viernes, 14 de noviembre de 2008

Más sobre el panfleto antinuclear de Greenpeace (difundido por Pedro Jeta)

Hace unos días me enteré gracias a los compañeros de Red Liberal de “Alianza entre mamones” de la nueva campaña ecolojeta en contra de la energía nuclear.

Naturalmente, el ínclito Pedro Jeta, se ha hecho eco rápidamente en su panfleto del asunto añadiendo de su cosecha eso tan manido de “¿Le gustaría vivir junto a una central nuclear?”. Hombre, pues no, ni junto a una autopista, ni junto a una petroquímica, ni junto a una cementera,….

En el blog arriba citado se daba contestación punto a punto a la proclama ecolojeta, siempre con acierto, pero en algún caso de forma escueta o visceral como les reprochó un comentarista.

Vamos a hacer lo propio, ampliando la información en cada caso pues no sabemos ser escuetos por miedo a parecer poco rigurosos, apoyándonos eso sí en anteriores entradas de esta bitácora. Se ruega pinchar en los enlaces si alguien desea ampliar información sobre un asunto concreto.
A ello:
1. Que la energía nuclear es segura: el grupo ecologista recuerda la dimensión de la tragedia de Chernóbil y el poder destructor de la radiactividad.
Sobre la fábrica de plutonio de Chernobyl, que no central nuclear al uso, ya hemos hablado mucho por aquí y me parece que el asunto está liquidado. Sobre centrales nucleares de verdad, occidentales e incluso soviéticas, las estadísticas de seguridad frente a cualquier industria son absolutamente ventajosas.
2. Que la energía nuclear es menos conflictiva que el petróleo: por el contrario, es blanco de potencial de uso terrorista.
Pues claro que es menos conflictiva. Como hemos señalado hasta la saciedad, en el aspecto económico, las nucleares exigen una fuerte inversión, pero luego el coste del combustible es marginal respecto al coste del kWh. Es decir, variaciones del precio del uranio apenas influyen en el precio de la electricidad generada. Por otra parte, las reservas de uranio se encuentran mayoritariamente en países mucho más estables que las de petróleo.
Lo del peligro terrorista, pues claro que existe, pero probablemente sea muy inferior al de otros posibles objetivos. Primero, hagan lo que hagan los terroristas, una central nunca, nunca, nunca, sufrirá una explosión nuclear. Segundo, la contención de hormigón del reactor se diseña para soportar la caída de un avión. A los terroristas les sale más rentable (y se ve que lo sabían) atentar contra otros objetivos.
3. Que es una energía limpia: nada hay más sucio (por peligroso), dice Greenpeace, que los residuos nucleares radiactivos, que perduran durante decenas de miles de años y cuya gestión no se ha resuelto aún.
De los residuos hemos hablado sobradamente. Los residuos son un problema, claro, problema compartido con muchas (por no decir todas) industrias. Si no se ha avanzado más en su tratamiento e investigación es gracias al parón nuclear.
4. Que genera puestos de empleo: para Greenpeace, es totalmente falso. Según Comisiones Obreras, las energías renovables generan 10 veces más empleos que la nuclear.
Ésta es muy buena. Demuestra el nivelazo ecolojeta en ciencia económica. Por eso resultan (y resultarán) mucho más caras. ¿Que tal destinar esa mano de obra a otras actividades productivas? Aconsejo encarecidamente echar una ojeada a la “falacia de la ventana rota” de Bastiat.
5. Que es barata: al contrario, es muy cara y sólo puede sobrevivir en países donde hay cuantiosos subsidios estatales. Greenpeace cita un informe del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) según el cual, en las condiciones actuales, “la energía eléctrica de origen nuclear no es competitiva”
Ésta es sencillamente falsa. Primero por el rollo de “los subsidios estatales”. ¿Sabéis que muchos creen que el pago en el recibo de la luz de la moratoria nuclear es una subvención a las centrales (oído en la tele a un mando sociata hace unos días)? Joder, que cara tan dura. Se trata de compensar a unas empresas por una caprichosa decisión gubernamental (sociata, claro) de paralizar unos proyectos que contaban con todas las autorizaciones y en algún caso ya totalmente construidos listos para generar kWh baratos.
En cuanto a las comparativas de rentabilidad, pues no es cosa de colgar aquí análisis de inversiones detallados con costes de capital y explotación, pero si alguien tiene interés, podemos plantear una comparativa con otra fuente energética. Cualquiera.
6. Que ayuda a combatir el cambio climático: éste es un argumento que han sostenido varios científicos, incluido el célebre y polémico James Lovelock. El proceso de fisión nuclear no emite dióxido de carbono (CO2), pero sí toda la actividad anterior: la extracción de uranio, por ejemplo, requiere una gran cantidad de transporte y maquinaria que emite más CO2, en total, que la producción de energías renovables, dice Greenpeace.
Esta es verdad a medias. Es verdad, porque, aunque el aumento del parque nuclear disminuiría las emisiones globales de CO2, difícilmente eso frenaría ningún cambio climático, pero esta es otra historia.
