El incremento supone un buen pellizco: alrededor de 730.000 euros por cabeza. Una mejora que contrasta con las pérdidas de las empresas que gestionan que, por término medio, han registrado una caída de beneficios de un 14 por ciento. En un sistema de mercado libre, cada empresa hace y deshace con arreglo al criterio de quienes la dirigen, pero quienes toman las decisiones no deberían olvidar que la codicia que aparejan ciertos excesos alimenta el resentimiento de los damnificados por la crisis.
La falta de sensibilidad que acreditan quienes siguen bailando cuando tanta gente se ha quedado fuera de la fiesta, y ni ha cenado ni sabe sí podrá hacerlo, recuerda a los músicos de la orquesta del "Titanic". También ellos se dejaron llevar por la magia del vals contemplando con indiferencia las escenas de pánico que preludiaban el naufragio.
Periodista Digital - Opinión
0 comentarios:
Publicar un comentario