sábado, 13 de enero de 2007

Demasiados lapsus

Pueden ser deslices verbales, lapsus o errores conscientes o inconscientes, pero lo cierto es que desde que ETA anunció el alto el fuego permanente, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y algunos de los miembros de su equipo han empezado a utilizar un «extraño» lenguaje cuando hablan de política antiterrorista. A continuación, publicamos algunos ejemplos del nuevo vocabulario del Ejecutivo:

Llamar «accidentes» a los atentados terroristas

Zapatero volvió a «equivocarse» en el Senado y calificó de «accidente» el brutal atentado de Barajas, aunque a continuación corrigió y dijo «trágico atentado». Este mismo error lo cometió el pasado 29 de diciembre, cuando al hacer balance del año, llamó «trágicos accidentes mortales» a los asesinatos de ETA.


En realidad, se trata de un error algo habitual del presidente del Gobierno, que lo ha repetido en otras ocasiones. En una entrevista concedida a «El País» el pasado marzo, Zapatero ya calificaba de «accidentes» a los atentados: por un lado, hablaba de que el proceso sería largo y decía que «aunque mi deseo es que no haya ningún accidente, nadie puede descartarlo», y, por otro, cuando se refería a los asesinatos que rompieron la primera tregua del IRA, decía: «Hubo siempre un hilo de comunicación más allá de lo que podría ser un accidente».


Zapatero «suspende», pero no rompe el proceso


El mismo día del atentado de Barajas, el presidente del Gobierno volvió a utilizar sospechosamente el lenguaje cuando hasta en tres ocasiones se negó a dar por roto el llamado proceso de paz e insistió en que sólo está suspendido.


«Un proyecto de zulo donde iban a meter cosas»


También el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, parece estar afectado ocasionalmente por este nuevo lenguaje antiterrorista. O, al menos, extraña parece la definición que ofreció el pasado 29 de diciembre del zulo localizado por la Ertzaintza en Amorebieta: «Es un proyecto de zulo» donde los terroristas «iban a meter una serie de cosas».


«No entiendo ese afán de pegarse al papelito»


Con estas palabras se refirió la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, a la defensa que hace el PP del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, al que calificó de «papelito».


«Otegi, un discurso a favor de la esperanza de la paz»


También se pueden calificar de inquietantes las palabras con las que definió Zapatero al dirigente proetarra Arnaldo Otegi, con antecedentes terroristas. En una entrevista concedida a Telecinco el 30 de marzo pasado afirmó: «Es líder de la izquierda abertzale y ha tenido un discurso por la paz y por abrir una etapa política distinta en Euskadi, palabras que ahora requieren hechos en la misma dirección». En otra entrevista a «El País» empleó unas palabras similares: «No cabe duda de que Otegi ha venido manteniendo un discurso a favor de la esperanza de la paz, y es fundamental que la izquierda abertzale participe en el proceso de la paz».


De Juana «es uno de los que están en el proceso»


Con esta afirmación, fuera de micrófonos, Zapatero sorprendió 28 de octubre a los periodistas que le acompañaron a un pueblo de Soria. El presidente del Gobierno afirmó que las declaraciones del asesino De Juana Chaos en la Audiencia Nacional eran coherentes con determinada información que tenía de que el etarra «es uno de los que está con el proceso».

A la madre de Irene Villa: «A mi abuelo lo asesinaron»


Uno de los más dolorosos exabruptos de José Luis Rodríguez Zapatero lo protagonizó la madre de Irene Villa, María Jesús González, a quien convocó en el Palacio de la Moncloa el pasado mes de febrero en desagravio por su ausencia al congreso que habían organizado las víctimas del terrorismo. «Entiendo lo que sientes perfectamente. A mi abuelo lo asesinaron en la guerra», le espetó el presidente del Gobierno en presencia de otras víctimas de ETA.

Almudena Martínez Fornés
Abc, 12-01-2007

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