domingo, 3 de febrero de 2008

Teresa Giménez Barbat, la mujer pez, "nada y guarda la ropa".

Nuestros niños y su educación

Una de las propuestas más importantes que lleva UpyD en su programa se refiere a la educación. UPyD defiende un sistema educativo público y gratuito, de calidad y laico, donde se valore el saber y el esfuerzo, y en el cual cada alumno pueda desarrollar su capacidad de trabajo e inteligencia. UpyD reconoce que las últimas leyes educativas han sido malas y propone llegar a un Pacto de Estado que deje a la educación fuera del debate partidista y crear una comisión, consensuada por todos los partidos, para elaborar una nueva Ley Educativa. Sin embargo, cuando se trata de autonomías donde existen dos lenguas oficiales, tenemos que ser muy precisos, mantener nuestra propia posición y no caer en la repetición de tópicos -adecuados para un partido dogmático y falsamente reivindicativo, pero no para uno que se quiere ilustrado, científico y racional-. Aunque tenemos un potencial electorado sensibilizado por la discriminación administrativa y mediática del castellano (en Cataluña, Galicia o el País Vasco) sería una falta de respeto hacia ellos caer por electoralismo o falta de atención en algunas teorías demagógicas que han venido cultivando algunos grupos que, cargados de razón en la mayoría de sus quejas, introducen elementos especulativos a veces demasiado monolíticos. A pesar de que se invoque a la UNESCO (organismo que, como la OMS y la propia ONU, tiende a acomodarse más a ideas políticamente correctas que a las sensatamente reales) no existe algo como un “derecho” de los niños a educarse en su lengua materna ni el no hacerlo crea, necesariamente, alteraciones cognitivas que inciden negativamente en su formación académica. La mayoría de personas que conozco se educaron como yo (catalano-hablante de cuna) en una lengua distinta sin que puedan achacar sus déficits a la inmersión centralista del franquismo mesetario. Tampoco se ha demostrado que las carencias del sistema educativo se puedan atribuir de manera amplia a la inmersión lingüística en la lengua no castellana de cada comunidad. El derecho más importante (yo diría que el decisivo) es el que tienen los padres de elegir la lengua en la que quieren que se eduque a sus hijos y a demandar que se cumplan las leyes que les apoyan. Puede exigirse la reforma lingüística de la escuela (pongamos que hablo de la catalana) pero no por razones de tipo técnico o de mala práctica sino en el ejercicio de unos derechos que la ley ampara. Tal como dicen aquí aquí , aquí ,aquí y aquí según los datos preliminares del último informe del Consell Superior d'Avaluació de la Generalitat de las pruebas sobre competencias básicas lingüísticas entre 3.276 alumnos de 153 centros catalanes del curso 2006-2007, el 47% de los alumnos de cuarto curso de primaria (10 años) es incapaz de escribir un texto en catalán sin faltas de ortografía o de vocabulario, y al 44% le pasa lo mismo con el castellano. El 44% de los niños de 10 años no tienen las competencias para escribir con “orden y claridad” en catalán, mientras que en castellano el porcentaje se reduce al 39%. Así y todo, los alumnos comprenden menos el significado de los textos en castellano, con un 21% de los estudiantes de cuarto curso de primaria que no los entiende, respecto al 25% de catalán. Esto tanto en centros públicos como concertados, aunque sí se aprecian diferencias si en las zonas donde se ubican predomina la población de nivel socioeconómico alto o medio o si se trata de barrios más deprimidos. También indica que en las poblaciones de menos de 1.000 habitantes el balance tanto a nivel de comprensión lectora como de escritura es, en materia de catalán, más satisfactorio. Ahí sí el factor lengua materna jugaría un papel pues el informe señala que este dato tiene como posible explicación que el catalán sea la lengua de comunicación familiar y social en esas zonas más interiores reforzando así el aprendizaje. En general, a tenor de esos datos, podemos hablar de un desastre educativo aunque, como dice Arcadi espada, “no entienda de lenguas”. Un sistema educativo como el que tenemos aboca a la mediocridad y sólo se salvan los niños que, al disfrutar de un mejor nivel socioeconómico, pueden paliar en parte los errores del sistema.

mujer-pez

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estirada.