaló que el consenso logrado por el G-20 para aumentar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) contribuirá a "crear más confianza en la economía".

Barroso también se felicitó por la resistencia del grupo al proteccionismo y destacó su "firme creencia" en que las negociaciones de la Ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial podrán completarse "este año".


El Mundo: El G-20 aprueba destinar un billón de dólares contra la crisis

LA SUMA DE TODOS LOS PLANES ALCANZA 5 BILLONES HASTA 2010
  • El objetivo es crear 20 millones de empleos en los próximos dos años
  • La meta: elevar el PIB mundial un 4% la transición a una economía verde
  • La mitad irá al FMI, cuyos recursos pasan de 250.000 a 750.000 millones
  • El resto será destinado a medidas para revitalizar el comercio internacional
  • La nueva regulación acabará con el secreto bancario de los paraísos fiscales
  • Los fondos de inversión riesgo serán regulados con más firmeza
  • Reforma de FMI y Banco Mundial en 2011 y 2010, respectivamente
España aportará 4.000 millones de euros al plan pactado por el G-20 contra la recesión mundial

Más de un billón de dólares adicional para luchar contra la crisis. Ése ha sido el principal acuerdo de la cumbre del G-20 en Londres. "El Viejo consenso de la cumbre de Washington ha acabado, hoy hay un nuevo consenso. Queremos evitar la recesión", ha afirmado el primer ministro británico, Gordon Brown, antes de explicar que la comunidad internacional habrá destinado en su conjunto cinco billones de dólares hasta finales de 2010 contra la crisis.

Este dinero se divide entre los propios planes fiscales de cada país y la dotación de 1,1 billones de dólares adicional a recuperar la economía global.

De esa cantidad, 750.000 millones de dólares irán destinados al Fondo Monetario Internacional, que emplea esos recursos para ayudar a países en problemas. En realidad, los recursos del fondo eran ya de 250.000 millones, con lo que se ha triplicado la cantidad.

Otros 250.000 millones de dólares irán destinados a reactivar el comercio global y 100.000 millones para los bancos internacionales de desarrollo.

Las medidas aprobadas por el G-20 tienen una meta: elevar el PIB mundial un 4% y acelerar la transición a una economía verde, informa Eduardo Suárez, corresponsal de EL MUNDO en Londres.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró que la cumbre del G20 de Londres ha acordado "la reforma más profunda del sistema financiero desde 1945". Al final de la cumbre, Sarkozy destacó, entre otras decisiones, la de publicar una lista de paraísos fiscales, asegurando que la "época del secreto bancario ha llegado a su fin".

La regulación alcanza a los 'hedge funds'

El primer punto del programa pactado es la reforma del sistema bancario. El objetivo es acabar con sus "sombras", lo que incluye, según Brown, los fondos de inversión 'riesgo', ajenos a la regulación de la banca comercial. Para mejorar la regulación internacional, Brown ha anunciado la creación de un consejo de estabilidad financiera en cada país que colaborará con el FMI para detectar fallos en el sistema financiero.

El G-20 ha establecido 2010 como plazo límite para implementar las reformas del Banco Mundial pactadas en la cumbre de Washington y 2011 para las propias del Fondo Monetario Internacional.

"La gente quiere confianza en sus bancos y que hacemos todo lo que está en nosotros para la recuperación. No hay arreglos rápidos", ha opinado Brown.

Pacto contra la evasión fiscal

Este punto abarca también la presión internacional sobre los paraísos fiscales que figuren en la 'lista negra' de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Estos 'offshores' serán aquellos países que mantengan el secreto bancario.

Además, el G-20 ha pactado desarrollar un marco regulatorio común para evitar salarios y primas injustos que recompensen la mala gestión de los directivos.

El segundo punto del acuerdo del G-20 es la limpieza de los activos tóxicos de la banca. "Hemos aprobado los paquetes de estímulo más grandes de la historia, una expansión fiscal sin precedentes, se habrán destinado cinco billones de dólares a la creación de 20 millones de empleos", ha explicado Brown.

Otro punto explicado por Brown ha sido el apoyo común a las políticas expansivas a través de "todas las herramientas disponibles". Así, el G-20 destinará un billón de dólares para fortalecer los organismos internacionales, entre ellos el FMI, cuya dotación pasará de 250.000 a 750.000 millones de dólares.