En cuanto a la minería del uranio, teniendo en cuenta la productividad de kWh por kg de Uranio o por, digamos, kg de Silicio de una placa solar, cualquier comparación es ridícula. A favor del uranio, claro.
7. Que es aceptada por la opinión pública: según las encuestas citadas por la ONG, el rechazo social es mayoritario.
Ésta es verdad. Ahora bien, si el PRISOE quisiera, en un par de meses la mayoría de la población estaría encantada con las centrales. Ya lo hicieron con la OTAN. (Sé que este punto me ha quedado políticamente incorrectísimo. Me trae al pairo).
8. Que es necesaria para sustituir a los combustibles fósiles: los ecologistas recurren a los casos de Alemania y Suecia, países libres de energía nuclear, para demostrar que no es necesaria para suministrar electricidad a un país y además cumplir los objetivos de reducción de emisiones.
¿Suecia libre de centrales nucleares, cuando genera aprox. un 45% de su electricidad así? Y el resto con hidráulica, por eso tienen pocas emisiones. Buofffff.
9. Que el uranio es un combustible abundante: lejos de ser verdad, el uranio-235 fisionable se está agotando y sólo queda para unos 70 años más con el número actual de centrales, dice Greenpeace.
De esto hemos hablado largo y tendido aquí y aquí. Confunden reservas con recursos y no citan los reactores reproductores ni el ciclo del Torio. Así cualquiera.
10. Que la energía nuclear es renovable: a este respecto, el grupo ecologista dice: “El lobby nuclear ha llegado a presentar la energía de fisión nuclear como renovable, y el combustible nuclear gastado, altamente radiactivo, como reciclable. Evidentemente, estas afirmaciones no tienen ninguna base”.
Lo de presentarla como renovable, me lo expliquen, igual alguien ha metido la pata, pero como no sé en concreto quien es ese lobby nuclear del que hablan, pues… En cuanto a la reutilización del combustible gastado, ver los enlaces del punto anterior.
11. Que el “renacimiento” nuclear ya está en marcha: el fracaso a la hora de cumplir los plazos y los presupuestos anunciados para la construcción de la central Okiluoto-3 en Finlandia, el buque insignia del “renacimiento” nuclear anunciado por la industria, es en lo que se basa la ONG para desinflar el supuesto auge de este sector.
Pues claro que hay retrasos y aumentos de presupuesto en Okiluoto como en todo proyecto novedoso. El diseño es mucho más avanzado que el de los reactores de anteriores generaciones. No parece que el desánimo sea muy grande. Ha comenzado la construcción de una nueva central en Francia y hay proyectos en marcha en Gran Bretaña y países del Este (Chequia, Bulgaria, Lituania,…) por no hablar de China, India, Japón y USA. Para cuando queramos enterarnos, a los españolitos nos habrán comido la merienda (y se habrá jubilado la generación de ingenieros que diseñó las existentes sin transmitir su know-how).
12. Que beneficia a los países en vías de desarrollo: por el contrario, la construcción de centrales en los Estados del Sur aumenta la deuda pública.
Bueno, será siempre y cuando se construyan con dinero público (en ésta se les ha visto el plumero).
13. Que es complementaria a las energías renovables: más bien, las fuentes limpias son suficientes por sí mismas para abastecer a todo un país como España, según un informe encargado por Greenpeace a la Universidad Pontificia de Comillas.
De esto ya hablamos también. Son suficientes, pero ¿a que precio?
14. Que es sostenible: los ecologistas argumentan que no es ni económicamente eficaz, ni socialmente justa, ni ambientalmente aceptable, por lo que no puede ser sostenible.
Como es económicamente eficaz (miren las cuentas de resultados de las empresas propietarias de centrales y el precio del kWh), es socialmente justa (proporciona electricidad barata, y por ello mejora el nivel de vida, a todos) y ambientalmente más aceptable que las opciones disponibles (de esto ya hemos hablado arriba), tendremos que concluir que sí es sostenible.
15. Que es eficiente: “en el mundo hay 439 centrales nucleares en funcionamiento que suministran el 15% de la electricidad global y aportan sólo el 6,5% del consumo energético mundial“, dice Greenpeace.
Ésta es muy gorda. ¿Cómo se puede ser tan burro de confundir de forma tan evidente producción con eficiencia? Sin comentarios.
Para finalizar, después de tanto meterme con los ecolojetas debo reconocer que no son tan malos.
Hay argumentos como el 15 que son burdas falacias, pero hay otros que merecen discutirse y aclararse, como el 3 y el 9. En ello estamos. Como ya comentamos, yo estuve en la presentación del informe del que se habla en el punto 13, y aunque me pareció muy flojo, alguna idea útil tenía.
Pero digo que no son tan malos, porque, a pesar de tener que completar hasta 15 puntos en ninguno se les ha ocurrido decir que no se pueden construir nuevas plantas nucleares en España porque hay poca agua. Esa estupidez solo se le puede ocurrir a algún estúpido integral, un analfabeto funcional, un patán desinformado, un inútil que habla por no callar, un memo pagado de si mismo, un ridículo ignorante, un bobo engreído, un tonto esférico. Sí, él.

Desde el Exilio

0 comentarios: