jueves, 24 de julio de 2008

Carta de Ángeles Pedraza a María Teresa Fernández de la Vega

Madrid.- 23 de julio 2008. Mi nombre es Ángeles Pedraza y soy vicepresidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo. Vicepresidenta como Vd., Sra.Fernández de la Vega. Pero entre nosotras hay una diferencia importante: su cargo es un logro en su carrera política; el mío es la consecuencia de que mi hija Miryam muriera asesinada el once de Marzo de 2004.

Me gustaría dirigirme a usted de madre a madre, pero por una parte ignoro si usted tiene hijos y por otra me inclino a pensar que no porque, de tenerlos, estoy segura entendería lo dolorosas que para una madre que ha perdido a su hija resultan las declaraciones que usted ha hecho. Así es que me dirijo a usted de vicepresidenta a vicepresidenta: olvídese, Sra. Fernández de la Vega, de engañar al pueblo español enterrando el 11M, o como usted dijo “poniendo fin a las especulaciones” sobre un atentado del que, gracias a la deficiente investigación realizada, no tenemos más que eso: especulaciones.

Y es que, considerando las afirmaciones vertidas, solo puedo pensar que no se ha tomado Vd. siquiera la molestia de leer las sentencias de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. Ambas lo dejan bien claro: absuelven a los autores intelectuales propuestos por la fiscalía de la AN. Toda la prensa, incluso la internacional, se ha hecho eco de la exculpación de El Egipcio, el cerebro de las bombas de Madrid según la fiscalía de la AN, y usted, que está en España, no se quiere dar por enterada.

Puede que su actitud se deba a órdenes políticas. De hecho, ya comenté en una carta abierta al pueblo español que la política me asquea. Y Vd. con sus declaraciones constituye un claro ejemplo de a lo que me refería entonces. Mi hija asesinada, todas las víctimas y todo el pueblo español, nos merecemos políticos de más talla, Sra. Fernández de la Vega. Políticos que quieran, por encima de todo, descubrir, detener y juzgar, no solo a quienes ejecutan, sino también a quienes planifican asesinatos de ciudadanos inocentes. Caiga quien caiga, Sra. Fernández de la Vega, sin otro interés que el de hacer justicia. Sin intentar engañar a los españoles haciéndoles creer que el contenido de una sentencia es justo el contrario del que es en realidad. Sin intentar engañar a los españoles para que los intereses políticos primen sobre los morales.

Mi vida dio un trágico giro el once de marzo de 2004. Hubo momentos en los que dudé de dónde sacaría las fuerzas para enfrentarme a lo sucedido, para aceptar que nunca más vería a mi hija, para aceptar que no la había perdido por un accidente o una enfermedad, sino por la voluntad de un desconocido que nos había separado para siempre quién sabe por qué siniestros intereses relacionados con el fanatismo religioso, la estrategia política o vaya usted a saber qué. Encontré un gran consuelo en el calor y el apoyo que recibí de muchas personas que, también sin conocerme, me ofrecieron una visión del otro lado del ser humano: el de la nobleza y el altruismo. Personas que llenaron las colas de donantes de sangre para los heridos ofreciendo lo más valioso que podían dar.

Y sentí la esperanza de que los culpables de mi dolor, del dolor de miles de víctimas, pagaran por lo que hicieron al producirse las primeras detenciones. Todo lo que ha venido después, todo lo que hemos ido sabiendo ha arrojado un poco de luz y muchas sombras sobre lo ocurrido aquel aciago día. A pesar de todo, he asistido a los juicios, me he presentado como acusación particular además de estar representada en la acusación popular, he presenciado en el juicio de la AN escenas y he escuchado cosas que ojala no hubiera escuchado nunca. Y todo para saber quiénes son los culpables de que Miryam perdiera su joven vida. 191 vidas perdidas, tantos heridos…La Justicia ha llegado hasta donde le es posible con lo que le ha sido presentado por la instrucción y la fiscalía: ha condenado a algunos autores materiales, pero ha dejado sin contestar a la pregunta de quién fue el o los máximos responsables: los que idearon y planificaron el atentado. Ha sido difícil comprender que seguimos sin saberlo, pero me he dicho a mi misma que les debo a mi hija y a todas las víctimas seguir en la brecha buscando a todos los asesinos. Que no me puedo permitir desfallecer, que no se puede permitir desfallecer ningún español de bien.

Y ahora Vd. quiere “poner fin a las especulaciones” sin contestarme a una pregunta muy sencilla: ¿Quién decidió, Sra. Fernández de la Vega, que la vida de mi hija Miryam terminara el once de Marzo de 2004? ¿Puede Vd. decírmelo? Pues si no puede, su obligación, la obligación de cualquier ejecutivo digno de mantenerse en el lugar para el que los españoles les hemos votado es seguir con las “especulaciones” hasta encontrar la respuesta. A día de hoy continuamos sin saber quién ordenó asesinar a 191 personas, herir a más de 1500 y por qué lo hizo. ¿Y dice Vd. que el Estado de Derecho ha funcionado? ¿Dice Vd. que los responsables están en la cárcel? ¿Se ha leído usted la sentencia, Sra. Fernández de la Vega? Como muy bien afirmó la fiscalía del TS están condenados solo algunos de los autores: “no están todos los que son”. Algunos miembros de la “mano de obra” del atentado que espero y confío cumplan hasta el último día de sus condenas. Condenas en las que también espero no meta sus zarpas la política concediéndoles beneficios “por humanidad”, como ha hecho su Gobierno con el asesino Ignacio de Juana Chaos.

Mientras yo tenga voz, olvídese señora vicepresidenta del Gobierno, de “poner fin a las especulaciones” sobre el 11 M sin descubrir la verdad; olvídese de vender el abandono de la investigación de la masacre por “normalidad democrática”. Eso no es democrático, Sra. Fernández de la Vega; eso es una maniobra política de la que Vd. debería de avergonzarse. No manipule lo que dice la sentencia, no manipule la verdad.

Y no diga tampoco que lo que quiere hacer este Gobierno no es pasar página porque “nunca se puede pasar página por las víctimas y sus familiares”, para añadir a continuación que “deberíamos poner fin a las especulaciones”. Lo que yo quiero, señora vicepresidenta del gobierno, como víctima que soy, como madre que soy, es que sigan ustedes “especulando” hasta saber toda la verdad del 11M.

¿Quieren Vd., y su gobierno cerrar la investigación del 11M sin determinar quién lo gestó y la totalidad de los autores materiales? ¿Quieren cerrar la investigación sin responder a todo lo que las sentencias de la AN y del TS echan por tierra de la teoría que sobre la autoría intelectual defendió la fiscalía de la AN? Dígame claramente si o no. Dígalo públicamente, sin trucos políticos. Dígame si su Gobierno va a investigar quién quiso segar 191 vidas y herir a más de 1500 personas aquella mañana de marzo. Quién lo ideó y maduró en su asesina mente pervertida. Si o no, señora vicepresidenta. Con la verdad no valen las medias tintas.

Hace unos días coincidimos en un acto. Esperaba poder hablar con Vd. personalmente, pero no tuvo Vd. a bien el acercarse ni a mí ni a ninguna otra víctima de mi asociación. Vd. mantuvo las distancias con las víctimas, al igual que ahora las mantiene con la verdad. Lo que hubiera querido decirle aquel día, se lo digo ahora: solo cuando el Ejecutivo al que usted representa se comprometa a cumplir con su obligación de esclarecer todo lo que las sentencias hasta ahora emitidas del 11M han dejado sin respuesta desbaratando las teorías oficiales, recuperará el Gobierno su dignidad democrática. Hasta entonces, Sra. Fernández de la Vega, estarán ustedes sirviendo a la parte más oscura de la política; la que antepone sus propios intereses a la más mínima decencia democrática: encontrar y detener a los que atentan contra el derecho más fundamental del ser humano, el derecho a la vida, el derecho a no morir el día y a la hora que decida un terrorista. Un terrorista al que Vd., señora vicepresidenta del Gobierno, ni siquiera quiere intentar descubrir.

Ángeles Pedraza
Vicepresidenta de la AVT

ATV

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