Respecto a las medidas destinadas a evitar el proteccionismo, los países participantes en la cumbre han acordado como iniciativa principal evitar la tentación de devaluar sus divisas para competir de forma desleal en el mercado.


El País: El G-20 crea una 'superagencia' supervisora y destina un billón extra para luchar contra la crisis

La nueva institución vigilará los mercados junto al FMI, que triplica sus fondos.- Habrá inyecciones para favorecer el comercio y aumentar el crédito y una "expansión fiscal sin precedentes".- "Es el principio del fin de los paraísos fiscales", asegura Brown

Una nueva inyección extra para luchar contra la crisis y una superagencia de regulación son los dos grandes pactos acordados este jueves por los líderes del G-20 reunidos en Londres para superar la crisis económica global y evitar que se repita, según ha anunciado el primer ministro británico, Gordon Brown. "Habrá normas duras y castigos para los que no cooperen", ha dicho Brown en una rueda de prensa a las 17.00 hora española, en la que ha detallado los acuerdos a los que han llegado los líderes presentes en la cumbre, que se ajustan en lo esencial a lo avanzado ya en el borrador de conclusiones.

Sarkozy: "Se ha ido más allá de lo que podíamos imaginar"

El G-20 aumenta la inyección de recursos en más de un billón de dólares extra (algo más de 750.000 millones de euros), de los 500.000 van para el FMI, que verá triplicado sus fondos. De esa nueva ayuda, calificada por Brown como "una expansión fiscal sin precedentes", 750.000 millones de dólares se destinarán a los países con más dificultades con el objetivo de restablecer el crédito y el resto para incentivar el comercio. Habrá, además, 100.000 millones para los bancos multilaterales de desarrollo (Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo). En total, 1,1 billones de dólares "para restablecer el crédito, el crecimiento y los puestos de trabajo en la economía mundial", según el texto final (documento en inglés).

En ese documento, todos los participantes en la cumbre aseguran que harán "todo lo necesario restaurar la confianza, el crecimiento y los puestos de trabajo; reparar el sistema financiero y de crédito; reforzar la regulación y restituir la confianza (...) y rechazar el proteccionismo".

Brown, que ha insistido en varias ocasiones en disipar cualquier duda sobre las diferencias presentes entre los principales países del G-20, ha subrayado en varias ocasiones la importancia del acuerdo cuando "en noviembre no se sabía ni siquiera que iba a haber ayudas" y ha calificado esta maniobra como un "esfuerzo fiscal sin precedentes que llegará al final de 2009 a los 5 billones de dólares". Las bolsas, que se encontraban inmersas en una jornada de ganancias, han aumentado sus subidas a última hora una vez que se ha hecho público este acuerdo.

Una 'superagencia' reguladora

Las negociaciones sobre uno de los puntos en los que más han insistido las delegaciones de Francia y Alemania ha llegado finalmente a buen puerto. El comunicado final reconoce que "los fallos esenciales en el sector financiero y en la regulación financiera fueron las causas fundamentales de la crisis" y afirma que la confianza no será restaurada hasta que no reconstruyamos la confianza en el sistema financiero". Además, el FMI y el Banco Mundial serán "reformados" y reforzados.

Para eso, el G-20 ha acordado la creación de un Consejo de Estabilidad Financiera (FSB en sus siglas en inglés) sucesor del Foro de Estabilidad Financiera en el que España entró a medidados de marzo, y que contará con poderes ampliados para, en cooperación con el FMI, alertar de los riesgos macroeconómicos y financieros y tomar las acciones necesarias para actuar contra ellos. Además, esta agencia servirá para extender la regulación en los mercados, que cada país se compromete a estrechar. Por último, los países se proponen, "una vez esté asegurada la recuperación", asegurarse de que mejora la calidad y la consistencia del sistema bancario internacional y de que los bancos no se endeudan en exceso y aumentan sus provisiones en momentos de bonanza.

