viernes, 9 de noviembre de 2007

"Tranquil, Jordi, tranquil"

Dos periodistas de El Mundo ponen a prueba las palabras -escritas- por Jordi Pujol acerca de que en un taxi de Madrid se expulsó a dos ciudadanos por hablar en catalán. Así, los periodistas han tomado 10 taxis, aleatoriamente, de la capital de España y este es el resultado. Por su interés reproducimos íntegramente el artículo, firmado por Ángel Castaña, que hoy aparece en el suplemento M2 de El Mundo:

Tras las palabras de Jordi Pujol sobre supuestos problemas por hablar catalán por el móvil en taxis madrileños, dos periodistas catalonohablantes de M2 hicieron ayer diez trayectos por la ciudad sin encontrar inconveniente alguno.

Calle de Serrano esquina Príncipe de Vergara: un vehículo entrado en años. Nada más subir, identifico a la víctima perfecta de la provocación. Hombre de unos cuarenta años, cazadora bomber, pelo muy corto, gafas de sol negras.

09.20: En la radio, Federico Jiménez Losantos clama contra los desvaríos de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Primera llamada de móvil: "Escolta Jordi, bon dia. Com estàs? Tot va bé?... Vas trobar la tenda de les Rambles?". Único resultado, el taxista baja el volumen de la radio para no molestar.

Segunda llamada: "Bon dia, Joan. Tot bé?...". Después de unos minutos hablando en esta lengua, cuelgo y le pregunto: ¿Le importa que hable en catalán por el móvil? La respuesta de Pedro se repitió durante el resto de viajes, hasta diez, con otros tantos vehículos que dos periodistas catalanohablantes de M2 realizaron por puntos diversos de las calles de Madrid. Respuestas que tuvieron variaciones sobre una misma idea: "A mí me da igual en el idioma en el que quiera hablar, como si habla en chino", dijo Pedro.

Frases que fueron acompañadas de gestos de extrañeza por la pregunta: indiferencia por la lengua con la que el cliente quiera expresarse mientras habla por teléfono en el asiento de atrás.

El reportaje viene a cuenta por las palabras de Jordi Pujol, ex presidente de la Generalitat, en la página web del Centro de Estudios que lleva su nombre. Según su testimonio, dos catalanes habrían sido expulsados de sendos taxis por hablar en catalán por su teléfono móvil. El reto del trabajo era encontrar algún caso en el que la lengua catalana fuera un problema para moverse por la capital. Durante diez ocasiones se repitió la situación: "Bon dia. Me lleva a...", exagerando el acento, dando a suponer desconocimiento del trayecto... buscando una reacción.

El resultado fue siempre el mismo: el conductor suele bajar el volumen de la radio y continúa sin inmutarse. Ni siquiera un par de vueltas extra para que el taxímetro marque una suma mayor. Las palabras del líder nacionalista no parecen tener fundamento.

Luis, uno de los taxistas, señala: "En un colectivo de 16.000 tipos te puedes encontrar cualquier cosa. Pero le aseguro que ese caso no lo he oído en la vida. Yo escucho a diario al menos cinco idiomas. El catalán, junto al inglés y el alemán, uno de los frecuentes. Sobre todo, claro, cuando voy al aeropuerto".

Ni rastro de animadversión. Carmen Serna, de origen valenciano, después de hablar con un amigo en catalán, recogió un testimonio de un conductor que había visitado Cataluña con su vehículo blanco con la raya roja cruzada sin problema alguno. Precisamente, este hombre habló de un caso contrario: un vehículo de Madrid cuyas ruedas habrían sido rajadas en Cataluña por un desconocido. Sus compañeros catalanes habían corrido solidariamente con los gastos.

Todos hablan de ciudad cosmopolita, de tolerancia, de lejanía de los ciudadanos hacia el mundo de los políticos o el fútbol, de donde provienen la mayor parte de esos mensajes que parecen llamar al enfrentamiento.

"Esto es el Arca de Noé", resumió Pedro. "Más le valdría al señor Pujol preocuparse de los problemas que tienen en Barcelona con las Cercanías o el paso del AVE por debajo de la Sagrada Familia", añadió.

Señor Pujol, puede tranquilizarse. No hay hostigamiento, no existe. Tranquil, Jordi, tranquil: vivimos y trabajamos en una ciudad para todos, para los catalanes también.

Criterio – 09/11/2007

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lo mismo, si Pujol lo dice, punto redondo, ya la anécdota queda grabada en el subconsciente de la sociedad catalana, y crece el odio a Madrid.

No tiene otra intención más que esa, y consigue su objetivo con creces.