domingo, 10 de diciembre de 2006

No habrá en Navarra candidatura análoga a Ciutadans


No hay tiempo. Las razones para descartar el desembarco en la campaña electoral navarra serían en primer lugar logísticas, por el escaso margen organizativo, y en segundo lugar de estrategia política

La experiencia catalana ha tenido unos resultados más que satisfactorios para los afines a Albert Boadella.

El éxito que supuso obtener tres diputados y los aún mejores resultados que le otorgan las últimas encuestas no han hecho que a Ciudadanos se les suba el éxito a la cabeza; según fuentes bien informadas, han desestimado presentarse a las elecciones en todas las comunidades autónomas, y entre los descartes aparece Navarra.

Se han barajado durante meses las posibles estrategias de los socialistas navarros descontentos con la actual dirección regional y especialmente con la línea impuesta desde Ferraz. En las últimas semanas había cobrado fuerza en los corrillos políticos la idea de que Ciudadanos podría desembarcar a Navarra con el objetivo de convertirse en la bestia negra de Fernando Puras, arrancar un puñado de votos al candidato socialista y pactar con UPN y CDN para mantener a Miguel Sanz como presidente. Sin embargo todos los análisis coincidían: la irrupción de un nuevo partido de centro-izquierda podría provocar exactamente los efectos contrarios a los pretendidos inicialmente. El voto de centro y centro-izquierda lo representa a día de hoy CDN y su división en dos siglas distintas hubiera podido provocar que ni Ciudadanos ni los convergentes obtuvieran representación; supondría en definitiva dejar en bandeja al PSOE navarro y los nacionalistas vascos el acceso al Palacio de Navarra.

Lo sorprendente en este caso es que, según dichas fuentes, la reflexión interna de Ciudadanos, y los peculiares contactos que ha buscado en la Comunidad Foral, no han sopesado estos argumentos. Más bien habría inclinado la balanza la imposibilidad física de conformar una lista electoral cuanto antes con los antiguos cargos socialistas, darse a conocer a través de los medios de comunicación, y marcar distancias con el PSOE. Y habrían sido altos cargos de los partidos que conforman el actual gobierno de Navarra quienes, en conversaciones privadas, habrían transmitido a Ciudadanos la inconveniencia de irrumpir en la comunidad para las elecciones de mayo de 2007.


Semanal Digital (10/XII/06)

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