Contra los paraísos fiscales

Dentro de la lucha contra los paraísos fiscales, uno de los temas que más preocupaba a la delegación francesa y alemana, se ha llegado a un consenso para publicar una "lista de países no cooperantes". En respuesta a la petición de los países del G-20, la OCDE ha hecho pública la lista de los Estados que menos cooperan: Costa Rica, Uruguay, Malaisia y Filipinas. Países, según indica la institución, que "no se han comprometido a respetar los estándares internacionales". Suiza, Bélgica, Luxemburgo y Austria, precisa, han retirado sus reservas sobre el levantamiento del secreto bancario en caso de fraude.

"La era del secreto bancario ha terminado", asegura el documento final. "Esto es el principio del fin de los paraísos fiscales", ha añadido Brown, quien además ha adelantado un acuerdo para una inyección extra de 250.000 millones para favorecer el comercio, aunque ha reconocido, a preguntas de los periodistas sobre el aumento del proteccionismo, que en este campo queda mucho por hacer. El texto final insiste, como ya hizo el de la anterior cumbre en Washington, en fomentar el comercio internacional y la Ronda de Doha para la liberalización del comercio.

El acuerdo se ha alcanzado tras duras negociaciones entre quienes daban prioridad a la regulación del sistema financiero internacional (sobre todo Francia y Alemania) y los que abogaban por estímulos fiscales para impulsar la economía (Reino Unido y Estados Unidos). Entre las medidas, Brown ha asegurado que se ha llegado a un acuerdo para que el FMI pueda vender su oro para dedicarlo a ayudar a los países pobres.

A juzgar por las declaraciones del presidente francés, Nicolás Sarkozy, que se ha mostrado "feliz" por los acuerdos alcanzados más allá de lo "imaginado", sí parece que los países finalmente han superado sus diferencias que esta misma mañana aún estaban patentes a pesar de las declaraciones en sentido contrario de unos y otros. Sobre la celebración de una próxima cumbre, Brown ha asegurado que el lugar y la fecha se anunciarán en los próximos días.

Zapatero, de nuevo optimista

Por su parte, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha mostrado su satisfacción por el acuerdo alcanzado en el G-20 para fijar las bases de un nuevo orden financiero y ha estimado que la cumbre generará la confianza necesaria para que la recesión "toque fondo" en el segundo semestre del año.

En la rueda de prensa con la que ha cerrado su participación, Zapatero, que ha anunciado una aportación de España al FMI de 4.000 millones, ha considerado que España, después de las cumbres de Washington y de Londres, ha consolidado su posición en el G-20 como "una potencia en el ámbito internacional" y se ha mostrado convencido de que el país volverá a ser invitado a la próxima reunión.

La cumbre ha terminado relativamente bien, tras arrancar de manera oficial esta mañana, después del ir y venir de ayer de unos y otros en Londres para formar frentes comunes contra la crisis. En los prolegómenos, se marcaron dos posturas bien diferenciadas que al final han sido superadas. Durante todo el día, aunque de manera más tranquila, se han desarrollado más manifestaciones y protestas por las calles de la capital británica.


La Razón: El G-20 pone otro billón de dólares para acabar con la crisis económica

La mitad de los fondos serán para el FMI / Se creará un Consejo de Estabilidad Financiera, que actuará de «superagencia» y, junto al Fondo, prevendrá e intervendrá en caso de futuros riesgos

No fue el Bretton Woods que algunos esperaban, pero el anfitrión de la cumbre del G-20 de Londres, el «premier» Gordon Brown, se encargó con su discurso de que el encuentro de ayer se convirtiera en histórico. Y en cierto modo lo fue, porque los países que acumulan el 90% del PIB mundial y algún que otro invitado, como España, llegaron a un acuerdo para intentar hacer frente a la peor crisis económica desde la II Guerra Mundial. El consenso, además, vino con cifra específica: 1,1 billones de dólares (750.000 millones de euros) destinados a los organismos multilaterales. «Este es el día en que el mundo se unió para luchar contra la recesión global», sentenció Brown. No hubo sorpresas y la cumbre satisfizo tanto las ambiciones de EE UU como las de la UE. Los estímulos fiscales inmediatos que tanto obsesionaban al presidente estadounidense, Barack Obama, se recogieron en el gran documento de manera muy genérica y, tal como demandaba Europa, liderada por el eje franco-alemán, se apostó por esperar a ver el resultado de los planes de reactivación implantados ya en cada país. El anfitrión, que siempre se decantó más por el plan norteamericano, matizó, eso sí, que «el esfuerzo sin precedentes» que están llevando a cabo los países del G-20 aportará a la economía mundial 5 billones de dólares adicionales hasta finales de 2010. En el comunicado final de la cumbre se señala que este impulso ayudará a salvar o crear 20 millones de puestos de trabajo en todo el mundo en dos años y a aumentar el PIB un 4%. A pesar de que se empleará mano dura contra los paraísos fiscales, empezando con la publicación por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico de una «lista negra» y de que el documento final advierte de que «la era del secreto bancario ha terminado», para dolor de los ciudadanos, la regulación de las retribuciones de los banqueros quedó recogida de manera bastante difusa. Brown anunció la celebración de la próxima cumbre para antes de que acabe este año con el objetivo de revisar el impacto de esta cifra «sin precedentes» dirigida en su mayor parte al Fondo Monetario Internacional. Este organismo triplicará sus recursos y recibirá 500.000 millones de dólares adicionales -371.000 millones de euros- a los 250.000 millones de los que ya disponía. Esta multimillonaria partida será financiada, según explicó el primer ministro británico, por la Unión Europea, con 100.000 millones de dólares, Japón, con otros 100.000, y China, con 40.000 millones más. A España le tocará desembolsar 4.000 millones de euros. Otros 100.000 millones de dólares irán a parar a manos del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La obsesión de Francia y Alemania por endurecer la regulación de los mercados también logró sus frutos. La cumbre decidió que el Foro de Estabilidad Financiera se rebautice como Consejo de Estabilidad Financiera y que colabore con el Fondo para alertar de los riesgos macroeconómicos y financieros y tomar las acciones necesarias para actuar contra ellos. Los asistentes a la reunión también se comprometieron a «ampliar su regulación y supervisión de las instituciones financieras importantes del sistema, sus instrumentos y sus mercados», incluidos «los ¿hedge funds¿ de importancia sistémica». Además, a través de las instituciones internacionales y los bancos regionales de desarrollo se canalizarán otros 250.000 millones de dólares -185.000 millones de euros- para estimular el comercio, una de las claves de la recuperación, según Brown, quien expresó su confianza en la reactivación de las negociaciones de la Ronda de Doha. «Éste es un ejemplo de cómo trabajamos juntos, con estímulos y nuevas inversiones para evitar que la recesión vaya a más», reivindicó. «Nuestro objetivo es dar a la gente más confianza en el sistema bancario y asegurar que tiene mayores probabilidades de continuar sin grandes perjuicios frente a este huracán que nos ha afectado a todos», explicó Brown. Aunque eso sí, para no crear falsas esperanzas matizó que no hay «solución rápida», pero sí «la determinación de hacer lo que esté en nuestra mano para superar la crisis, inyectar recursos en la economía, crear empleo y garantizar que los negocios se expandan».


ABC: Obama: «Tendremos que esperar para ver si estas acciones son suficientes»

El G-20 inyectará un billón de dólares a la economía mundial

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha reconocido que tendrán que "esperar" para ver si las acciones aprobadas en la cumbre del G-20 son suficientes, añadiendo no obstante que la reunión ha sido un "hito" en la lucha contra la crisis económica "por el alcance de los desafíos y la magnitud de nuestra respuesta". Obama añadió que el encuentro ha sido "muy productivo" por las acciones "sin precedentes" que se han tomado. También anunció que su país duplicará la ayuda alimentaria a los países pobres, hasta alcanzar los 1.000 millones de dólares.

Obama apuntó que los acuerdos son "un punto de inflexión en la recuperación mundial" gracias a los acuerdos "sin precedentes para restaurar el crecimiento y prevenir que esta crisis vuelva a ocurrir de nuevo".

En una multitudinaria rueda de prensa para escuchar las palabras de Obama tras su primera cumbre mundial como presidente de EEUU, también destacó el rechazo al proteccionismo y urgió a la unidad global diciendo: "debemos actuar en nombre de nuestros ciudadanos", aunque reconoció que es difícil ponerse de acuerdo entre tantos líderes. "Creo que lo hemos hecho bien", confesó Obama, que admitió llegar a la cumbre "para aprender", pero también para representar a EEUU.

0 comentarios: